Un año para separarme
Capítulo 19

Capítulo 19:

Cuando entró por fin a la mansión se sorprendió, no sólo era hermosa por fuera si no por dentro aún más, todo era nuevo, moderno, el piso de Mármol, de las paredes colgaban costosas obras de arte, las paredes y el piso eran de un color claro, todo en la casa se veía extremadamente caro y para mayor sorpresa de Sara, a penas estaba sucio.

Parecía que Rafael le encargaba a alguien que limpiará sistemáticamente la villa, porque sólo parecía que hacía un día o dos que no se limpiaba. Sara retiró las sábanas que cubrían los asientos de cuero y demás muebles y las metió en la lavadora. Buscó por la casa y encontró una habitación de servicio donde habían todos los productos de limpieza y aspiradora y todo lo que necesitaba. Le tomó un tiempo limpiar toda la casa, pero gracias a la limpieza que había no fue mucho trabajo.

Ella se había colocado sus audífonos y limpió al tiempo que movía las caderas y disfrutaba al ritmo debla música. Antes de que se diera cuenta ya lo había limpiado todo, quería dejar con la boca abierta a Hugo así que decidió que el siguiente paso sería cocinar, solo que Sara pensó que sería más fácil.

Cuando Hugo llegó a la casa del trabajo, las cosas ya no estaban en la entrada, el piso de Mármol resplandecía del brillo, podía usarlo hasta de espejo. La limpieza en la casa era impecable, pero de pronto sintió un olor a quemado y lo siguió hasta la cocina, para encontrarse en mayor desorden que había visto en su vida y a Sara en el medio con la cara negra.

“Se puede saber que has hecho”. se hizo notar Hugo y Sara dio un brinco en el mismo lugar.

“Yo, intentaba preparar la cena pero esta cocina me odia, quise hacer pollo pero se quemó “ señaló una bandeja sobre una mesa que había en el centro de la cocina “intenté hacer una sopa pero esta salada“ le ofreció una cuchara con la supuesta sopa pero Hugo puso la mano delante alejando la cuchara.

“Mirando el estado de esta cocina creo que te creo. Pide algo para llevar dile a Alejandro que te de el número de algún buen restaurante, voy a bañarme.” Hugo se retiró y subió las escaleras y a mediados se detuvo y regresó”. ¿Dónde pusiste mis cosas?

Sara aún estaba en la cocina mirando con mala cara la sopa y cuando vio que Hugo regresó rápido soltó la cuchara.

“En la última habitación de la izquierda”.

“¿Y por qué tal lejos?”

“Porque la mía es la primera de la derecha y quiero estar lo más lejos posible de ti”.

Hugo no dijo nada más y se retiró a darse el baño, cuando salió Sara estaba sentada frente a la televisión con una caja de pollo frito y papas fritas con mayonesa.

“¿Qué haces?”

“Comer, ¿No me ves?”

“Claro que te veo, pero por qué comes con las manos y frente a la televisión”.

“Ah, porque así se disfruta más. Ven siéntate conmigo”.

“No gracias, ¿Dónde está mi comida?”

“Aquí “ señaló Sara otra caja de pollo frito ”Toma una Cola“ y deslizó la botella de Koka Cola. Hugo se puso completamente serio y la miró de forma asesina.

“Planeas que coma esa basura. Mi cuerpo solo come comida saludable, eso está lleno de grasa y porquerías”.

“Oye“ reclamó Sara ofendida “no te metas con mi comida. Si no la quieres no la comas, más para mí”.

Hugo observó que la caja de pollo de Sara ya iba por la mitad y de pronto su estómago gruñó, evidentemente tenía hambre, así que decidió sentarse al lado de

Sara en silencio, Sara sonrió y puso las papas fritas en el medio, buscó algo en Netflix y puso una película.

La pareja se sentó juntos frente a la televisión y cenaron tranquilos. Para ser esa su primera noche juntos resultó más tranquila de lo que cualquiera de los dos hubiera podido imaginar.

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