Victoria, la novia alquilada -
Capítulo 20
Capítulo 20:
Victoria:
Al otro día era mi libre, pero me levanté temprano de todas formas, cuando bajé a la cocina me encontré con Franco preparando el desayuno.
“Hola, buenos días, cariño”
Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.
“Buen día, Franco”
“No pensé que te levantaras tan temprano”
“Es que debo ir a la cafetería para hablar con Lucero”
“¿Qué le dirás?”
“Aun no lo sé, supongo que ahora que voy a casarme no necesito trabajar”
Franco sonrió
“Me parece una excelente excusa”
“Supongo que tendré que acostumbrarme a presentarte como mi novio”
“Yo también, todo el mundo sabe que le rehúyo al compromiso y de pronto aparezco contigo, será todo un revuelo”.
“Eso es seguro”
Reímos a carcajadas.
Poder reírme junto con él era lo máximo.
“Ahora voy a buscar mis cosas al dormitorio, ya regreso”
“Si quieres te llevo y de paso aprovechamos air al banco y arreglar el tema de tu cuenta bancaria, tarjetas de crédito, etc. Y luego nos vamos de compras”
“Me encantaría”
…
Narrador:
Obviamente se llevaban bien, pero tenían que conocerse mejor, para ello tratarían de pasar juntos la mayor cantidad de tiempo posible.
Franco estaba recogiendo lo del desayuno, cuando escuchó pasos detrás de él, sonrió pensando que era Victoria, pero su sorpresa fue enorme al encontrarse con su abuela parada en medio de la cocina.
“Abuela, que susto me has dado, creí que eras Victoria”
“Debe ser una chica muy especial para que te arrancara esa hermosa sonrisa de tu rostro, hacía muchos años que no te veía brillar así”
“Lo es, ya te lo dije. ¿Qué haces aquí?”
“Franco, conociéndote, pasarán meses antes de que me la presentes, así que he decidido tomar la iniciativa”.
Victoria, que ya había bajado del dormitorio y se encontraba casi en la puerta de la cocina, escuchó la conversación.
Entonces subió corriendo y se metió en la habitación donde había dormido Franco.
Dio un par de vueltas sin saber bien cómo reaccionar.
De pronto miró sobre una silla y vio que estaba la camisa que el joven llevaba la noche anterior.
La tomó con ambas manos y la llevó a su nariz para oler su perfume, fue allí cuando tuvo la loca idea de desnudarse por completo, ponerse la camisa, pero desprendida hasta el ombligo, dejando un sugerente escote, alborotarse el cabello y bajar a la cocina.
Al entrar, Franco estaba de espaldas a ella, y tapaba a su abuela.
Victoria se acercó, lo abrazó por la cintura y le besó la espalda.
“Buenos días mi amor”
La tomó de un brazo he hizo que quedara frente a él.
“Hola, cariño, quiero que conozcas a mi abuela”
Ella le guiño un ojo antes de voltearse a ver a la anciana.
“¡Oh, por los cielos, Franco!, no me dijiste que tendríamos visitas”
Con toda prisa se prendió los botones de la camisa que llevaba desprendidos.
“Abuela, ella es Victoria, mi novia”
La abuela sonrió.
“Encantada, Victoria”
“El gusto es mío, Franco me ha hablado mucho de usted”
Dijo mientras le plantaba un beso en la arrugada mejilla.
“Me gustaría poder decir lo mismo, si no fuera por el boca floja de su hermano, ni me entero”
Victoria se colgó del brazo de la anciana.
“Ah, perdónelo. Yo le pedí que por ahora solo fuera entre nosotros. Es que mi familia es un poco complicada en este momento y no quiero que se enteren, seguro me comprenderá, las familias tradicionales son difíciles de conquistar”
“¡Pero criatura, si sabré yo de familias difíciles!”
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