Vendida como novia de un magnate -
Capítulo 32
Capítulo 32:
POV Sofía.
“¿Puedes creerlo? Nuestra existencia ha sido hecha para hacernos daño a lo largo de la vida, padre e hijo… estaba en E$tados Unidos cuando me envió un video… era Camila bailando… como si él lo estuviera grabando él mismo… esta era su forma de vengarse de mi”.
Agaché la mirada sin querer enfrentarme a Gael. Mi pecho subía y bajaba mientras el corazón me latía con fuerza.
“Era una bailarina… una stripper… por eso mi padre la conocía… él había ido a su show muchas veces en el pasado, y ella nunca tuvo la capacidad de decirme la verdad, ni siguiera por consideración… a mi esposa, la había visto media ciudad de México y ella solo quiso burlarse de mí”.
“Gael”.
“No es porque fuera bailarina, Sofí… ella pudo decírmelo y yo hubiese decidido qué hacer… pero todo en ella era una mentira. Me mintió desde el día uno… ella nunca fue genuina y todo fue planeado para que me enamorara de ella… su principal objetivo… salir de su vida a la cual estaba insatisfecha… estuve casado con una mujer, que solo me vio como un salvavidas… y me mintió en la cara… todo el tiempo… ocultó su verdadera vida… incluso, cuando ella había sido amante de mi padre… y es un asco”.
Mis ojos se nublaron mucho. Incluso sentí la necesidad de abrazar a Gael, pero me contuve.
“No sé qué decirte”, fue lo único que pude decir, y él besó mi dorso lentamente.
“No pude aguantarme… la ira me consumía cuando la llamé… todos mis pasos fueron tontos… llevados desde las emociones… pero sentía que mi vida estaba cayendo en un abismo, Camila lloró en la llamada, dijo que le había dado miedo decirme, pero que ella no era mala… que me amaba y que después de casarse conmigo, su vida solo se había convertido a ser mi esposa… avisé a mi madre que volaba a México… y cuando llegué, lo primero que supe es que ambas habían tenido un accidente”.
Fue imposible para mí retener mis lágrimas y apretar sus manos.
“¿Sabes? Por primera vez en mi vida no supe qué hacer, si consolar a mi abuela, llorar mi propio dolor, o hacerme cargo de mi esposa, que estaba siendo operada con urgencia. Mi madre murió en el acto… ni siquiera pude decirle alguna cosa… yo no tenía el control en mis manos de hacer nada en lo absoluto… y aunque mi deber era estar con Camila después de todo… Solo pude quedarme con mi madre, y fue otro error”.
Mi ceño se frunció mucho, limpié mis lágrimas, y negué.
“¿Por qué sería un error? Era tu madre… debías estar con ella”.
“Pero a mis espaldas… planeaban algo… la seguridad financiera de una familia se tambaleaba, y Camila era el señuelo”.
Mis ojos se abrieron mucho cuando lo miré.
“¿Qué quieres decir?”.
“Muchas cosas en contra, Sofí… sobre todo, el porqué estaba Camila con mi madre, el saber que la había descubierto… y que podía tener razones suficientes para sacarla de mi vida. Era mejor que ella siquiera se levantara… y tuvieron el tiempo suficiente para hacer cualquier cosa. Entre eso, que mi padre estuviera involucrado”.
“¿El accidente?”.
“Estoy seguro de que todo conecta”.
“Pero ¿Cómo es posible? Atentar contra tu propia vida por mantener una mentira”.
“Estoy seguro de que mamá descubrió las cosas. estoy seguro de que mi madre le reclamó a Camila… y ella solo fue dirigida por otras mentes… tener a mi madre en medio, era un punto muy negativo para todos los involucrados”.
Mis manos taparon mi boca.
“No puede ser posible”.
“No te digo que Camila sea la mente maestra, ella es solo un títere de su madre… que se confabuló con mi padre… ambos son adictos al dinero… y una vez que lo tienen, darían todo… absolutamente todo por mantenerlo… incluso, acabar con la vida de una persona”.
