Un año para divorciarme -
Capítulo 114
Capítulo 114:
“¿Y eso qué? solo es el 30, no es suficiente” le interrumpió.
“Hermanito, calma y déjame terminar, mi esposo compró ahora el 30 por ciento, es cierto que eso no sería suficiente si yo no llevara años comprando en secreto las acciones, por lo que hoy tengo 40 por ciento a mi nombre y como ahora somos marido y mujer sus 30 y mis 40 son más que suficientes, así que te aconsejo cuides tu boca que estás en presencia de tus nuevos jefes”.
Andrés tenía intención de seguir peleando, pero su madre se acercó.
“Calmante y llevemos tu padre al hospital, no es momento de seguir discutiendo están haciendo una escena frente a todo el país”.
Entonces Andrés recordó que habían llamado a la prensa y a los medios de televisión para que cubrieron la boda en vivo, así que todos habían visto lo que acababa de suceder.
Andrés decidió no seguir discutiendo, hizo caso a su madre, tomo a su padre y salieron de la iglesia, así como la mayoría de los invitados.
Los pocos que quedaban se quitaron las máscaras y Sara pudo reconocer a sus amigos, Emily, Martin, Beatriz, Eduardo, Tobias y hasta José había ido a acompañarla ese día, ella no pudo contener la emoción y corrió a abrazarlos, Emily la abrazó con fuerza y le dio pequeños golpes en la espalda.
“Te odio, eres una amiga terrible, como me pudiste ocultar una cosa así”.
“Lo siento” dijo Sara mientras acariciaba a su amiga, de pronto noto un pequeño bulto entre ellas y cuando se apartó que bajo la vista descubrió que la barriga de su amiga había crecido un poco.
“Tú, estás…”
“Si, vas a ser tía”.
Emily la abrazó y siguieron llorando.
Hugo se acercó a su esposa y la separó de su amiga.
“Déjala ya, o la vas a exprimir”.
Hugo separó a su esposa la mantuvo cerca de él mientras sus amigos iban a saludarla.
“Que te parece si volvemos a casa” le susurró Hugo en el oído a su esposa.
“No creo que todavía pueda marcharme del país, tengo muchas cosas que hacer aquí todavía”.
“Por eso no te hablaba de esa casa, si no nuestra nueva casa”.
Hugo tomó a su esposa en brazos y la cargo para llevarla a la limusina que les esperaba afuera y conducir a la mansión que había comprado cerca a la de su familia, así cuando ella volviera al país a visitarlos no tenía que quedarse en la casa de su padre.
Los siguientes días Sara se tomó un descanso del trabajo y se dedicó exclusivamente a su esposo, pero después de dos semanas tuvo que volver al trabajo, al igual que Hugo tuvo que regresar a su país, ya que en su empresa lo necesitaban, pero antes de irse le dejo el documento firmado con el traspaso de sus acciones.
“Estás te perteneces, la empresa siempre fue de tu familia y debería seguir siendo así, tómalo como mi regalo de bodas”.
Hugo regresó a su país y tenían pensado encontrarse a finales de mes cuando ella regresará, pero a su padre le dio un ataque cardíaco y ella tuvo que quedarse más tiempo, su hermano ayer la odiaba y su madre la culpaba por el estado de su padre, tenía muchísimo trabajo intentando traspasar la sede principal al país de Hugo, así podría trabajar desde allá.
Entre tanto estrés terminó desmayándose en una reunión y para cuando despertó se encontraba en la sala de un hospital con Nadia a su lado cuidándola.
Minutos después entró el doctor con el diagnóstico que la dejó patas arriba.
“Felicidades Señora Ferrán está usted embarazada”
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