Una madre de alquiler
Capítulo 225

Capítulo 225:

“¿Almorzamos?” preguntó Anthony.

“Sí, pero primero voy al baño, ¿De acuerdo?”

“Está bien. Te espero aquí”.

“Está bien”.

Amanda fue al baño y Anthony se ubicó en una mesa del patio de comidas. Ella se miró al espejo en el baño con el brazalete y de la nada su cuerpo se congeló al ver a Devon detrás de ella. Miró hacia atrás y sintió que le puso un paño en la boca y la durmió. A Anthony le pareció que Amanda se estaba demorando, miró alrededor, pero no la encontraba. Fue hacia el baño, pero no pudo entrar porque era para mujeres.

La llamó y escuchó que su celular sonaba en el piso; lo tomó, ya en el interior del baño, y abrió cada puerta con mucha fuerza. Amanda no estaba a la vista, su bolso estaba en el fregadero con todos sus documentos y dinero. Su camisa estaba en el bote de basura. Anthony salió desesperado y los guardias de seguridad corrieron hacia él.

“Secuestraron a mi esposa, ¿Cómo no pueden ver lo que pasó aquí?”

“Señor, el baño es para mujeres, no podemos entrar” respondió uno de los guardias.

“Vimos a un hombre cargando a una mujer, pero lo escuchamos decirle a una señora que se sentía mal” dijo el otro guardia.

“Era ella, idiotas, búsquenla, encuéntrenla como sea; llamen a todo el equipo de seguridad y ordenen a la policía que cierre todas las entradas y salidas a las calles”.

“Sí, señor” contestó el guardia.

Anthony fue a la sala de cámaras de seguridad y entró sin preguntar. Nadie se atrevió a decir nada porque lo reconocían. Anthony pidió ver las imágenes de los baños, pero todo se veía normal. Estaba seguro de que habían jaqueado las cámaras. Golpeó la mesa con furia y salió corriendo hacia el auto. Vio un auto de seguridad y se dirigió hacia los guardias.

“Mi esposa tiene un brazalete con un dispositivo de rastreo, ¿Encontraron el auto?”

“Sí, es un Range Rover SV azul, un equipo ya lo está persiguiendo, la policía ha bloqueado todas las calles”.

“Está bien, se está moviendo..”. dijo Anthony mientras rastreaba el brazalete.

“Vamos”.

Anthony se subió a su auto con dos guardias de seguridad y el otro auto iba tras él. Anthony corría tras Amanda con el corazón en la mano, se preguntaba cómo estaría, cómo estaría el bebé, si les habían hecho algo. Amanda se despertó porque sentía un viento en la cara y abrió los ojos. Vio que estaba dentro de un auto en movimiento, miró hacia un lado y vio a Devon conduciendo.

“¿Qué estás haciendo? ¿A dónde vamos? Quiero a Anthony, ¿Dónde está Anthony?”

“Cállate”. La golpeó en la cara.

“Me vas a pagar por lo que hiciste. Anthony me quitó a Ruby, ¿Sabías?”

“¿Qué? Ruby pagó por lo que hizo”.

“Cállate, carajo, siempre pensé que eras una mocosa malcriada, solo sabes hablar de este idiota de mi$rda y llorar. Llora con ganas ahora”.

“Pensé que eras una buena persona, no puedo creer que creí en ti”.

“Deja de bla, bla, bla, cállate”.

“Déjame salir, quiero salir de este auto, déjame ir, te prometo que enviaré a Anthony a buscar la manera de que la liberen”.

“Jamás. Me las van a pagar, ¿Crees que no sé qué me denunció por asesinato? Hay un detective detrás de mí, la policía me persigue”.

“¿Quién te mandó a ser una basura?”

“Estoy cansado de tu voz”.

Devon detuvo el auto y Amanda se desesperó. Él bajó del vehículo y la chica aprovechó para abrir la puerta y salió corriendo muy nerviosa. Devon corrió tras ella y la tomó del brazo, haciéndola caer.

“Levántate, p$rra”.

“Por favor”.

Devon la tiró hacia el auto y Amanda se arrastraba y quería escapar, pero cayó y se golpeó los brazos, las piernas y la espalda. Devon la subió al auto y le volvió a pegar en la boca, luego se subió al auto y siguió conduciendo.

Anthony notó que ella había dejado de moverse y aceleró, muy nervioso; su corazón se aceleró por el miedo de que alguien le estuviera haciendo algo. Estaba muy cerca del otro auto y, cuando por fin estuvieron a la par, Anthony vio a Devon y a Amanda desmayada.

.

.

.