Una madre de alquiler -
Capítulo 150
Capítulo 150:
Había pasado un rato y el hombre seguía en el agua cuando llegó Lucy, quien, al escuchar que había alguien en la piscina, se acercó y vio a su padre.
“Quiero, papá, quiero” dijo la niña.
“No, hija. Ya hace frío y, además, no puedes meterte con esa ropa”.
“Quiero a papá”.
“Hija, ¿Por qué no vamos a bañarte mejor?” le preguntó Amanda.
“No, mamá, quiero a papá”.
“Ven aquí”
Anthony salió de la piscina, fue hasta donde estaba Lucy, le quitó todo dejándole solo la ropa interior y la metió a la piscina con él.
La niña estaba tan emocionada que golpeaba el agua salpicando todo.
Amanda aprovechó para darse una ducha; mientras se bañaba, no dejó de pensar en lo que estaba pasando y en la frialdad de Anthony.
Una vez que terminó, se puso ropa cómoda y bajó a la sala. En el camino, se cruzó a Anthony que iba subiendo las escaleras con Lucy en los brazos; el hombre la ignoró por completo: siguió subiendo y no dijo nada. Una vez que padre e hija se ducharon, bajaron también a la sala de estar.
Unas horas más tarde cenaron y, luego de jugar un poco con su hija, Anthony la llevó a dormir. Cuando regresó a la sala, vio que Amanda estaba muy entretenida hablando con Sabrina. Sin embargo, unos instantes después, sus padres también decidieron irse a dormir, por lo que Anthony y Amanda se quedaron solos.
Ante esa situación, el hombre prefirió salir a tomar aire, pero la joven lo siguió y se sentó al lado.
“¿Puedo hablar contigo?” preguntó ella.
“Sí”.
“Lo siento, de verdad. No quiero estar lejos de ti. Fui egoísta al no ponerme en tu lugar y pensar solo en mí. Estaba muy molesta, pero no puedo alejarme de ti. Te amo y no soporto vivir así contigo. Por favor, perdóname”.
“Amanda, no necesitas disculparte, ya que fui yo quien cometió el error. Soy yo quien debe pedirte perdón a ti”.
“Pero yo creé esta tormenta entre nosotros, así que fue mi culpa que los dos sufriéramos. Anthony, no puedo estar sin ti”.
“Hablemos de esto más tarde, ¿Sí? Ahora no puedo pensar en nada”.
“Dime algo, cualquier cosa, pero ya no puedo con tu frialdad y esta distancia entre nosotros”.
“Es que necesito pensar en todo lo que está pasando. Eres una mujer con muchas cualidades, pero tienes un defecto que me hace dudar de esta relación. No sé qué decirte; te amo, pero eso no es suficiente. Ahora mismo no estoy seguro de lo que quiero”.
“Trataré de cambiar, pero no me dejes, ¡Por favor!” exclamó Amanda llorando.
“Cuando empezamos a salir, te dije que si tenías dudas o había algo que te molestaba, o incluso si discutíamos, nos sentáramos a hablar antes de tomar cualquier decisión. Tú lo aceptaste, pero no lo cumples. Es la segunda vez que lo haces: el día en que casi mueres y ahora. En lugar de tratar de resolverlo hablando, preferiste tomar el camino fácil. Dijiste que temías que volviera a cometer el mismo error, pero ahora soy yo el que tiene miedo, miedo de que, cada vez que discutamos o suceda algo, termines conmigo”.
“Lo siento. A veces no sé cómo actuar y escapo de la situación, pero te juro que mejoraré; haré lo que me dijiste y no te dejaré nunca más”.
“No puedo pensar en eso ahora. Todo lo que pasó me afectó mucho y solo quiero concentrarme en Lucy y en lo que está pasando”.
“Está bien, entiendo. Sé que es un momento delicado. Si me necesitas, aquí estaré”.
“Gracias”.
“Pero no me alejes de ti, ¿De acuerdo? Sé que las cosas están mal entre nosotros, pero no me dejes fuera de tu vida”.
“Nunca estarás afuera. Ven aquí”.
Anthony le tomó la mano y ella se acercó; luego, él se sentó, la apoyó sobre su pecho y los dos se quedaron en silencio mirando el cielo estrellado y sintiendo la atmósfera pesada.
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Nota de Tac-K: Pasen una muy agradable noche de fin de semana lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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