Un destino difuso -
Capítulo 62
Capítulo 62:
“¿Por qué, qué te salió? ¡No creo, yo apenas tengo seis meses de embarazo, no creo que se haya vencido tan pronto!”
“¡Sal de ahí, muéstramela!”
Fabiana abrió la puerta y se quedó, ahí, petrificada, con el resultado de la muestra en las manos.
Amalia se la quitó para verificarla.
“¡Felicitaciones, amiga, estás embarazada!”
Fabiana palideció.
Sus piernas se debilitaron.
Amalia tuvo que apresurarse a tomarla por los brazos y llevarla a la cama.
“Cálmate amiga, es una buena noticia, no sé por qué te pones así..”.
“De todas formas, lo correcto es que vayas al ginecobstetra, para que él corrobore el diagnóstico y te dé las indicaciones a seguir”
Amalia mojó una mota de algodón y se la pasó a Fabiana, para que la oliera y lograra restablecerse.
“Yo también estoy asustada, no creas que soy así… tan valiente; pero mi felicidad sobrepasa mi miedo y lo mejor es que ya supere esos malos días”.
“No te preocupes, pasan rápido. Ahora tu deber es descansar y cuidarte mucho”.
Una vez superado el primer momento, Fabiana, queriendo estar sola para tratar de asimilar la noticia de su estado; se retiró de la habitación de Amalia.
“Gracias por ayudarme Amalia, me siento un poco agitada, voy a hacer lo que tú dices. Voy a descansar un rato; ahora nos vemos para desayunar”.
“Está bien, Fabiana, me da mucha alegría que la prueba te haya salido positiva. Así se crían nuestros niños como hermanos, porque van a tener edades similares”.
“Si tienes razón, van a tener con quién jugar. Nos vemos ahora..”.
Los Cruz, padre e hijos, llegaron a la hora pautada a casa de Odín, dirigiéndose de inmediato a la oficina de este.
“Buenos días, Odín, ¿Cómo estás?”
“Bien Uriel, pasen, póngase cómodos”
“¡Hola Odín!”
Saludaron los hermanos respectivamente.
“¡Hola muchachos!, adelante”.
“¿Toman café o prefieren alguna otra cosa?”
“Cafecito, gracias, está muy temprano para tomar otra cosa..”., respondió Alejandro.
“Sí, es cierto dijeron los otros”.
Acto seguido, Odín levantó el teléfono y dio orden a la mucama de traer café para todos.
“Moví mis contactos y pude hablar con los muchachos en privado, como es de suponer, no puedo dejar que me identifiquen los demás privados de libertad”., Comentó.
“Ellos ya hicieron contacto con los reclusos de la banda de los chinos, me dicen que es gente bastante ruda y poco comunicativa; sin embargo, tus hombres tienen sus tácticas para conseguir lo que nos interesa”, dijo.
“Los pertilaron, para saber cuáles son los más amigables y se han acercado a ellos con mucho tacto”.
“Su objetivo es hacerles creer que ellos no están contentos en la organización a la que pertenecen, porque no están satisfechos con la retribución económica que reciben. Les han dicho que es mucho el riesgo a que los someten, para el pago que les dan”, dijo.
“Por ese motivo quieren cambiarse de bando, si les dieran la oportunidad. Están tratando no solo de sacarles información, sino de infiltrarse en el grupo”.
A él le parecía una muy buena estrategia.
“Si lograran meterse en el grupo, sería ideal, porque tendríamos mayor posibilidad de conocer los cabecillas; así aclararíamos porque esta gente nos siguen los pasos y cuál es motivo que tienen para perjudicarnos; porque a todas luces parece una venganza”.
“Estoy de acuerdo contigo, papá, nosotros no trabajamos con grandes cantidades de piedras o de oro como para que esta gente nos tenga en su lista. Tiene que ser algo personal”., comentó Martín.
“La ventaja que tenemos…”, dijo Odín.
“Es que es un grupo de sicarios, y ellos siempre están reclutando nuevos hombres. Y los nuestros llenan con creces el perfil requerido, porque son hombres adiestrados que mantienen una rutina de preparación y prácticas constantes; porque ustedes en ese aspecto sí es verdad, que no los dejan ni respirar”.
“Sí “, dijo Uriel orgulloso.
“Mis muchachos en eso son muy exigentes, les gusta tener gente capaz de hacer frente a cualquier contingencia. En otro orden de ideas, supe de buena fuente que un individuo les está ofreciendo piedras a la venta”
“Es correcto, un cliente nuestro, nos ofreció contactarnos con un hombre que trabaja con ese tipo de mercancía”.
“A mí también me extraño, pero Alejandro me dice que está cobrando un porcentaje por monto de compra; yo le mandé una contraoferta y le dije que teníamos que hablar personalmente con el individuo”, dijo.
“Solo quería decirles que con este asunto de este tipo de mercancia, debemos ser muy cautelosos; fijate que todos los problemas que hemos tenido, de alguna manera, están relacionados con el negocio de las piedras”
“Tienes toda la razón, Odín, iremos con cuidado. Cualquier decisión que tomemos te la haremos llegar. Por otra parte, Martín quiere decirte algo, antes de irnos”
“Hmm… ¿Qué será?”
“Que Amalia y yo hemos decidido contraer matrimonio, por lo tanto, queremos que nos acompañes. En su momento te haremos llegar personalmente la invitación”.
“¡Qué bueno!, han tomado una acertada decisión. Felicitaciones. Gracias por el honor de invitarme”.
“No para nada, ¡El honor es nuestro!”
“Gracias por todo Odín, hasta otro día”.
Saliendo de la oficina de Odín, hicieron algunas llamadas pendientes y comentaron:
“Ya es hora de almuerzo, acerquémonos hasta el apartamento, tu mamá quiere hablar contigo Alejandro”.
“Yo te agradezco la invitación, papá, pero debo recoger algunos encargos de Amalia; va a comenzar a preparar los asuntos del matrimonio y mañana iremos a ver el club donde ella quiere que celebremos la boda”.
“Ve, tranquilo, Martín, atiende tus cosas, tu deber te llama. Llévate el auto, yo voy con papá y luego él me llevara a casa”.
“Está bien, hasta luego”.
“Vamos papá, yo no hago esperar a mamá con su invitación, me encantan sus guisos, como siempre se lo digo”.
“Mira Valeria, ahí te traigo a tu hijo, como me dijiste, no habla más que de tus guisos, así que dale de comer antes de cualquier otra cosa”
“Pasen a la mesa en un segundo les sirvo”.
Una vez pasado el momento del almuerzo, Valeria los invitó el cafecito de sobremesa en la salita de estar.
“Aja mamá, ¿Qué es lo que quieres hablar conmigo?… que ameritó el honor de invitarme a almorzar”.
“Pues mira hijo… se trata de Alba Valdez, la madre de Fabiana, en días pasados invitamos a Odín a almorzar y se dio la oportunidad de preguntarle sobre ella”. comentó.
“De esa manera pudimos saber que Alba está viviendo en esta misma ciudad. Vendió todos sus bienes allá donde vivían e invirtió en una tienda que inauguró hace como seis meses. Con el propósito de estar cerca de su hija; no la ha encontrado porque no sabe aún donde está exactamente”, continuó.
“Con todo respeto Alejandro, a mí me parece que sería conveniente que ellas se encontraran y tuvieran libertad de compartir como madre e hija. Yo he observado que a Fabiana, y sé que le hace mucha falta su mamá”.
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