Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 1530

Capítulo 1530:

A diferencia de Alec y los demás, que parecían despreocupados, había una visible tensión en el rostro de Jarrod.

A pesar de la súplica de Alec, la resolución de Jarrod se mantuvo inquebrantable. «No hay descanso. Seguimos adelante».

La información que habían reunido sugería que Nicole no estaba en peligro inmediato, pero el hecho de que hubiera abandonado su brazalete era un indicio de posibles problemas. Aunque los habitantes de la montaña no reconocieran el verdadero valor del brazalete, su valor como oro no pasaba desapercibido para ellos.

Jarrod no podía deshacerse del persistente malestar que le producía esta constatación, que hacía imposible el descanso.

Reconociendo la inquebrantable determinación de Jarrod, Alec consumió rápidamente dos trozos de cecina, regados con un trago de agua, antes de ponerse a la zaga de Jarrod.

Con su robusto físico y la aguda capacidad de rastreo de sus compañeros caninos, continuaron su enérgica persecución.

Mientras tanto, tras un agotador viaje, Nicole y el anciano llegaron por fin a la base del Valle de las Brujas.

Nicole contempló el imponente pico, cuya silueta destacaba entre las cumbres circundantes. El Valle de las Brujas poseía una forma distintiva, parecida a la de una criatura mística preparada para ascender a los cielos.

Sin embargo, el pintoresco aspecto de la montaña ocultaba las malévolas actividades que se escondían en sus profundidades.

Al sentir la aprensión de Nicole, el anciano se detuvo y decidió no aventurarse más por el momento. Encontró la raíz de un árbol robusto donde posarse, cogió su pipa y la encendió con cuidado antes de dar una calada.

La ansiedad de Nicole aumentaba a medida que reflexionaba sobre el destino de Roscoe, insegura de los peligros a los que podría enfrentarse si realmente había sido capturado. Ansiosa por seguir adelante, se dispuso a continuar, pero fue detenida por el hombre mayor, que le cerró el paso con suavidad.

«Paciencia, querida», le dijo lentamente. «Deja que termine de fumar y seguiremos juntos». Nicole, presa de la ansiedad, encontró consuelo en la serenidad del anciano, que la obligó a ser paciente.

Mientras el anciano saboreaba su pipa, su actitud tranquila permaneció intacta, con la mirada fija en la ubicación secreta del clan de brujas oculto en el valle.

Por fin, apagó la pipa, se levantó con deliberada lentitud y se quitó el atuendo. «Procedamos», anunció con calma.

Nicole y el anciano se adentraron en el valle, su familiaridad con el terreno atenuaba la sensación de desconocimiento. Nicole, armada con el polvo de azufre que le había proporcionado el anciano para disuadir a las serpientes, recorrió los sinuosos senderos con cautelosa determinación.

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Nota de Tac-K: Tengan una linda linda tarde queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /

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