Una madre de alquiler
Capítulo 181

Capítulo 181:

“Gracias, papá. Ven, sentémonos aquí” le dijo a su amiga. Se sentaron en el sofá y se abrazaron. Murilo se fue para dejar hablar a las amigas.

“Te ves tan hermosa”.

“Y tú estás tan linda” respondió Chelsea.

“Extrañaba tus locuras. Siempre te recordaba, pero no tenía el coraje de llamar porque me pedías que volviera o hablabas de mi familia. Extrañaba mucho Suecia”.

“Entiendo. Aunque hablamos por mensajes, te extrañé mucho”.

“¡Quiero saber todo sobre tu vida! Ja, ja, ja” exigió Amanda.

“Dejémoslo para otro momento, quiero saber de ti. ¿Cómo es tu vida allá?”

“Mejor imposible, te dije que soy madre ¿No?”

“Tengo muchas ganas de conocer a tu hija”.

“Y me voy a casar, ja, ja, ja”.

“¿Qué?”

“Olvidé presentarte, mi prometido vino conmigo, es el padre de Lucy, del que te hablé”.

“Cielos, siempre imaginé que iba a haber algo entre ustedes, nadie es madre sin meterse con el padre del niño. Hablo de sentimientos, claro”.

“Amor, ven aquí” Llamó Amanda.

“Oh, Cielos, ¿Está aquí?” preguntó Chelsea.

“¡Sí!”

“Hola” saludó Anthony.

“Amor, ella es Chelsea. Es y siempre ha sido mi mejor amiga. Chelsea, él es Anthony, mi prometido” los presentó la joven.

“Hola, encantada de conocerte” dijo Chelsea.

“Es un placer. Es agradable conocer a las personas que ama mi prometida”.

“¿Hablas portugués? ¡Qué gran chico!”

“Ella es como Cindy, así que no te asustes” explicó Amanda.

“¿Dos Cindy? No lo aguantaré, ja, ja, ja” bromeó él.

“¿Quién es Cindy?” preguntó Chelsea.

“¿Me estás cambiando, Amanda? ¡Quiero saber!”

“Cindy es una amiga que hice en el extranjero”.

“No vayas a decir que es tu mejor amiga. ¿Me cambiaste?”

“Siempre serás mi hermanita. Pero hice amigos, como tú también debiste haber hecho”.

“Si me cambias, verás lo que hago”.

“No harás nada” dijo Amanda entre risas.

“No creo que no haga nada. Tiene el mismo carácter que Cindy, son iguales hasta en su forma de amenazarte” comentó Anthony.

“No quiero ser como la otra, yo soy única” protestó Chelsea.

“¡Qué celosa!” bufó Amanda.

“Me alegro de que ella no esté aquí para escuchar esto. Ya puedo imaginar el lío que iba a hacer” agregó Anthony.

“Es verdad, ja, ja, ja” coincidió su prometida.

“Amanda, ¿Puedo hablar contigo? A solas” interrumpió Murilo.

“Claro, vamos al jardín”.

“Amor…” advirtió Anthony.

“Vuelvo enseguida, ¿De acuerdo?” respondió por lo bajo. Después se levantó y fue con Murilo al jardín y se sentaron en un sofá.

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