Un año para divorciarme
Capítulo 113

Capítulo 113:

La iglesia estaba llena de ramos de flores por todas partes, los presente se pusieron de pie cuando la orquesta comenzó a tocar la marcha nupcial, la novia llegó acompañada de su asistente y luego su padre se acomodó a su lado y le puso el brazo.

A un ritmo lento y constante fueron caminando por el pasillo, todos los asientos estaban llenos de personas con sus caras cubiertas por máscaras y los presentes le sonreían a la novia al verla pasar.

La novia vio al hombre que la esperaba en el altar, usaba un traje blanco y una máscara blanca, su postura era un poco rígida, pero no demostraba nervios, él le regalo una media sonrisa y ella trato de dejar de pensar en los nervios, buscó en el público, pero no reconoció a nadie en específico. Cuando llegaron al altar su padre la entregó al novio y se fue a su asiento.

El cura se puso en posición y comenzó su sermón sobre lo que era el matrimonio y como debían amarse y apoyarse toda su vida. Sara se giró hacia la mujer que tenía detrás y cogió un anillo y lo puso en el dedo del novio.

“Yo te acepto como mi esposo desde hoy hasta el último día de mi vida” dijo Sara y el novio precedió a tomar el anillo también y ponerlo en su dedo.

“Yo te acepto como mi esposa para adorarte y amarte desde hoy y hasta mi último aliento” el público soltó un suspiro y todos sonreían encantados, excepto Andrés que tuvo el extraño sentimiento de que algo no iba bien.

“Si alguien se opone a esta boda hable ahora o calle para siempre” hubo solo silencio y Andrés volvió a respirar, temía que Hugo apareciera en cualquier momento.

“Por el poder que se me ha sido conferido yo los declaró marido y mujer, hijo, puedes besar a la novia”.

Y el novio lo hizo, tomo a su ahora esposa por la mano y la pegó a su cuerpo para luego devorarla en un beso.

Las alarmas en la cabeza de Andrés volvieron a sonar, él había investigado al príncipe y estaba seguro de que era g%y, así que era imposible que besara a Sara con tanto deseo.

Para confirmar sus sospechas la pareja se separó, Sara sonrió a su esposo con dulzura y se quitó la máscara, luego él hizo lo mismo y la iglesia se quedó en absoluto silencio cuando la cara del novio fue revelada y descubrieron que quien se ocultaba detrás debla máscara no era el novio que esperaban si no Hugo Moretti, que sonreía disfrutando del mejor día de su vida.

“¿Pero qué demonios está pasando aquí?” gruño Andrés mientras su hija no podía parar de sonreír.

“Muchísimas gracias a todos ustedes por haber asistido al día más importante de vida, cuando por fin me case con el único hombre que amo”.

El público no podía parar de murmurar, Andrés en un arrebato de ira subió al estrado e intentó tomar a Sara por la mano, pero Hugo se lo impidió.

“Nos vamos ahora mismo, esta boda queda anulada, de todas formas, mañana era que se casaban por lo civil, así que esta no es legal ante la ley, Sara termina esta payasada, busca al príncipe, pídele perdón y arreglaremos otra boda”.

Sara abrazó a su esposo y Hugo le extendió un papel.

“Lamento que siempre seas el último en enterarte de todo padre, pero nos casamos hace 1 semana por lo civil y no tengo que pedirle ninguna disculpa al príncipe, así como tampoco puedo casarme con mi cuñado, porque yo no fui la única que me casé ese día”.

Samuel y Abdel dieron un paso al frente quitándose la máscara y mostrando el certificado de matrimonio.

Andrés se tambaleo hacia atrás y su hijo mayor estuvo a su lado aguantándolo, miró a su hermana con odio.

“Es esto lo que tanto quería, pues felicidades, puedes marcharte con tu esposo, todos pueden irse no son bienvenidos en la Familia Ferrán y puedes ir olvidándote de la presidencia, ahora más que nunca no estas en posición de sentarte ahí”.

“Lamento darte más malas noticias hermano, pero eso tampoco será posible, porque cuando las acciones de la empresa bajaron por tu ineficiencia mi esposo compró el 30 %”.

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