Un año para separarme
Capítulo 16

Capítulo 16:

Hugo tomó asiento frente al gran escritorio y comenzó a ojear los pales que le había dado el abogado. Evidentemente su abuelo había traspasado el cuarenta porcentaje de las acciones a nombre de Sara. Él no podía entender como su abuelo había sido capaz de hacerle aquello, y todo por esa mujer. Le entregó los papeles al abogado.

“Está bien puede retirase “ ordenó se recostaba del espaldar del asiento y se masajeaba la sien.

El abogado salió de prisa no quería tener que enfrentarse a la ira de Hugo.

“Valla esposa la que te a tocado”. murmuró Marías y recibió una mirada asesina de parte de Hugo.

“Vete, necesito estar solo”.

Matías conocía a Hugo y sabía que este no era un buen momento para estar cerca, así que sin decir nada más, recogió sus cosas y salió de la oficina. Fuera Alejandro y Laura conversaban, Matías se acercó y los puso de sobre aviso.

“Hugo hoy no tiene un buen día, eviten darle malas noticias y aléjense de él mientras puedan si quieren sobrevivir”.

Alejandro y aura no dijeron nada, ellos no estaban autorizados a hablar de su jefe, pero conociéndolo, lo que decía Martin era cierto.

Hugo se quedó en la oficina tranquilo maquinando su venganza, necesitaba enseñarle una lección a esa mujer infiel, pero a penas sabía nada de ella, no tenía por dónde atacar. Y luego pensó que si ella de verdad quería jugar a ser la esposa cariñosa el podría hacer lo mismo, así se ventana de ella y de paso engañaba al abuelo para que le devolviera las acciones. Luego de tomar la decisión Hugo llamó a Alejandro.

“Diga señor”. habló temeroso Alejandro, tenía miedo de que Hugo descargará su frustración contra él.

“Donde queda la Villa que mi abuelo le regaló “ Alejandro supo de inmediato a lo que se refería y estando preparado con antelación para la pregunta respondió.

“Fuera de la cuidad, en la zona residencial. Sólo está esa villa a cien kilómetros cuadrados.

“Quiero que lleven algunas de mis cosas allí, pero que nadie limpie ni acomode nada, dejen todo como está”.

Alejandro aceptó y salió a realizar las llamadas necesarias. Una hora más tarde Hugo lo volvió a llamar.

“Que necesita señor”.

“Dónde está la Universidad de mi… “ se interrumpió antes de llamar a esa infiel mujer esposa, no se lo merecía “ de esa mujer”.

“A veinte minutos en coche señor”.

“Y la residencia donde vive”.

“A diez minutos andando de los edificios con las aulas”.

“Y la villa queda lejos de la Universidad”.

“Si señor, a dos horas en coche”.

“Perfecto “ Hugo sonrió y Alejandro supo que no estaba pensando nada bueno”. manda alguien a la residencia y que busquen las cosas de esa mujer y las lleven a la Villa y prepara el coche que vamos a salir.

“Puedo saber a donde vamos señor”.

“Vamos a recoger a mi esposa al salir de clases y llevarla a nuestro nuevo hogar”.

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