Una madre de alquiler -
Capítulo 131
Capítulo 131:
Amanda pasó bien la tarde y siguió tomando los medicamentos. Sabrina se fue y Anthony se quedó con la joven, que durmió todo el día y, para cuando despertó, ya se sentía mucho mejor y el médico fue a examinarla nuevo.
“Voy a confiar en usted. Ahora se siente mejor, pero todavía tiene dolor de garganta, diarrea, náuseas, hinchazón y picazón, así que beba mucha agua y coma bien”.
“Gracias, doctor, me cuidaré” dijo ella.
“Ante cualquier otro síntoma, vuelva inmediatamente”.
Amanda asintió y volvieron a la casa en coche. Al llegar, Lucy corrió hacia su madre y la abrazó. Anthony tomó a la niña en brazos y fueron al sofá.
“Me alegro de que estés bien” dijo Sabrina.
“Solo fue un susto” contestó la joven.
“Nos olvidamos por completo de mencionar tu alergia”.
“A mí también se me olvidó, que vergüenza” se rio.
“No, no te sientas así”.
“Mamá, haz una lista de los nombres de los platos que preparó Fernanda y envíanosla, no tiene que volver para que los probemos”.
“Está bien, elegiré los mejores platos” dijo ella.
“Me alegro de que aún tengamos tiempo para hablar sobre el sabor del pastel” dijo Amanda.
“Ahora que tenemos estas cosas resueltas, falta pensar en el vestido, el peinado y el maquillaje”.
“Del vestido nos encargaremos solo después de que Amanda vuelva al médico” intervino Anthony.
“Será en tres días” informó Amanda.
“Está bien, cariño, ve a descansar un poco” dijo Sabrina.
“Ya me cansé de descansar”.
“¡Mira esto, mamá!” La llamó Lucy.
“Espera a que mamá se duche y luego vuelvo para que podamos mirarlo, ¿De acuerdo?”
La niña estuvo de acuerdo, así que Amanda se levantó y Anthony la siguió. Subieron a la recámara y ella fue al baño, él entró detrás mientras ella se quitaba la ropa y comenzó a hacer lo mismo.
“Esto es una invasión a la privacidad” dijo ella.
“Claro que no”.
“Eres un tonto” dijo entre risas.
“Solo quiero hacerte compañía”.
“No dije que quisiera eso”.
“Pero sé que lo quieres. Tienes todo el cuerpo rojo, amor”.
“Por eso, vete, no me mires”.
“Yo te cuidaré” dijo él mientras se acercaba.
“Eso me encantaría”.
“No me digas eso” murmuró Anthony. Ella se quitó toda la ropa y él se quedó atónito.
“¿No te vas a bañar en lencería?”
“No, actúas como si nunca me hubieras visto desnuda”.
“Es que creí que te ibas a bañar en ropa interior”.
“Estaba sola aquí, si no puedes ducharte conmigo así, espera afuera”.
Ella abrió el agua y comenzó a ducharse; él tragó saliva, respiró hondo y entró detrás. Vio cómo corría la espuma del jabón por su cuerpo desnudo y le dio la espalda para tratar de controlarse. Amanda siguió lavándose mientras él intentaba no mirarla, pero le resultó imposible.
Al fin, la apoyó contra la pared y la besó con mucha intensidad, la chica reaccionó de la misma manera, pero se detuvo poco después, sin aliento. Besó su cuello, luego su oído y Amanda ya estaba entregada. Solo se alejó cuando vio que había llegado demasiado lejos y volvió a concentrarse en el aseo, sonriendo. Cuando terminaron, Anthony le puso una crema en el cuerpo y se vistieron, él le secó el cabello y ella lo miraba a través del espejo.
“¿Siempre has hecho esto?”
“Solo contigo”.
“¿Debería creerte?”
“Sí, porque no miento”.
“Está bien” aceptó Amanda.
“Ya está listo” anunció Anthony.
Amanda se pasó las manos por el cabello y estaba completamente seco. Luego, fueron a la sala y se sentaron en el sofá, Amanda puso la televisión e Lucy se acostó en su regazo para mirar.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar