Un año para separarme -
Capítulo 10
Capítulo 10:
Hugo y Angelín fueron a la casa del anciano Rafael. Este su puso muy contento cuando escuchó decir a un empleado que su nieto lo esperaba en la sala. Pero cuando vio su compañía su rostro se oscureció.
“Hasta que al fin te dignas a venir a visitar a este pobre viejo”.
“Hola abuelo” saludaron Hugo y Angelín al unísono.
“Qué los trae por aquí”. Angelín extendió la caja con las tasas y el té.
“Acabo de regresar al país y quise venir a saludar al abuelo “ habló la chica y el anciano llamó a un empleado para que se llevara el regalo sin siquiera mirarlo.
“No tenias que haberte molestado “ respondió cortante Rafael.
“Abuelo querías que viniera para comportarte así “ lo regañó Hugo.
“Te dije que vinieras a verme solo o con otra compañía , un hombre casado no debería andar haciendo visitas con otra mujer a parte de su esposa”. Angelín abrió los ojos confundida.
“¿Estás casado Lolo?“ preguntó mirando a Hugo, pero este no tuvo tiempo de responder porque Rafael lo interrumpió.
“¿Qué forma es esa de llamar a un hombre casado? Cuide su lenguaje señorita, que podría dar lugar a malos entendidos”.
“Abuelo, yo siempre he llamado a Hugo así, desde que éramos niños”.
“Eso fue hace mucho tiempo. Ya son adultos y Hugo está casado. Así que deberías cambiar tú forma de dirigirte a él.
“Si señor “ murmuró Angelín con la cabeza baja.
Hugo se enfureció y tomó la chica por una mano.
“Vámonos, aquí no saben atender a las visitas”.
Rafael lo llamó y le dijo que se detuviera, pero el chico no hizo caso, se montó en su coche y se marcharon.
Sara y Emily llegaron a la habitación, luego de almorzar. Se pusieron a guardar las compras mientras conversaban. Al fondo de un bolso había una caja negra, la sacó y la abrió, dentro había un reloj de bolsillo dorado, con un fénix tallado en la tapa, volvió a guardarlo en la caja para llevárselo a Rafael, le dolía haber roto las tasas, estaba segura de que al anciano le encantarían, todo por culpa de ese hombre.
Dejó de pensar en eso, no quería gastar su tiempo pensando en ese hombre, no lo merecía. Se despido de Emily y le dijo que regresaría más tarde, salió de la residencia y tomó un taxi, cuando llegó a la casa de Rafael le pareció ver un coche marcharse, pero no le prestó atención.
Cuando entró a la casa, tenía pensado llamar a uno de los empleados para que le avisara al señor que ella había llegado, pero no tuvo necesidad, se escuchaba la voz de Rafael peleando en la sala, mientras su mayordomo intentaba que se calmara y tomará un vaso de agua con una pastillas.
“¿Qué pasó abuelo?“ preguntó Sara preocupada.
“Este nieto mío, que solo me da dolores de cabeza “ respondió el viejo llevando una mano al corazón.
“Tienes que calmarte abuelo, toma el agua, traga la pastilla. Vamos a la cama, debes descansar”.
“Gracias por venir hija mía”.
“Descansa abuelo, voy a estar aquí cuando despiertes”.
Sara se sentó al lado de la cama de Rafael y espero a que el calmante hiciera efecto y esté se quedara dormido. Una vez que ella verificó que descansaba salió de la recámara.
“Me podrías dar el número del nieto del Señor Rafael”. pidió Sara al mayordomo.
“¿Quiere el número de su esposo?“ preguntó incrédulo.
“Si”.
El mayordomo se lo dio y ella salió de la sala y caminó hasta el jardín. Respiró profundo y marcó el número, esa sería la primera vez que hablaba con su esposo y por alguna razón estaba un poco nerviosa.
El teléfono sonó dos veces y al tercer timbre la voz seductora de tu hombre llegó la línea.
“Diga” Sara se quedó en blanco sin saber que decir durante unos segundos, al final cogió aire y hablo.
“Buenas tardes Señor Moretti, se que usted no me conoce, soy su esposa”. hubo un silencio al otro lado de la línea y luego el hombre volvió a hablar.
“¿Qué quieres?
“Yo no quiero nada, llamo para decirle que a mi no importa que usted no quiera conocerme , ni tampoco si odia, no me interesa lo más mínimo que se pase meses fueras del país, pero le pido por favor que si va a venir a ver al abuelo lo haga para hacerlo feliz y no para disgustarlo y provocarle una crisis, si va comportarse de esa manera quédese lejos del Señor Rafael, su estado de salud es muy delicado y es muy fácil sufrir una recaída”.
“¿Como esta ahora?
“Descansado, le di un calmante y lo acosté a descansar. Espero no se repita esta situación Señor Moretti”. terminando de hablar colgó el teléfono.
Hugo se quedó mirando el móvil, no podía creer que esa mujer había sido capaz de gritarle y colgarle la llamada
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Nota de Tac-K: Nueva novela, espero les guste lindas personitas, es una novela corta que tiene alrededor de 100 capítulos, espero les agrade. (>‿=)✌
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