Un año para separarme
Capítulo 39

Capítulo 39:

Sara salió de la empresa y se sentó en una cafetería cercana con Nadia, le contó sobre la apuesta.

“¿Qué deberíamos hacer ahora señora? ¿Busco algún chef famoso, o un local para el restaurante? ¿Por donde deberíamos empezar? Es muchísimo trabajo su esposo no tuvo de pizca de compasión con usted a pesar de que lo ayudó con su entrevista”.

“Esta es su venganza por delatarlo, pero no pasa nada, ya me las cobraré. En cuanto al trabajo, no creo que buscar un chef famoso sea buena idea, sería arrogante, saldría más caro y no todo el mundo está preparado para que alguien tan joven como yo les dé órdenes.

Lo mejor es darle la oportunidad a los nuevos talentos, en todas partes hay jóvenes con talentos, pero sin posibilidades, solo necesitan alguien que los ayude a destacar. Vamos a organizar unas entrevistas y de ahí sacaremos nuestro chef. ¿Qué opinas?”

“Creo que usted es brillante señora, definitivamente tiene mente de empresaria”.

Entonces alquilo algún local para las entrevistas.

“No, ya que el quiere vengarse de mí, yo también tengo pensado vengarme de él. Las entrevistas serán en la villa, después de todo tenemos cinco cocinas.

El primer paso seria hacer el anuncio, en segundo lugar seleccionar los candidatos, tienes que tener un rango de edad de 18 a 25 máximo 30 y no importa se%o o conexiones, quiero 8 entrevistas por día, 4 en la mañana y 4 en la tarde, todos los días de la semanas, durante dos semanas”.

“Considérelo listo señora”.

Los siguientes días Sara estuvo muy ocupada con las entrevistas, mientras que

Hugo no podía regresar a la Villa debido a que estaba constantemente inundada de invitados, él era consiente de que su esposa lo hacía a propósito, pero prefirió ignorarlo.

En la cabeza de Hugo ya se veía como el ganador de la apuesta debido a que conocía la destroza cocina de Sara y su mal gusto para la comida, alguien que le gustaba comer pollo frito viendo la televisión no podía tener un paladar lo suficientemente bueno para incursionar o triunfar en la gastronomía.

El lunes de la segunda semana ya se había corrido la noticia de que la esposa del Presidente del Grupo Moretti buscaba chefs, así que desde ayudantes, meseros y chefs reconocidos luchaban por conseguir una oportunidad.

Una figura elegante camino con destreza frente a la entrada de la villa, donde se reunían un gran número de periodistas y aspirantes.

“Quiero ver a la Señora Moretti“ le dijo al custodio mientras observaba con repugnancia el resto de las personas allí reunidas.

“Lo siento señorita, como les he dicho al resto de personas la Señorita Moretti no recibe a nadie sin cita, así que no puede ingresar a la Villa.

“Usted sabe quién soy yo, como se atreve“ habló alzando la voz la mujer, “soy Andrea Rabino una estrella de la cocina italiana, , tengo dos estrellas Michelin y soy la mejor candidata para ayudar a triunfar a la señora, así que si no quieres perder tú empleo informales a la señora de mi llegada y déjame pasar”.

El guardia temió que las palabras de la mujer fueran ciertas así que llamó a la Villa para solicitar autorización y dejar entrar a la mujer. No sólo se la negaron si no que Sara personalmente salió a conversar con los individuos de la entrada.

Cuando Andrea vio que Sara personalmente salía sonrió con arrogancia.

“Señora Moretti soy Andrea…“ Sara la interrumpió.

“Andrea Rabino, lo sé estuve ignorando tus constantes llamadas y creí que captarías la indirecta, no pensé que vendrías hasta aquí“ las personas alrededor de Andrea comenzaron a reírse de ella y Andrea se puso roja de vergüenza.

“Vine hasta aquí para dejarles claro una cosa por última vez, no busco chefs reconocidos ni importantes, busco joyas ocultas, talentos listos para dar a conocer al mundo sus creaciones. A los chefs galardonados interesados en mi humilde proyecto les agradezco su interés, pero les pido que desistan y cedan la oportunidad a los jóvenes menos favorecidos, pónganse en sus lugares, usted alguna vez fueron ellos buscando ser conocidos por su trabajo, tratando de destacar.

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