Un año para separarme -
Capítulo 38
Capítulo 38:
Eran las 6 de la mañana cuando Sara entró a la oficina, Hugo aún se encontraba profundamente dormido después de una agotadora noche de trabajo. Sara miró a todos lados cuando entró y vio que Hugo no estaba, así que abrió la puerta que había a la izquierda y llevaba a la habitación de Hugo, cuando entró vio al hombre sin camisa acostado boca abajo usando solo unos pantalones cortos.
Abrazaba la almohada como si fuera su amada, Sara se sintió un poco acalorada cuando vio su ancha espalda y se imaginó arañándola. Se dio una cachetada para concentrarse y luego tomó su teléfono y puso el sonido de un gallo cantando, Hugo arrugó sus gruesas cejas y continúo durmiendo tranquilamente.
Sara siguió buscando hasta que encontró el sonido de la Alarma nuclear, subió el volumen de su teléfono todo lo que pudo y lo acercó al oído de su esposo. Cuando la sirena de la alarma nuclear comenzó a sonar en el oído de Hugo este despertó de un brinco cayéndose de la cama, mientras Sara reía a carcajadas.
Le tomó un par de minutos a Hugo poder orientarse y cuando por fin lo consiguió se paró del piso y miró a Sara.
“Se puede saber a ti que mi$rda te pasa y que haces aquí”.
“Estoy aquí para empezar a trabajar y creo a quien le esta pasando algo es a ti”. se burló Sara observando el bulto entre las piernas de Hugo, el miró hacia abajo siguiendo su vista y notó a lo que se refería, de inmediato se acercó a la cama y tomó una almohada para cubrirse.
“Esto no tiene nada que ver contigo“ aseguró con las orejas rojas ”es simplemente una er$cción matutina, algo que suele suceder”.
“Deberías tomar un baño frío, te espero afuera”. Sara miró por última vez hacías donde cubría la almohada y sonrió, luego se alejó caminado con elegancia.
Hugo le escribió de inmediato a Alejandro pidiéndole que fuera a la empresa y luego fue a tomar un baño de agua bien fría, en realidad acababa de tener un sueño er%tico con Sara, pero eso era algo que él nunca admitiría.
Cuando por fin terminó fue al closet y tomó en sus manos un traje negro para ponerse, pero recordó que Sara iba vestida de negro, así que lo volvió a poner en el mismo lugar y se puso un azul oscuro.
Cuando salió de la habitación Sara se encontraba sentada en su asiento, con las piernas sobre el escritorio mirando su celular. Hugo deseo poder matarla, pero sabía que no valía la pena manchar sus manos con su sangre, así que respiró profundo, apretó el nudo de su corbata y cerró la puerta detrás de él con un poco más de fuerza de lo necesario, llamando la atención de Sara.
“Ya estás aquí y veo que mandaste a dormir a tú amiguito“ le habló Sara con un poco de burla.
“Si estoy aquí, así que puedes pararte de mi asiento”. Sara hizo un puchero, pero al final se paró.
Hugo la observo desconfiado “ahora dime que haces aquí”.
“Simple, vengo a trabajar”.
“Claro, simple, y se puede saber en que quiere trabajar la señora”.
“Preferentemente quiero tú puesto, pero igual me conformo con directora de algún departamento. Soy buena en todo así que puedo trabajar en cualquiera de las filiales de la empresa”.
“Veo que la modestia no es una de tus virtudes”.
“Las modestia es para los inseguros, yo estoy conscientes de mis capacidades y estoy completamente segura de poder desempeñar cualquier papel que me proponga”.
Hugo la observó con detenimiento, no podía negar que su esposa era hermosa y cuando actuaba con tanta arrogancia le daba un aire de superioridad que haría que cualquier mortal se inclinara a sus pies.
Él había investigado bien a Sara, sabía que lo que decía era cierto, era la mejor estudiante de su año, se destacaba en todas las actividades escolares, pero de pronto una idea cruzó la mente de Hugo, y sonrió con malicia.
“Está bien, quieres ser directora, pues serás directora, desafortunadamente todas las filiales que desempeñamos ahora mismo tienen los departamentos de dirección llenos, pero, para que no digas que soy un mal esposo y te vayas a quejar con el abuelo te propongo algo, el Grupo Moretti se a diversificado, comenzamos como una empresa de tecnología, pero después de años de trabajo hoy tenemos hoteles , empresas de electricidad, agencia de modelaje, actuación, estamos en casi todas partes, solo hay un sector en el que hasta el momento no habíamos incursionado, la gastronomía“
Sara palideció por un momento.
“Quieres ser directora, perfecto, serás la nueva encargada de hacer a nuestra empresa entrar al negocio de la gastronomía. Crea tu propio imperio de cocina, decías que todo se te daba bien no. Veremos que tan buena eres”.
Sara estaba consciente de que no sabía nada con respecto a ese aspecto pero su orgullo no le permitía negarse ni rendirse así que se puso de pie y volvió a poner la expresión arrogante con la que había llegado y sonrió.
“Hagámoslo más emocionante apostemos, si yo consigo dominar el sector de la gastronomía y que mis restaurantes estén en el top 5 entonces tú me darás tus acciones y el puesto de Presidente del Grupo Moretti”.
Hugo lo pensó durante algunos segundos y de inmediato recordó el intento de comida de Sara, así que aceptó.
“Está bien, pero si yo ganó quiero tus acciones y el divorcio, deberás desaparecer de mi vida para siempre”.
Sara aceptó y salió de la empresa preparándose para su nueva prueba, si le hubieran asignado cualquier otro sector estaría confiada, pero ahora mismo ella no sabía absolutamente nada de cocina, pero estaba decidida a ganar y enseñarle una lección a su esposo.
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