Una mamá psicóloga
Capítulo 141 (FIN)

Capítulo 141: (FIN)

POV Beatriz

“¿Cómo está nuestro bebé?”

“Todo está bien, solo te extrañamos”.

“Yo también los extrañé”, me dice Lucas.

“¿La pasaste bien con mamá?”

“Por supuesto sabes que amo pasar tiempo con ella y tú…”

“¡Papi!”

“¡Papi!”

Mis hijos gritan cuando notan la presencia de Lucas.

Me siento desplazada cuando él se acuclilla para recibirlos y mi corazón se llena una vez más mientras veo a Lucas cargar a mis hijos con tanto cariño.

“¿Se portaron bien con mamá?”, les cuestiona.

“¿Lo hicieron verdad?”

Mis niños asienten.

Me acerco a ellos mientras mi suegra besa en la mejilla a su hijo y los niños son depositados en el suelo una vez más por su padre.

Lucas charla un rato con su madre mientras esperamos a que la empleada recoja las cosas para irnos a casa.

Nos despedimos de mi suegra un rato después, subimos al auto para irnos a casa, pero Lucas conduce por la ciudad en dirección contraria a nuestra casa, miro hacia él con la duda en mis ojos.

“¿Qué está sucediendo?, ¿Vamos a algún lugar?”

“No sucede nada y sí, vamos a casa de tus padres”, me dice.

“Vas a presentarle a sus nietos y Juego nos iremos a casa”.

“Lucas, ellos no quieren…”

“Ellos necesitan conocer a los niños”, me dice.

“Démosle esta última oportunidad, quiero que seas feliz Beth”.

“Soy feliz Lucas, yo…”

“No me mientas Beatriz”; me dice.

“Te conozco, así que solo hablar con ellos”.

Asiento.

El auto se queda en silencio durante el final del trayecto hasta casa de mis padres y una vez nos detenemos frente a la casa de mis padres.

Mi corazón comienza a latir nervioso.

Mis manos se mueven hasta enlazarlas con las de mi esposo y cuando llamo a la  puerta me digo que debo ser fuerte, esta es una última oportunidad.

La persona que abre la puerta es mi madre.

Su rostro pasa, de la preocupación a la emoción y luego simplemente se enfada. Mi padre se acerca cuando mi madre no responde a su llamado.

“¿Qué haces aquí, Beatriz?”

“Vine a presentarle sus nietos”, responde Lucas.

“Al menos debería verlos una vez, son su sangre después de todo”.

“Esos niños…”

“Silencio”

Mi madre mira a los niños.

“¿Cuáles son sus nombres?”

“Lauren y Lian”, respondo.

“¿Quieres cargarlos?”

“No, no quiere”, responde mi padre.

“Ahora márchense”

“Mire señor, si su orgullo es más fuerte es su asunto”

Lucas toma una tarjeta de su bolsillo y se lo entrega a mi madre.

“Usted señora solo venga a casa cuando quiera verlos”.

“Adiós mamá”, murmuro.

“Adiós padre”.

“No vuelvas a venir aquí, no quiero preguntas en la iglesia los domingos”.

La puerta se cierra.

Mi corazón duele, pero una gota de esperanza se enciende al recordar la mirada de mi madre.

Lucas me ayuda a bajar las escaleras con una pequeña sonrisa.

Me ayuda a subir a los niños al auto antes de subirnos también y besa ligeramente mis labios antes de prender el auto.

“Vamos a casa y esperemos la visita de tu madre”, me sonríe.

“Estoy seguro de que irá en pocos días”

“Gracias, Lucas”, susurro.

“De verdad que eres un ángel en mi vida”.

“Tú eres el ángel Beatriz”, murmura.

“Te amo, te voy a amar toda la vida”.

“Yo te voy a amar más, mucho más Lucas”.

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FIN

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