Sentí como un zumbido, atravesó mis entrañas y pensé en mi bebé al instante.
Si habían asesinado a la madre del mismo Gael, ¿Qué quedaba para mí? Pasé un trago amargo y luego miré a Gael.
“¿Lo supiste todo este tiempo? ¿Mantuviste a Camila cerca… solo esperando?”.
“Nunca creí ese informe… pero sabía que ella estaba siendo inducida en un coma… he investigado mucho, y Camila necesitaba estar viva, todas las cosas que he hecho hasta ahora, han sido planeadas, incluso cuando ha pasado dos años. Todo ha sido calculado perfectamente, todo menos ese día, en que choqué contigo… ese día, salí de mi rutina… y un poco de mi infierno”.
Estaba un poco aterrada por cómo hablaba naturalmente con frialdad. Él debía tener un odio y resentimiento muy fuerte en su corazón, cuando incluso pasando dos años, hubiese tenido la paciencia, y el temple para parecer neutro ante la familia de Camila, y su mismo padre.
Gael era todo menos tonto. Era un hombre completamente calculador, incluso siniestro.
“Entonces… Camila no es tan culpable”, dije de alguna forma para drenar mi condición.
“De alguna forma… ella es la persona de quien te enamoraste”., Gael tomó mi rostro y me hizo mirarlo.
“Amé a Camila, muchísimo… y sé que, en medio de todo, ella trató de salir de este problema… pero las cosas han cambiado, y ella tendrá que vivir con sus consecuencias”.
Bajé mi mirada tratando de tragarme eso.
“Sofí… así como estoy colocando mi confianza en ti… necesito que lo hagas conmigo. Las cosas pueden parecer una cosa, pero son muy diferentes… sé que estás metida en un problema que no te corresponde… y que incluso quieras huir de él”.
“Sofí… hay algo que me ha mantenido martirizado y conectado a ella en estos años… y es que cuando surgió el accidente… estaba embarazada”.
Mis ojos se alzaron hacia él.
“Hice un estudio de ADN… el bebé era mío… y el estremecimiento en mi cuerpo, fue realmente demoledor”.
Tuve que tener un poco de voluntad, la abuela había dicho que ninguno quería tener hijos, pero quería escucharlo del mismo Gael.
“¿Ustedes…? ¿Deseaban ese bebé?”.
Me quedé observando su actitud. Primero apretó la mandíbula, pero luego, lo vi negar.
“Ella no los quería, y yo… siempre estuve de acuerdo… a la larga nunca he tenido nada a fin con los niños…como hijo mayor vi muchas cosas con mi padre… así que, cree una aversión por los niños, y la niñez”.
Tuve que lamer mis labios porque estos se secaron.
“Pero enterarme de ello… me hizo sentir miserable”.
“¿Culpable?”, su mirada negra se fijó en mis ojos, y asintió lentamente.
“Mucho”, afirmé tomando sus manos, y me atreví a apretarlas.
“Tengo miedo… debo confesarlo”.
Gael también apretó mis manos.
“No conmigo… no a mi lado”.
Dudé mucho, y aunque mis labios temblaban, tuve que decirlo.
“Hay algo que necesito decirte”, Gael frunció un poco el ceño.
“Dime… yo… tengo miedo de ti”, sus ojos se abrieron impresionados, mientras su rostro se trastocó un poco.
“¿De mí?”, asentí.
“Creo que lo que voy a decirte… no te caerá muy bien, pero… no puedo ocultarlo”.
Gael se arrimó un poco hacia atrás.
“¿Qué es?”
Abrí mi boca, pero el teléfono de Gael comenzó a sonar al instante y su ceño se frunció cuando el contacto de Helena apareció allí.
“Es la abuela”.
“Deberías contestar”, él asintió colocando el teléfono en su oreja, y luego se levantó.
“Abuela”, lo vi suspirar después de algunos segundos y negó.
“Ahora mismo estoy ocupado… pero iré. No, abuela… sí, ella está bien… ¿Estás segura?”.
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