Una mamá psicóloga -
Capítulo 96
Capítulo 96:
POV Lucas
“La casa de mis padres verdaderos lo es más”
Bajo del auto antes de abrir la puerta para ella.
“Y la de campo tampoco se queda detrás, pero no es nada para darle Importancia “
“Claro…”, responde ella tomando mi mano para salir de su asiento.
“Todos tienen casas así en su familia”.
“No, pero lo material nunca ha sido lo mas importante en esta casa”
Le digo ordenado delicadamente su cintura con mi brazo.
“Así que no te sientas menos o algo similar”
Ella no dice nada.
Mi cuerpo se siente extraño al rodearla y noto que a cambiado ese aroma que solía usar.
Sonrió ligeramente al darme Guanta de que este solo me gusta mucho más e intento recordarme que tipo de acuerdo es este.
Ayudo a Beatriz a subir las escaleras del porche.
Me detengo a mirar su vestido verde con pequeños dibujos florales en tonos blancos que le queda encantador.
“¿Crees que estoy vestida apropiadamente?”
“Estas hermosa”, admito.
“Y en realidad demasiado formal para la ocasión”.
“¿Formal?”, niega.
“Este vestido es…”
La puerta de casa se abre.
La mujer a mi lado se tensa y la vuelvo a pegar a mi cuerpo tomándola de la cintura.
Mi madre mueve sus ojos de la chica a mi lado hasta mi mientras su copa de vino continúa suspendida en una de sus manos.
“¿Quién es ella cariño?”
Mamá le sonríe a Beatriz.
“Disculpa que sea descortés pero mi hijo no dijo que alguien mas vendría”.
“Ella es mi novia mamá”, respondo.
“Quería darles una sorpresa pero la acabas de arruinar”
Puedo ver perfectamente cómo esas palabras son de codificadas en su cerebro.
Su rostro pasa de una exuberante sonrisa a una completa incredulidad y luego su copa cae al suelo cuando cubre su boca con ambas manos.
“¡Oh cielos!”
Ese grito hace que mi padre corra hasta donde estamos.
La chica a mi lado me mira con nervios pero le hago un gesto disimulado de que todo está bien.
“¿Qué sucede amor?”
Mi padre me observa mientras sostiene a su mujer con duda.
“¿Por qué gritaste?”
“Nuestro bebé…”, murmura avergonzándome.
“Nuestro bebé dice que tiene una… una novia”
“¡De verdad!”
Mi padre mira a la chica a mi lado.
“¿De verdad eres su novia?”
“Si, yo…”, carraspea.
“Soy la novia de Lucas, señor”.
“¡Increíble!”, grita mi madre alejándose de mi padre.
“Ven aquí niña, ven conmigo”
Mi madre prácticamente sujeta a Beatriz como si ella fuera a escapar en cualquier momento.
La rescato de dicho agarre tomándola de la mano e intentó sonreír con normalidad.
“Deberíamos entran en casa y hablar de esto como personas”
Los miro a ambos.
¿En serio dudaban tanto de mí?
Beatriz va a pensar que son unos locos.
“¡Oh!”
Mi madre asiente.
“Discúlpanos, de verdad, cuida de no pisar los bodrios y vamos dentro cariño”, se señala.
“Yo soy Lizbeth, la madre de lucas y este es Jeremías su…”
“Sabe que es mi tío, le conté mamá”.
“¡De verdad!”
Mi madre sonríe aún más.
“Entonces realmente necesito conocer a esta chica”.
Beatriz sonríe nerviosamente mientras mu madre la hace pasar.
La sigo con mi padre mirándome demasiado de cerca.
“¿Es realmente tu novia?”
Ella me cuestiona.
“O solo estas montando un teatro”.
“Es mi novia, papá”
Miento con seguridad.
“Lo hicimos formal ayer así que pensé en contarles”.
“¿De verdad?”
“De verdad papá, ella es mi…”
Ver a mi hermana tirada en sofá con su perro desagradable, me hizo decir:
“¡Lulu!”
Evado a mi padre.
“¡Viniste!”
“¡Claro hoy es un gran día para mamá!”, ella sonríe.
“No podía perdérselo por nada de este mundo”.
POV Beatriz
Si tuviera que describir cómo me siento diría que me siento abrumada, aunque fuera de lugar también estaría bastante bien, este lugar, esta casa, es mucho más de lo que me imaginaba.
No puedo evitar sentirme así porque nunca vi nada como este lugar antes.
Crecí en un barrio humilde.
Creí en una familia que solo vivía con lo necesario porque había muchas personas a las que ayudar.
Ellos eran personas mucho más necesitadas que debíamos cuidar en la iglesia, así que nunca tuve la oportunidad de rodearme de tantas cosas como esta.
Cuando el doctor me llevó a su departamento sabía que él tenía dinero, tanto el lugar como los muebles en él, lucían caros.
Pero nunca imaginé que tendrían tanto en su familia.
Me remuevo inquieta en mi asiento cuando pienso en el hecho de que estoy viviendo bajo el mismo techo con un chico adinerado y que no es mi esposo.
“¿Qué sucede cariño?”
La voz femenina que me pregunta hace asentir.
Aunque realmente tengo el estómago latiendo de incomodidad.
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