Un año para separarme -
Capítulo 30
Capítulo 30:
Sara y Hugo montaron en el coche y se alejaron de la Universidad bajo la mirada curiosa de muchos compañeros.
Ya Sara se imaginaba todo lo que podrían estar hablando de ella. No le importaban los chismes, ni que la gente hablara de ella, pero le indignaba que después de tantos años mostrando una conducta tan decente y sin dar ningún escándalo, ahora la vinieran a acusar.
Ella no quiso pensar más en nada de eso, ya tendría tiempo al otro día, fue a casa con Hugo y compartieron una tranquila noche de películas y comida chatarra.
Al otro día Sara se levantó temprano de la cama y se dirigió a la universidad, ella se había preparado mentalmente para el millón de chismes y comentarios que pudieran haber circulado, pero ningún tipo de ejercicio que ella pudiera haber realizado fue suficiente para estar lista.
Muchos eran las versiones de los hechos ocurridos el día anterior, Sara había pasado de ser la chica mas lista de la universidad a convertirse en amante, pr%stituta y hasta pandillera, supuestamente era la amante de un mafioso.
Todos murmuraban a su paso, hasta que Sara terminó explotando y en el medio del comedor se subió encima de una mesa y dando golpes con una cuchara en la bandeja atrajo la atención de sus compañeros.
“Sé que todos tienen una idea distinta sobre mi y estoy cansada de escucharlos hablar estupideces, ustedes quieren saber la verdad, pues yo se la voy a decir, no soy ninguna amante, ni nada por el estilo, soy una mujer casada y más les vale dejar de hablar de mi o buscarme problemas porque mi esposo puede llegar a ser muy despiadado, y es un hombre muy importante, así que les aconsejo que lo piensen un poco más antes de abrir su boca otra vez para mencionar mi nombre o algo acerca de mí”.
Todos siguieron murmurando, pero ninguno se atrevía a enfrentarla, temían que lo que Sara decía fuera cierto y terminaran buscándose un problema innecesario.
Sara bajó de la mesa y sonrió satisfecha de callar todas las bocas de esos chismosos, unas horas más tarde su teléfono sonó anunciado la llegada de un mensaje, era Hugo.
“Pensé que querías nuestra relación en secreto, después de no decir nada durante tres años. ¿Por qué lo cuentas de pronto?”
“No me importa si se sabe o no, no lo mantuve en secreto por nada especial, sencillamente no te conocía y nunca te veía, para que iba estar diciendo que estaba casada si al final cuando me preguntaran por mi esposo no iba a saber que decir.
Y si lo dije ahora es porque no quiero seguir escuchando rumores estúpidos cada vez que se te ocurra aparécete aquí. Por supuesto que yo no me iba quedar callada teniendo la oportunidad de defenderme, que te quede claro que yo no soy una de las protagonistas en las novelas donde dejan que todos las maltraten y se quedan en silencio para no revelar un secreto importante.
Yo siempre me voy a defender y utilizar lo que tenga a mi favor. En todo caso, el único culpable de toda esta situación eres tú, así que deja de interferir en mi vida”.
“Demasiado tarde ya soy parte de ella, obedeciendo fielmente el papel de esposo despiadado y sobreprotector que me disté, ya me encargué de tus problemas”.
Sara leyó dos veces el mensaje y no entendía a lo que se refería, se disponía a enviar otro mensaje para preguntarle cuando de pronto escuchó una conversación de unas chicas que estaba delante de ella. Iban caminando y conversando y no se dieron cuenta que Sara las seguía detrás.
“Te enteraste lo de Lidia” hablo la primera.
“Si, pobre chica, quedarse sin nada de la noche a la mañana. Nadia sabe lo que en realidad paso con la empresa de su familia, solo se sabe que de un día para otro terminaron en banca rota y debiendo mucho dinero”.
“Dicen que su padre huyo y la abandono. Ahora ella tiene que cargar con las deudas”.
“Yo escuche que todo esto fue por meterse con Sara, dicen que su esposo es muy poderoso”.
Las chicas continuaron hablando, pero Sara no quiso seguir escuchándolas, entro al navegador y busco el nombre de Lidia, efectivamente todo lo que decían las chicas era cierto, se había quedado sin nada y su padre había huido, dejándole muchísimas deudas.
Lo primero que pensó Sara cuando supo la noticia era que Hugo se había pasado, no había necesidad de llegar a los extremos, pero cuando pensó en todo lo que tenia que pasar ella por culpa de Lidia decidió no sentir compasión, de todas formas, Lidia no había tenido compasión con ella, así que después de todo se merecía lo que le estaba pasando
Definitivamente el Karma es una mi%rda, pensó Sara, pero luego se rectificó, el Karma no es una mi%rda, Hugo si, después de todo el fue el encargado de vengarse.
Sara saco su teléfono celular y tecleó una palabra para luego enviarla.
Hugo estaba reunido con los directores de las filiales del Grupo Moretti, cuando le llego el mensaje de Sara, una sonrisa adorno su hermoso rostro cuando lo leyó y de pronto su humor se volvió alegre el resto del día.
Un simple “gracias” basto para que el despiadado magnate pasara todo el día riendo como tonto.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar