Una madre de alquiler
Capítulo 142

Capítulo 142:

Después de horas de llorar, Anthony se recompuso y miró a su madre.

“Estaré bien, mamá. Es la segunda vez que paso por esto. Sobreviví la primera vez y ahora también lo haré. ¿Ahora entiendes por qué no puedo abrirle mi corazón a nadie? Yo me equivoqué, sí, pero ella fue la que eligió renunciar a nosotros, a pesar de que prometí compensar mi error. No soy perfecto, tengo fallas y defectos como todo el mundo. Dime quién no hizo algo estúpido alguna vez cuando estaba enojado. No fui el primero ni seré el último al que le suceda. Ahora debo continuar con mi vida, toma estos anillos y sácalos de mi vista. Y escucha lo que te voy a decir: nunca más me volveré a enamorar, recuérdalo y no intentes disuadirme porque, si este es el precio del amor, prefiero morir solo”.

Dejó sola a su madre y se fue a su habitación. Sabrina lloró por la tristeza que sentía su hijo, pues solo podía imaginarse cuánto le dolía todo eso. Su marido la vio allí y se acercó preocupado.

“¿Qué ocurrió?”

“Todo terminó, nuestro hijo se cerró de nuevo y esta vez siento que es para siempre. Está sufriendo mucho, sé que se equivocó, pero para mí es muy difícil volver a verlo así”.

“Tranquila, querida, todo se resolverá. Los amores son así, van y vienen, y, cuando son demasiado intensos, dejan una herida. Él va a estar bien y estaremos aquí para ayudarlo y también para ayudar a Amanda. Creo que no ha sido fácil para ninguno de los dos, a pesar de que ella haya sido quien tomó la decisión”.

“Lo sé, ella también está sufriendo, no abandonaré a ninguno”.

“Cálmate, ¿Sí? Ellos son adultos y, cuando se les pase el enojo, no pensarán igual. Si el amor es verdadero, nada los detendrá, mucho menos una pelea”.

Se abrazaron en el jardín y entraron a la casa. Se quedaron en la sala y Esther les avisó que la cena estaba servida. Amanda bajó con Lucy y se sentaron con ellos. En ese momento, Anthony bajó las escaleras bien vestido y se dirigió hacia la puerta.

“Anthony, ¿Adónde vas?” preguntó Sabrina poniéndose de pie.

“Salgo”.

“¿Papá no va a cenar?” preguntó Lucy.

“No, princesa, papá no tiene hambre. Regresaré luego, ¿De acuerdo?” le dijo.

“Cuídate, hijo mío, no hagas ninguna locura”.

“Sé cuidarme solo, mamá. Cualquier cosa, llámame”.

“Sí” respondió ella.

Él le lanzó un beso a su hija y se fue. Los demás continuaron cenando en silencio y la única que hablaba era Lucy. Amanda trató de no darle importancia, pero le explotaba el pecho de dolor.

Después de la cena, miraron caricaturas con Lucy en la sala. Geoffrey y Sabrina hablaron un poco para relajarse, como si todo estuviera bien. Luego, a la niña le dio sueño, así que Amanda subió con ella para acostarla y se quedaron juntas un rato.

La joven después bajó a la sala y acomodó los juguetes que habían quedado en la alfombra. Los padres de Anthony subieron a la recámara y ella se quedó en el sofá por un tiempo. Solo podía pensar en él: dedujo que volvería a su vida anterior y eso la decepcionó mucho, pero no podía permitirse sentir eso.

No tenía que darle importancia si él elegía ese camino. Subió a su habitación y trató de dormir, pero se despertó en la madrugada y fue a la cocina a beber un vaso de agua. En ese momento, llegó Anthony, que la ignoró por completo y subió las escaleras para ir a su habitación.

Se sentía el olor a whisky desde lejos; Amanda terminó su vaso y volvió a acostarse. Miró la conversación con él en su teléfono y vio que estaba en línea, pero luego se desconectó. La chica dejó caer algunas lágrimas e intentó volver a dormirse.

Anthony había ido a una fiesta en la casa de Isaac y había tomado muchísimo. No había estado con nadie porque lo único que quería era ahogar sus penas con la bebida. Cuando llegó a la casa y vio a Amanda, se gritó a sí mismo que se iba a olvidar de ella, así que la ignoró y fue a su habitación.

Una vez allí, se quitó la ropa y comenzaron a llegarle mensajes de varias mujeres que habían estado en la fiesta. Estaba tan cansado que no le respondió a ninguna y fue a tomar una ducha. Apenas terminó, se tiró en la cama y se durmió al instante.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar