Un año para separarme
Capítulo 28

Capítulo 28:

Hugo llevó a Sara hasta la Universidad y en cuanto el carro paró ella salió huyendo nerviosa. Hugo solo pudo reír viendo a la mujer como corría lo más rápido posible para mantener distancia de él. Quiso decirle algo, pero decidió que no era el momento, ya tendrían tiempo para todo.

Hugo fue directo a la empresa y en cuanto llegó lo primero que hizo fue revisar la memoria que Alejandro había dejado para él, con la grabación de la cámara de seguridad del hotel. Luego de verla el rostro de Hugo se oscureció y llamó a Alejandro.

“Averigua todo sobre esa mujer, quiero saber quien es, donde vive, que estudia hasta de color es su ropa interior”.

“Si señor” respondió Alejandro.

Luego que Alejandro salió de la oficina Hugo se concentró en trabajar, no quería pensar nada más, pero sin notarlo se vio buscando maneras de conquistar a Sara.

Sara asistió a la Universidad como de costumbre, pero a la salida descubrió que su lujoso coche estaba en la entrada. Se acerco a mirar la placa para estar segura que era él suyo, pero de pronto recordó lo que le dijo la empleada, solo había seis como ese en el mundo, así que el suyo era el único en Cuidad X.

La pregunta sería quién lo habría traído. No tuvo necesidad de pensarlo mucho, mientras observaba el coche la atlética figura de Hugo salió del asiento del conductor.

Usaba el mismo traje con el que lo había visto en la mañana antes de dejarla en la Universidad, pero por alguna razón Sara lo encontraba más guapo.

“¿Qué hace aquí Señor Moretti? ¿Y por qué tiene usted mi coche?“ le espetó estresada.

“Tengo tres respuestas para esa pregunta. ¿Quieres escucharlas?“ respondió Hugo con una hermosa sonrisa que ocasionaría que cualquier chica se derritiera de ternura. Pero Sara no era cualquier chica.

“Di lo que tengas que decir y lárgate” le hablo tan feo como pudo para ver si él se iba. Pero a Hugo no le importó

“En primer lugar y más importante vine porque extraño mucho a mi esposa“ .

Sara puso los ojos en blanco y se cercioró de que nadie hubiera escuchado.

“En segundo lugar para devolverte el coche…”

“Podrías haber enviado a alguien“ lo interrumpió Sara.

“No me interrumpas cariño“ exigió Hugo pero su voz no sonaba a regaño, más bien tenía un tono dulce y Sara pensó que terminaría vomitando.

“Y, en tercer lugar, vengo a arreglar un pequeño problema con una compañera tuya”.

“Hugo, sea lo que seas que te traigas entre manos olvídalo”. ordenó Sara.

“¿En serio estás segura de eso?“ Hugo arqueo una ceja “y si te dijera que la primera noche que nos vimos tú no estabas borracha, si te dijera que alguien te dr%gó y te habían preparado otro hombre para que se aprovechará de ti, pero todo les salió mal cuando yo entre a tu habitación”.

Sara no dijo nada se quedó en silencio analizando las palabras de Hugo y luego recordó esa noche y un nombre le vino a la cabeza

“Lydia“ murmuró y Hugo sonrió orgulloso de su esposa.

Sara no dijo nada pero Hugo vio como su rostro se transformó y entró a la Universidad hecha un furia.

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