Capítulo 1657:

«Nicole, Brett ha muerto».

La noticia golpeó a Nicole como un rayo, su mente daba vueltas por el repentino shock.

Se suponía que Brett ya había abandonado el país con Callie, siguiendo su detallado plan. ¿Cómo había podido salir todo tan mal y tan rápido?

Nicole sintió una oleada de inquietud y preguntó: «¿Y Callie? ¿Cómo está?»

La voz de Ethel se suavizó, llena de preocupación.

«Callie está a salvo por ahora, pero está muy traumatizada. Está en el hospital, pero no ha dicho ni una palabra desde el incidente. Guarda silencio sin importar lo que le preguntemos».

Los pensamientos de Nicole daban vueltas, intentando comprender la gravedad de la situación. Había creído que lo mejor era alejar a Brett y Callie y no se lo había ocultado a Ethel.

Ethel continuó: -Brett estaba listo para marcharse, pero en el último momento decidió recuperar el dinero que le había dado Jamie. Lo había enterrado en un lugar que sólo él conocía. Se llevó a Callie con él, la dejó en el coche, pero nunca volvió. Callie fue a buscarlo y encontró su cuerpo brutalizado. La escena fue tan horrible que la dejó muda».

Ethel no mencionó todo el horror. Brett había sido apuñalado más de sesenta veces, su cuerpo mutilado y su rostro irreconocible por las heridas.

Era un milagro que Callie no hubiera perdido la cabeza tras presenciar tan terrible escena.

«¿Puedes arreglar que vea a Callie?» preguntó Nicole.

Ethel se había planteado lo mismo.

Nadie había conseguido que Callie hablara y el tiempo se agotaba para encontrar al autor.

Si Nicole conseguía que Callie hablara, sería un gran avance.

Cuando Nicole terminó la llamada, Jarrod la miró con preocupación.

«¿Qué está pasando?»

Nicole no se lo ocultó a Jarrod y le hizo un breve relato de la situación. Esto podría implicar a Jamie, y Jarrod necesitaba saber los peligros que Jamie o la mente maestra detrás de ella representaban.

Jarrod frunció el ceño mientras escuchaba. «Intenta no preocuparte demasiado. Aún no hay nada confirmado, pero tu seguridad es crucial durante los próximos días. Aumentaré la seguridad en la escuela de Austin y asignaré cuatro guardaespaldas para que estén contigo en todo momento».

Para calmar las dudas de Nicole, Jarrod añadió: «Llevas a nuestro hijo, así que esto también protege al bebé».

Nicole no se opuso esta vez. Jarrod tenía razón. Necesitaba tomar precauciones hasta que todo se resolviera.

Los guardaespaldas que Jarrod había dispuesto eran los mejores que había. Le ahorraba tener que buscarse su propio equipo de seguridad, que podía no ser de fiar.

Incluso Brett, el hombre de confianza de su padre, les había traicionado. Ya no había lugar para la fe ciega.

«Deja que te lleve», dijo Jarrod, al darse cuenta de que Nicole no había rechazado su sugerencia. La acompañó al hospital.

Al llegar al hospital, Nicole siguió a Ethel hasta la sala de Callie.

Al abrirse la puerta, vieron una pequeña figura acurrucada en la cama. Callie estaba sentada con las rodillas recogidas bajo la barbilla y la cara hundida entre los brazos.

En los últimos días había adelgazado de forma asombrosa y su delicada figura provocaba las emociones de Nicole.

Nicole se acercó, con voz suave. «Callie».

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