Una madre de alquiler
Capítulo 115

Capítulo 115:

Amanda se despertó a la madrugada y miró alrededor de la habitación. Anthony se levantó rápidamente y se acercó a ella, que se estaba quitando la máscara de oxígeno.

“¿Estás bien? ¿Tienes algún dolor?” preguntó él.

“Agua” susurró ella.

“Un momento”. Tomó un vaso que estaba sobre la mesa y se lo dio, aunque tuvo que ayudarla a beber”. ¿Quieres algo más?”

“Cindy” dijo ella.

“Cariño, ¿Todavía no te acuerdas de mí?”

“Lo siento”.

“Está bien, no puedo culparte por eso. Esperaré a que te recuperes”.

“¿Me da la mano para que pueda dormir?”

“Claro” sonrió él. Se sentó en la cama y le sostuvo la mano, por lo que ella se volvió a dormir rápido.

Una enfermera entró para cambiar las bolsas y luego se fue. En el entretanto, Anthony miraba dormir a la chica hasta que, al cabo de un rato, Cindy se despertó y se acercó a ellos. Después de mucho insistir, cambiaron de lugar y él se acomodó en el sillón de la sala de espera para descansar un poco.

Al día siguiente, el Doctor Brown entró a la habitación y despertó a Cindy, que estaba acostada sobre las piernas de Amanda.

“Necesito llevarla para hacerle algunos exámenes”.

“Está bien”.

Amanda se despertó en ese momento y su amiga le sonrió mientras las enfermeras la trasladaban a una camilla. Cindy fue al baño a lavarse la cara y, cuando regresó a la sala, Anthony estaba despierto.

“¿Dónde está Amanda?” preguntó, alarmado.

“Acaban de llevarla para hacerle unos análisis”.

“Ah, bueno”. Eso lo tranquilizó.

“Vamos a desayunar, Anthony. Necesitas comer algo, pues a ella no le gustará saber que estás alterado y sin comer.

“Ni se acuerda de mí”.

“Ya se acordará. Vamos”. Fueron a la cafetería y pidieron dos desayunos completos. A los pocos minutos, apareció Sabrina. “Perdone que no la llamé, quise dejarla descansar un poco más”.

“No hay problema. ¿Dónde está Amanda?”

“La están examinando” contestó la joven.

Sabrina pidió un desayuno para ella y comieron juntos, pero Anthony se quedó en silencio todo el tiempo. Ken y Geoffrey llegaron y se sentaron con ellos. Después, les informaron que Amanda había sido trasladada a terapia intermedia, por lo que se dirigieron a la habitación nueva. Cuando entraron, la chica estaba durmiendo, así que Anthony se sentó junto a ella y le acarició el rostro; sin embargo, ella lo miró de repente y le soltó la mano.

“¿Qué estás haciendo?” dijo ella, indignada y con el ceño fruncido.

“¿Ya te acordaste de mí?”

“No quiero verte”.

“Cariño, no hagas esto. Sé que te mentí, pero tengo una explicación”. suplicó él. Amanda todavía no podía alzar mucho la voz, pues la tenía muy ronca, así que solo giró el rostro hacia el lado contrario. Algunas lágrimas empezaron a caer por sus mejillas, entonces todos salieron de la habitación para dejarlos solos. Su novio la tomó del mentón e hizo que lo mirara.

“Lo siento, sé que te mentí”.

“Fuiste a verla a la madrugada. Me dejaste durmiendo para ir con ella”.

“No hice eso, amor. ¿De dónde lo sacaste?”

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