Una madre de alquiler
Capítulo 139

Capítulo 139:

“¿Su exesposa está aquí?”

“Eso me temo”.

“¿Pero eso qué significa? ¿Qué es lo que quiere?”

“Aún no lo sabemos, no tenemos idea de cuáles son sus intenciones. Por eso Anthony no quiere que Lucy salga, por si acaso. Pero tú siempre serás la única madre para ella y ha sido un terrible error que él te haya tratado así. Estaba desesperado y no supo manejarlo”.

“¿Él aún la ama? ¿Es por eso que está así?”

“No, claro que no. Tú eres la única mujer en su vida. Y estoy seguro de que nunca la amó tanto como a ti”.

“¿Lucy está bien?”

“Sí, pero te extraña mucho”.

“Esto no justifica la actitud de su hijo”.

“Lo sé, nada lo hará. Pero la niña te necesita, vuelve a casa”.

“Si vuelvo, necesito que sepan que lo hago solo por ella. No quiero que Anthony se me acerque, y tampoco habrá boda”.

“¿Qué quieres decir con eso?”

“No pensarás que voy a casarme con un hombre que casi me pega, que me gritó y me maltrató así. Cuando se ponga nervioso otra vez, ¿Qué pasará? ¿Va a volver a comportarse como ayer o me pegará directamente? Y, cuando la otra mujer aparezca, ¿Se desquitará conmigo? No pretendo pasar por nada de eso, prefiero evitarlo”.

“No hagas esto, Amanda. Estás siendo impulsiva. Jamás lo haría de nuevo porque él no es así. Estaba demasiado nervioso, pero no volverá a pasar”.

“Lo siento, pero no puede hablar por él. Si eso es todo, creo que puede irse”.

“Está bien, te dejaré para que pienses tranquila”.

Amanda lo acompañó a la puerta y luego cerró con llave. Se apoyó contra la pared y Cindy fue a abrazarla.

“Ella volvió” le contó a su amiga.

“Lo sé, oí lo que te dijo. Pero si Anthony dice que te ama a ti, tienes que confiar en su amor, amiga. No sigas torturándote creyendo que todavía le gusta ella. Ya forma parte de su pasado y no significa nada para él”.

“¿Y si quiere tener a Lucy para ella sola?”

“Él no la va a dejar, tiene la custodia total y ella no tiene ningún derecho”.

“Pero el juez podría concederle un permiso”.

“¿Cómo? Si ni siquiera es la madre, la única madre de la niña eres tú, el derecho es tuyo y siempre lo será”.

“¿Y qué hago con Anthony?”

“Lo que diga tu corazón. Cuando estés lista, habla con él y escucha lo que tiene para decir. Sé que nada justifica lo que te hizo, pero ustedes se aman y él no haría algo así para lastimarte”.

“Tengo que pensarlo”.

Se abrazaron y fueron a acostarse.

Cuando Anthony vio salir a su padre, encendió el coche y esperó las malas noticias.

“No será nada fácil, hijo. Tendrás que ser paciente y fuerte” dijo Geoffrey.

“¿Qué te dijo?”

“Para ella, la relación se acabó. Volverá a casa, pero solo lo hará por la niña y no quieres que te acerques a ella”.

“Demonios. ¿Cómo puede ser que todo haya terminado?” dijo deteniendo el coche.

“Tiene miedo de que le hagas daño de nuevo, de que un día te enojes y la uses para desquitarte. O de que aparezca tu ex y te descargues con ella otra vez. No quiere que la lastimes cuando tengas la cabeza caliente. Prefiere terminar todo y evitarlo”.

“Papá, yo nunca haría algo así”.

“Su brazo está morado, hijo”.

“Sé que fui demasiado brusco y que terminé apretándole el brazo de más, pero nunca, nunca jamás, le pondría una mano encima. No lo haría”.

“Lo sé, pero está asustada”.

“No puedo estar sin ella, padre, no puedo aceptar que me deje”.

“Fue una decisión impulsiva, esperemos que lo piense un poco más”.

“¿Y si ya no me quiere?”

“Entonces la volverás a conquistar”.

“¿Cómo reaccionó con lo de mi ex?”

“Me preguntó si la amas o si sientes algo por ella. Yo creo saber la respuesta, pero dime: ¿Cómo estás con todo esto?”

“Claro que no siento nada por ella. Amo a Amanda; por mi ex solo siento enojo y desilusión, nunca me conmovería su regreso porque estoy enamorado de alguien más”.

“Eso es exactamente lo que le contesté, pero ella no dijo nada. Está muy insegura aún, y es lógico. Tiene muchas cosas para pensar, así que no hagas nada que pueda confundirla”.

“Lo sé, espero que me perdone y vuelva a mí, no cancelaré la boda”.

Regresaron a la casa y Anthony estaba totalmente abatido. No podía dejar de pensar en Amanda y en la posibilidad de estar sin ella.

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