Una madre de alquiler
Capítulo 73

Capítulo 73:

Fueron a la piscina y Amanda se puso sobre la espalda de Anthony. Cindy y Ken se sumergieron e hicieron el amor. Anthony abrazó a su amada y la besó, luego, nadaron juntos y comenzaron a jugar como niños. Los dos hombres se golpeaban en broma y se tironeaban, y pronto el resto de sus amigos empezaron a bajar a la piscina.

“Buenos días, chicos” saludó Lisa.

“Buenos días, ¿Estabas durmiendo?” preguntó Amanda.

“Son noches difíciles” se rio ella.

“Sí que lo sabemos” bromeó Cindy.

Se quedaron juntos en el agua, y después los chicos comenzaron a beber y a asar la carne, mientras que las chicas se quedaron en un lugar más apartado conversando.

“Entonces lo de ustedes va en serio” dijo Lisa.

“Sí, me encanta la pareja que hacen” acotó la otra chica.

“Todo fue muy inesperado y no pude decir que no. Estoy loca por él” contó Amanda.

“Son terribles” se rio Arianne.

“Muchas felicidades” dijo Elizabeth.

“Gracias, tú también tienes que encontrar a alguien pronto”.

“Estoy esperando a que llegue mi príncipe azul”.

“Ya somos dos” acotó Lisa.

“Los chicos disponibles no tienen futuro, así que mejor sigan esperando el milagro” dijo Arianne entre risas.

“¿Bebemos unas caipiriñas?” propuso Cindy.

“Vamos” acordó Amanda.

“Preparémoslas en la zona gourmet” dijo Lisa.

Salieron de la piscina y fueron a hacer los tragos. En ese momento, Anthony se acercó a Amanda y la abrazó por detrás, besando su hombro.

“¿Vas a beber, amor?” preguntó Anthony.

“Sí, un poco. Tú no vas a beber, ¿Cierto?”

“¿Por qué?”

“Porque tienes que conducir” explicó Amanda.

“Ah, sí, ya sé. No voy a beber nada”.

“Genial. Qué muchacho tan bueno” bromeó ella, lo que hizo reír a su novio.

Volvieron afuera adonde estaba la parrilla, y él se quedó con Ken mientras asaba la carne. Las chicas, por su parte, prepararon la caipiriña y se quedaron bebiendo en la mesa. Al cabo de un rato, Amanda fue al baño que estaba en la sala, pero, cuando abrió la puerta para salir, alguien la empujó adentro.

“¿Qué haces, Peter?” exclamó la chica.

“¿En serio piensas que voy a aceptar que Anthony me reemplace?”

“Nunca te di esperanzas ni dije que iba a pasar algo entre nosotros” dijo ella, indignada.

“¿Pero sabías que yo quería estar contigo?” replicó él.

“Bueno, no. Llevo días con Anthony”.

“Ya lo sé. Te escuché diciéndole a tu amiga que estás criando a su hija.

“¿Qué?”

“No quieres que nadie lo sepa, ¿Verdad, nena?”

“Déjame salir, Peter. Intentó abrir la puerta, pero él se interpuso”.

“No. Primero quiero un beso”.

“Basta”.

“Tú eliges: haremos esto por las buenas o por las malas. Si no, les contaré la verdad a los demás”.

“Di todo lo que quieras” respondió ella, con ojos desafiantes”.

“De acuerdo. Lo haré, pero todavía quiero el beso”. La tomó de la muñeca, y ella intentó resistirse sin éxito.

“Suéltame, Peter”.

“No sabes cuánto me contengo al verte con esos bikinis” susurró.

“Basta. Ya suéltame”.

“Solo un beso, nena. No hay necesidad de que te pongas nerviosa.

“Te dije que no”.

“Vamos. No es para tanto, Amanda”.

“Si no te vas, voy a gritar” lo amenazó.

“Nadie escuchará nada. Están todos afuera” dijo él con una sonrisa. No le quitaba los ojos de los labios. “Solo un beso, hermosa. Anthony no lo sabrá”. Tras decir eso, intentó besarla; sin embargo, la joven volteó el rostro de inmediato, por lo que él empezó a darle besos en el cuello. Amanda intentó empujarlo con todas sus fuerzas, pero, como él era mucho más fuerte que ella, comenzó a desesperarse y sintió que le faltaba el aire. Se le había formado un nudo en la garganta y no paraba de jadear”. ¿Amanda?”

“No pue… no puedo respirar” balbuceó.

“¿Qué? Deja el drama porque no te creo”.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar