Un año para separarme
Capítulo 80

Capítulo 80:

“Está bien, vamos a terminar con esto”. Dijo mientras se dirigía a la puerta para salir, pero antes de desaparecer le dijo: “Y que conste que yo gane”.

Hugo no comprendió lo que quería decir en ese momento, pero dos horas después aparecieron en su despacho 6 abogados y otros trabajadores, Hugo intentó negarse a verlos pensando que era otra trampa de Sara, pero al final tuvo que ceder, los trabajadores le mostraron gráficas, críticas y reseñas de los restaurantes de Sara.

En tan poco tiempo se habían convertido en los más famosos, los trabajadores acudían con sus familias, las reservas estaban llenas por meses y gozaban de buena fama por sus deliciosos platillos y ambiente acogedor, mientras analizaban los proveedores, locales y la clientela.

Hugo no pudo reconocer ningún nombre, no había ningún conocido en las listas de abastecimiento, inversiones o si quiera empleados y esto se debía a que Sara no había usado ninguna de las conexiones del Grupo Moretti, ella se había esforzado para cerrar sus propios tratos y conseguir sus socios y empleados.

Cuando los empleados terminaron su conferencia Hugo supo que había perdido la apuesta y que una vez más había subestimado a Sara, y cuando estuvo a punto de creer que ella le quitaría todo, sus acciones, su puesto y lo dejaría en la calle, se acercó un abogado y le puso en frente unos documentos.

“Esto es un traspaso de acciones, todas la que le habían sido entregadas a su esposa vuelven a ser suyas, solo tiene que firmar”.

Habló el abogado señalando uno de los documentos tos y luego señalando otro agregó: “Esto es un acuerdo de divorcio. Ambos están firmados por la Señora Sara, solo necesitan de su firma para ser oficiales”.

Hugo no comprendía nada.

“¿Pero por qué si ella ganó?”

“La Señora Sara nunca pensó en quedarse con sus acciones, ella las rechazó cuando su abuelo se las ofreció, pero después de mucha insistencia las aceptó con la condición de que hubiera otra copia lista y firmada de traspaso hacia usted y que podía entregárselas cuando le pareciera conveniente”.

Hugo por fin comprendió que ella no era una interesada y que no quería robar lo suyo, ella solo quería una oportunidad para demostrar su talento, quería que la vieran como una mujer capaz y trabajadora, ella quería ganarse las cosas trabajando, no obteniéndolo de nadie.

Hugo sabía que Sara era una mujer magnífica, era una lástima que esta increíble mujer no pudiera estar a su lado, que no tuviera ningún sentimiento por él. Incluso tenía preparado y firmado el acuerdo de divorcio, por eso no le había insistido, después de todo tenía pensado abandonarlo.

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