Yo soy tuya y tú eres mío
Capítulo 1038

Capítulo 1038:

La madre de Stefan procedía de una familia culta, pero fue casada con el padre de Stefan en contra de su voluntad. Después de que Stefan naciera, no fue favorecida entre las otras esposas, y el padre de Stefan naturalmente la abandonó.

La madre de Stefan vivió en un dolor constante hasta que se quitó la vida con un pañuelo de seda cuando Stefan tenía ocho años.

La noche antes de morir, le dijo a Stefan: «Mi único deseo en la vida era dejar esta familia, y pronto lo cumpliré. No me lo tengas en cuenta. Si cuando seas mayor no encuentras la felicidad aquí, sé valiente y márchate. Yo siempre te apoyaré».

Al día siguiente, Stefan comprendió que el método de su madre para «marcharse» era a través de su trágico suicidio.

Stefan se sentó junto al cuerpo sin vida de su madre, mientras su padre apenas les dedicaba una mirada. En ese momento, juró escapar algún día de las garras de la familia.

Mientras Stefan crecía con sus parientes varones, nunca destacó. Eso se debió a que decidió ocultar sus verdaderas capacidades y dedicarse a la educación.

En realidad, Stefan no sólo era un estudiante brillante, sino también astuto, hábil para manejar el comercio internacional y prosperar en diversos ámbitos.

Su padre, siempre un hombre audaz y decidido, mostró poco interés en educar a Stefan, que se había convertido en un estudioso de modales suaves. Por eso, apenas le importó que Stefan decidiera forjarse su propio camino.

En opinión de su padre, ¿qué podía conseguir Stefan lejos de Aurora? ¿Sólo enseñar y ganar un magro sueldo? ¿Era eso suficiente para mantener a una familia? Suponía que, en cuanto Stefan tuviera dificultades, volvería a Aurora para apoyarse en él.

Su padre tenía expectativas modestas respecto a Stefan, pero sentía curiosidad por la esposa de éste y su hermano mayor.

La familia Foster era bastante prominente en Swynborough, y aunque Landen no asistió a la boda debido a su mala salud, estaba ansioso por discutir la expansión del negocio naviero con el padre de Stefan.

En parte para honrar a la familia Foster, el padre de Stefan convirtió la boda en un fastuoso acontecimiento, expresando también sutilmente su interés por su nueva nuera. De este modo, nadie en Aurora se atrevería a molestar a Raegan.

En ese momento, Stefan acababa de lavarse las manos y se sentó a la mesa del comedor.

El criado colocó la vajilla y se marchó en silencio, dejándoles intimidad.

Stefan cogió una verdura, la probó y comentó: «No está mal. Quizá quieras probar esto. Es bueno para los bebés».

Raegan probó un bocado. Le supo a cera, pero siguió comiendo por el bien de sus bebés.

Stefan probaba primero cada plato y, si le gustaba, se lo recomendaba a Raegan.

Influenciada por él, Raegan acabó comiendo más de lo habitual.

Cuando casi había terminado, Stefan dejó el tenedor y compartió algunas noticias. «El señor Dixon fue operado y no hubo complicaciones. Ahora se está recuperando, y parece que el resultado podría ser mejor de lo que esperábamos.»

Raegan no respondió. Pero en el fondo, sintió que se le quitaba un peso de encima. Saber que él estaba bien le confirmaba que había tomado la decisión correcta.

Stefan no le dijo a Raegan que dejara de preocuparse. En lugar de eso, la miró y le dijo: «Raegan, lo más importante para ti ahora mismo es tu propio bienestar. Cuando eres feliz, los bebés también lo sienten».

Raegan sabía que era cierto. El estado de ánimo de una madre podía afectar al feto. Sin embargo, la felicidad la eludía. Lo mejor del día era chatear por vídeo con Janey. Habían pasado días desde que habían repartido regalos en cada casa, pero seguía sin saber nada de su madre.

Erick había vuelto tarde a casa después de buscar a su madre por toda Aurora, sin encontrar ninguna pista.

A medida que pasaba el tiempo, Raegan y Erick empezaron a preguntarse si la compra de medicina tradicional de la que se habían enterado no sería más que una coincidencia.

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