Un año para separarme
Capítulo 58

Capítulo 58:

Hugo se encontraba en la oficina trabajando cuando Alejandro entró con cara de susto.

“Señor, Nina ha sido detenida por la policía en la Ciudad A, ha sido acusada del intento de asesinato de la Señora Sara, en estos momentos está hospitalizada debido a un accidente que casi le cuesta la vida”.

“¿Qué pasó?“ preguntó Hugo serio, en realidad no le interesaba saber de Nina, pero el asunto del accidente le sonaba sospechoso.

“En realidad las circunstancias son un poco confusas. Nina tuvo una discusión con la Señora Sara en un desfile donde terminó confesando que la había intentado matar y toda la conversación fue trasmitida en directo en una pantalla donde el público del evento y los periodistas lo pudieron ver.

Y una horas más tardes Nina fue sacada de un lago donde su coche había ido a parar, los policías no investigaron más porque ella confesó que había intentado s%icidarse.

Pero una fuente confiable me informó que tenía marcas en el cuerpo, al parecer estaba amarrada al vehículo y por eso no se pudo liberar”.

“Donde estaba Sara cuando esto sucedió”.

“La Señora Sara declaró en la policía que luego del desfile fue a su habitación del Hotel y no volvió a salir, Nadia y unos empleados del hotel corroboraron su coartada, pero las cámaras del hotel casualmente no funcionaban para saber si lo que dice es cierro” Hugo sonrió.

“Esta mujer siempre me sorprende”.

Por supuesto que él sabía que todo eso tenía que ver con Sara, no era posible que un hotel de cinco estrellas no tuviera servicio de vigilancia. Ella se había encargado de todo sin dejar ninguna prueba de su acto. Era una mujer muy inteligente y capaz.

Hugo no pudo evitar sentirse orgulloso de ella y desear no estar nunca más cerca de Nina, tenía que buscar la forma de que su esposa lo perdonara o el próximo en hundirse en un lago sería él y tenía el terrible presentimiento de no correría la misma suerte de Nina para salir con vida.

Sara iba en el avión de regreso a su país, se sentía de mejor humor, pero aún así no reflejaba, evidentemente había algo más que le molestaba y Nadia pudo notarlo.

“¿Qué sucede señora?” la interrogó.

“Tú en serio crees que Nina hizo esto sola”. Nadia no comprendió por lo que Sara siguió explicando.

“Ella estaba segura de que Hugo regresaría a ella tarde o temprano, además tú misma la investigaste, si situación económica era malísima. ¿Cómo podría pagar a alguien para que manipulara mi carro? Además, eran profesionales, no son personas que puedes encontrar en cualquier esquina”.

“Comprendo lo que quiere decir Señora, pero quien más iba a querer lastimarte”.

“Nina y yo no fuimos las únicas del escándalo, también Angelín estuvo implicada. Estoy segura de que Angelín la ayudó, pero no tengo evidencias que lo demuestren, al menos no aún”.

El resto del viaje fue tranquilo y sin complicaciones, llegaron al País X en la tarde.

Cuando Sara y Nadia salían del aeropuerto se encontraron con la hermosa figura de Hugo recostado de un coche, cuando él vio a Sara sus ojos se iluminaron y levantó un cartel que tenía en la mano.

BIENVENIDA A CASA CARIÑO.

Sara puso los ojos en blanco y lo ignoró caminando hacia el lado contrario, pero Hugo miró a Alejandro e intercambio el cartel por un ramo de rosas y luego la persiguió. Cuando la alcanzó comenzó a caminar a su lado.

“¿Cómo fue le viaje? ¿Estás cansada? Toma te traje un obsequio” le ofreció el ramo.

Sara que estaba caminando se detuvo y lo miró directamente a los ojos.

“¿Qué quieres Señor Moretti?“ su voz era fría, sin gota de simpatía y su mirada asesina, cualquier otra persona se habría atemorizado, pero Hugo solo sonrió.

“Quiero que aceptes mi obsequio y mis disculpas, vine a disculparme una vez más por la situación en la que te puse”.

“Crees que una disculpa es suficiente, que con eso me bastará, si una disculpa fuera suficiente para arreglar todo tipo de problemas, entonces para que existen las leyes y los policías, la psicópata de tu amante intentó asesinarme y tú piensas que con una disculpa tuya me voy a sentir mejor, lo único que necesito de ti es que te mantengas alejado de mí.

Solo espero que este año pase deprisa para divorciarme de ti cuanto antes y no tener que volver a verte en mi vida. Ahora sí me disculpas estoy cansada y quiero llegar a casa” cuando terminó de hablar Sara se marchó sin esperar respuesta y sin dejar que Hugo hablara.

El brillo en sus ojos se había trasformado en tristeza, le dolieron las palabras de Sara y comprendió que ella tal vez nunca lo perdonará. Enfurecido tiró las flores al piso y se marchó mientras sacaba un cigarro y lo prendía.

Alejandro vio la escena desde el coche y estaba pensando en cómo reconfortar a su jefe, de pronto una idea vino a su cabeza y en cuanto Hugo montó en el carro le habló.

“Señor Moretti, no ha pensado en hablar con el Anciano Moretti, él quiere mucho a Sara, seguro que no quiere que se separe de usted, debería hablar con él y tal ves lo ayude”.

Cuando Hugo escuchó la sugerencia de Alejandro lo primero que pensó era en negarse, como podría él terminar así, el presidente del Grupo Moretti, reconocido por su frialdad y falta de escrúpulos, suplicándole a su abuelo que lo ayude con su esposa.

Si esa noticia llegará a los medios sería el final para su imagen, luego de analizarlo mejor Hugo decidió dejar de pensar en el resto y lo que pudieran decir, después de todo su matrimonio estaba en juego, y él estaba decidido a que Sara se quedara a su lado y haría lo que hiciera falta para eso.

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