Una noche de resaca
Capítulo 7

Capítulo 7:

Elaine temía que no la aceptara, juntando ambas manos y diciendo lastimosamente: «¡Director, aunque parezco pequeña, tengo fuerza! ¡Puedo hacer cualquier trabajo! ¡De verdad! No tengo miedo a ninguna dificultad, puedo soportar trabajo bajo presión, por favor, deme una oportunidad, ¡Deje que el equipo me ponga a prueba!».

Al Director de Recursos Humanos le hizo gracia el aspecto valiente de Elaine. Efectivamente, todavía era una niña, sus palabras también eran tan tontas, ‘aunque parezco pequeña’, incluso se atrevía a decir este tipo cosas. Pero… el Director de Recursos Humanos miró casualmente el pecho de Elaine, visualmente, esta chica realmente no es pequeña ahí…

«Está bien, a partir de hoy, formas parte de la empresa…».

«¡Vaya! Jajaja, ¿De verdad? ¡Muchas gracias! ¡Muchísimas gracias! ¡Gracias!». Sin esperar a que el Director de Recursos Humanos dijera algo, Elaine saltó de alegría. Agarró y estrechó su mano con fuerza, hasta que la cara del Director de Recursos Humanos se puso verde.

No se debe provocar a esta clase de chica que entró por la puerta de atrás con una relación poco clara con la empresa. No sabía qué frases eran correctas o incorrectas, ni qué acciones podían irritar a la alta dirección.

«Elaine, puedes ir al piso 29 a informarte».

Elaine se irguió inmediatamente: «¡Esta bien!».

Dándose la vuelta, a punto de marcharse, se giró otra vez, rascándose el cuero cabelludo mientras le preguntaba: «Esto… director, quiero preguntarle ¿Cuál es exactamente el ámbito de mi trabajo?».

La ceja del encargado tembló un poco. «Oh, ahora eres la ayudante temporal del presidente”. Smith».

«Oh… ayudante…». Elaine reaccionó tres segundos más despacio antes de abrir los ojos, estupefacta: «¿Quién ha dicho? ¿El Presidente Smith? ¿Asistente temporal? No se habrá equivocado, ¿Verdad?».

¿Cuántos presidentes tenía esta empresa?

«Sí, el Presidente Smith, nuestro jefe mayor, el Presidente Emmett Smith».

Elaine se quedó petrificada en el acto. Cielo, tierra, quién pudiera venir a despertarla. Una recién graduada de la secundaria como ella podía llegar a ser la asistente presidencial de una gran empresa… claro que era temporal.

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