Un año para divorciarme
Capítulo 98

Capítulo 98:

Le tomó un par de minutos reaccionar a Emily antes la declaración de Martin, tal vez en algún punto su celebro y su cuerpo perdieron conexión y no supo lo que estaba haciendo hasta que se vio parada en media calle tomando la mano de su esposo.

Su respiración era agitada, pero ella estaba segura de que no tenía nada que ver con la pequeña carrera, era más bien por los nervios.

Martin la observaba perplejo, de un momento a otro sale dejándola atrás y lo siente que sabe es que se encuentra a su lado nuevamente mientras tras ella lo detiene por el brazo.

Por su cabello desordenado supone que corrió hasta ahí, lo que lo lleva a preguntarse ¿Como demonios pudo correr con los tacones tan altos que estaba usando?

“¿Qué haces aquí Em? Sé que lo que te dije te puede tomar de sorpre…”

Antes de que continúe Emily lo interrumpe.

“Te puedes callar de una maldita vez. Ya tú hablaste y dijiste todo lo que querías decir ¿No?, pues ahora es mi turno, voy a hablar y tú vas a mantener esa preciosa boquita cerrada de una p%ta vez.

Eres un maldito cobarde Martin, si, eso mismo, no me mires así, eres cobarde porque vienes y me dices todo eso, pero no tienes el valor de esperar mi respuesta, no, prefieres salir huyendo, antes que darme la oportunidad de contestar, y todo porque temes que te rechace”

Ella da una vuelta en el lugar mientras se rasca la cabeza desordenando más su cabello.

“En serio Martin, como demonios crees que te voy a decir que no, pero tú te has visto en un espejo, si eres un maldito bombón, que digo bombón, eres el molde de hacer los bombones, es que a tu lado me siento horrible.

Y no sé cómo pero de alguna manera hasta cuando despiertas tu cabello esta perfecto sin si quiera un mechón fuera de lugar, en serio me tienes que decir como lo haces, pero no sé cómo pudiste llegar a esa conclusión tu sólito”.

“Intente besarte y…”

“¿Te dije que había terminado y podías hablar? Me parece que no, y por supuesto que giré el rostro, me tomaste por sorpresa, es una reacción normal, pero eso no quiere decir que no me gustes o no sienta nada por ti.

Llevamos dos años casados, y hace más de uno que mis sentimientos por ti cambiaron, estaba esperando que te dieras cuenta, pero no fue así y cuando hoy me dijiste lo que sentías, no pude haberme sentido más feliz, porque yo también te amo Martin.

Y Oscar hace mucho tiempo que dejo de interesarme, no siento nada por él, solo tú me interesas y deja de ser tan lento y acaba de besarme o también tengo que ser yo la que tome la iniciativa”.

Martin no lo pensó más y desapareció la distancia entre ellos y la besó. Esa fue la primera noche en dos años que Martin no durmió sólo, pero a pesar de haber tenido se%o, su corazón se sentía completo y caliente gracias a la mujer que tenía entre sus brazos.

Mientras Sara y Emily dormían en los brazos de sus amados Beatriz observaba el techo del hotel donde se alojaba, se encontraba exhausta, había asistido a una conferencia de cocina donde solos los chef más importantes habían sido invitados.

Los últimos dos años ella, al igual que Sara se había enfocado en su trabajo y su esfuerzo había sido recompensado con dos estrellas Michelin y su trabajo ya era muy reconocido. Ese día en particular se sentía extremadamente agotada ya que por mala suerte se había cruzado con su prima y como siempre solo había sabido insultarle y maldecir.

Beatriz la ignoró, pero de alguna manera por mucho que se esforzará sentía que no era suficiente, sentía que era fracasada y como si ver a su prima no fuera suficiente tortura, justo ese mismo día había salido un nuevo escándalo de Tobias.

Beatriz sabía que el chico no valía sus lágrimas, pero de alguna manera su corazón no lo entendía y terminaba llorando siempre que lo veía con alguna chica nueva, ella sabía que había sido una tonta al no hacer caso a los consejos de Sara y de Emily.

Pero allí estaba acostada en la cama de un hotel llorando mientras observaba a su primer amor besarse con una modelo. Mientras ella se repetía que debía olvidarlo sintió que tocaron la puerta, no estaba esperando a nadie pero aún así se levantó, seco sus lágrimas y fue a abrir.

.

.

.