Un matrimonio de conveniencia
Capítulo 414

Capítulo 414:

Pyotr seguía sufriendo dolores de cabeza, pero no quería preocupar a nadie, hasta que lo encontraron inconsciente en el baño. En el hospital, estaba impaciente.

«¿Por qué no nos dijiste nada?» preguntó Jannochka. Allí estaba sola con él.

«No quería preocuparte. Mamá, tengo dolores de cabeza constantes desde…» agachó la cabeza.

«Y sólo han empeorado. Eso es todo.»

El chico estaba pálido.

«Los médicos dijeron que debía ser estrés. Sus pruebas no mostraron nada alarmante».

Pyotr suspiró y se limitó a sacudir la cabeza, como si comprendiera. Se quedó allí hasta la mañana del día veinticuatro y, cuando regresó, Bernardo fue a hablar con él para pedirle la mano de Ekaterina.

«Ya he hablado con tus padres y, ahora que has vuelto, creo que, como eres su gemela, debería hablar contigo también.

«¿Has venido a pedir mi bendición?» Preguntó Pyotr, libertino.

«Sí.»

«¿Y si te dijera que no quiero que un gilipollas como tú se case con mi hermana?».

«Entonces voy a tener que golpearte.»

Pyotr sonrió satisfecho.

«Buena respuesta. Si hubieras dicho que intentarías mejorar para hacerme cambiar de opinión, te habría mandado a la mierda». Los dos se rieron». Has madurado mucho, Bernardo. Y no voy a decir que no te odiara por lo que le hiciste a Rina, pero también puedo entender tu versión.

«Gracias…»

Pyotr levantó la mano, ofreciéndole a Bernardo un apretón, que éste aceptó.

«Bienvenido a la familia. Y ya sabes: si vuelves a joder con Ekaterina… descubrirás que es una santa a mi lado».

Normalmente, Pyotr era menos meticuloso y vengativo que Ekaterina. Sin embargo, tenía sus detonantes, y meterse con su familia, más aún con Ekaterina, era el peor error que alguien podía cometer.

Quienquiera que intentara matarla tuvo suerte de que Pyotr quedara ciego e «inutilizado» durante un tiempo. Sin embargo, no lo olvidó y se prometió a sí mismo que en cuanto estuviera lo bastante bien, si alguna vez recuperaba la vista, iría tras quienquiera que hubiera causado todo aquello. Y el acuerdo entre las mafias no le impediría hacerles sufrir.

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