Sus mil secretos
Capítulo 1793

Capítulo 1793:

Antes de que consiguiera responder a sus llamadas, Carlos había llegado con sus hombres para detenerla.

En cuanto Carlos entró, registró el lugar habitación por habitación.

No fue hasta que vio a Nancy que dijo en tono adusto: «Su Majestad, por favor venga con nosotros…»

Después de todo lo ocurrido, Nancy era consciente de que Aarón nunca la perdonaría. Por lo tanto, Carlos se había convertido en la última persona en la que podía depositar sus esperanzas.

«Carlos, haz que se retiren. Hay algo que quiero hablar contigo», sugirió Nancy.

«Lo que tengas que decir, puedes hacerlo delante de ellos».

A Carlos le importaba un bledo lo que Nancy tuviera que decir. En consecuencia, la cara de Nancy se puso roja de ira.

«Si quieres que me vaya, ordénales que se retiren».

Sin embargo, Carlos la ignoró. Con un gesto de la mano, ordenó a sus hombres que detuvieran a Nancy y a Monisha. Además, hizo que les confiscaran los teléfonos para evitar que contactaran con el mundo exterior.

«Carlos, ¿Por qué no hacemos un trato?». sugirió rápidamente Nancy al verse sorprendida por la decisión de Carlos de llevársela.

Como respuesta, Carlos la miró fríamente.

Era lo último que haría.

«Lo siento, pero no me interesa». Carlos añadió: «Creo que será mejor que te calles por tu propio bien. Si no, te voy a meter un trapo en la boca». A pesar de estar enfurecida por sus palabras, Nancy se negó a rendirse.

Si no llegaba a un acuerdo con él ahora, no habría posibilidad de hacerlo en la cárcel.

«Si me dejas ir, te daré una gran recompensa. Además…»

Antes de que pudiera terminar, Carlos procedió a meterle un trapo en la boca.

¡Insolencia!

No le interesaba lo que ella tuviera que decir.

Enfurecida por sus acciones, Nancy lo miró fijamente mientras soltaba maldiciones ahogadas.

Carlos ordenó que se llevaran a las dos.

Como Aarón había ordenado que las llevaran directamente a la prisión en lugar de al palacio, allí fue exactamente donde terminaron Nancy y Monisha. Esta vez, muchos guardias estaban apostados allí para vigilarlas.

Una vez hecho esto, Carlos llamó a Aaron para informarle de que había completado su tarea. Al enterarse de que Nancy estaba por fin en prisión, los ojos de Aarón se iluminaron de alegría por primera vez en mucho tiempo.

Al día siguiente, Aaron anunció públicamente el encarcelamiento de Nancy junto con todas las pruebas de sus crímenes.

Una vez descubierta, Nancy se convirtió en una figura odiada en todo el país.

Todo el mundo la odiaba a muerte, desde los altos funcionarios hasta los ciudadanos de a pie.

Nunca se les pasó por la cabeza que la muy venerada Reina Madre fuera una persona tan malvada y despreciable.

Por si fuera poco, Aaron llegó a revelar que Nancy le había utilizado y había envenenado a Dylan para mantenerse en el poder. La revelación desató aún más la ira contra Nancy entre la población.

¿Cómo puede existir una persona tan malvada en este mundo?

¿Haber matado a su propio hijo sólo por poder?

Ella está realmente más allá de la redención.

Con el pueblo pidiendo sangre, muchos de ellos apelaron a Aaron para que condenara a muerte a Nancy.

A pesar de que Aaron estaba de acuerdo con sus deseos, sintió como si Nancy se hubiera librado demasiado a la ligera con una sentencia de muerte. Después de pensárselo mejor, decidió encarcelarla de por vida.

Para alguien que estaba loca por el poder, pasar el resto de su vida en prisión era más tortuoso que la muerte.

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