Un año para separarme
Capítulo 79

Capítulo 79:

Cuando Sara despertó vio a José sentado a su lado observando su teléfono, observó alrededor en busca de Hugo, pero estaban solos en la habitación, no había señales de su esposo. José noto que ella despertó y se acercó.

“¿Cómo te sientes?”

“Estoy bien, no ha venido nadie a verme”.

“Si preguntas por el Señor Moretti, si vino, pero se fue luego de hablar con el doctor. Creo que el pensaba que estabas embarazada y no puso buena cara cuando supo que tenías un anticonceptivo.” Sara guardo silencio, ella había descubierto que Hugo quería tener hijos, lo descubrió pinchando los preservativos, por eso decidió ponerse el anticonceptivo, no esperaba tener esas reacciones adversas.

“Está bien, no te preocupes. A dicho el medico cuando puedo irme”.

“Dice que deberías quedarte esta noche, ya te quitaron el implante”.

“Gracias por todo José, ve a casa y descansa, yo llamo ahora a Emily para que se quede conmigo”.

José pensó en negarse a marcharse, pero supuso que no sería buena idea quedarse toda la noche en una habitación a solas con una mujer casada, así que aceptó y se fue.

Emily se quedó sola observando el techo, en realidad no tenía intención de llamar a Emily, solo lo dijo para que no insistiera en quedarse. Pensaba que tal vez Hugo regresaría más tarde, tomó el teléfono pensando en enviarle un mensaje, pero no sabía que decirle, así que lo volvió a apagar y lo puso a un lado.

A la mañana siguiente Sara salió del hospital, pero nadie fue a recogerla, reviso en numerosas ocasiones su teléfono, pero Hugo no le había escrito, decepcionada fue a la Villa para descubrir que estaba vacía y no había rastro de su esposo, hasta su ropa había desaparecido. Sara sintió una opresión en el pecho cuando vio que por fin lo había perdido. Decidió ir a la empresa y hablar con él, aclarar lo que sea que estuviera sucediendo, pero el Hugo que la recibió no era el mismo de los últimos meses, no le sonreía coqueto, ni trataba de acercarse, el hombre que ella hoy tenía en frente era el hombre que conoció por primera vez, era frío y nada cortes.

“Di rápido lo que quieres, no tengo tiempo para perder”.

Le dijo sin siquiera mirarla, con la vista fija en los documentos frente a él.

“Sé que te enteraste de lo del dispositivo, lo hice porque no estoy preparada para tener hijos, además nuestra relación ha sido un caos desde el principio, no es un buen ambiente para un bebé. No tienes que molestarte y alejarte solo por eso, podemos seguir como estamos. Y tal vez en algún momento yo esté lista para dar el siguiente paso”.

Hugo la escuchó en silencio, no creía una sola palabra de lo que ella decía, él estaba consiente que ella no lo veía como su esposo, no lo veía con amor, para ella, él solo era un pedazo de carne para satisfacer sus necesidades, y ya se había cansado de luchar en vano.

“No me interesa volver a como estábamos. No me interesa tener nada contigo, ya fue suficiente, acabemos la apuesta para yo pueda ganar, firmes el divorcio, me entregues lo que me pertenece y salgas para siempre de mi vida.

Yo te daré una manutención y podemos llegar a un acuerdo, pero las acciones de la empresa me pertenecen y aunque a tus restaurantes les haya ido bien todo lo que conseguiste fue gracias a mí, a mi nombre, si no hubieras usado mis conexiones no hubieras llegado a nada, todo me lo debes a mí y al apellido Moretti, así que esta apuesta queda cancelada”.

Cuando hablo sus ojos era fríos, Y la observaban con desprecio, Sara sabía que él hablaba en serio y que ya no quería seguir con ella, así que decidió no insistir y darle lo que quería.

Después de todo ella sabía que sus logros eran suyos, pero le lastimada que él pensara así, toda su vida siempre había escuchado las mismas palabras, que sus logros los debía a alguien más, estaba cansada de siempre trabajar y esforzarse para que nadie reconociera su trabajo, pero ella seguiría luchando hasta demostrarle al mundo que se equivocaban y ella podía triunfar sola.

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