Sus mil secretos
Capítulo 1502

Capítulo 1502:

Arielle se limitó a mirar de reojo a la enfermera.

«No te metas en lo que no te importa». Una voz sonó antes de que la mujer pudiera replicar, interrumpiendo a la enfermera. ‘‘Estás aquí’’, dijo la persona volviéndose para mirar a Arielle.

‘‘Sí’’, respondió Arielle brevemente a modo de acuse de recibo.

El hombre que hablaba era el doctor que había recomendado Arielle a Matthew, que también era el doctor a cargo del abuelo de Sonia.

“¿Cómo se encuentra la Anciana Señora Nighy? ¿Tienes su historial médico?” preguntó Arielle.

El doctor le pasó enseguida el expediente de Lisa. Tras echar un vistazo al historial médico de la paciente, Arielle dejó el expediente.

A continuación, comprobó los ojos de la anciana antes de examinar el resto de su cuerpo y dijo: «Prepárense para la operación inmediatamente».

Resultó que Lisa sufría una hemorragia cerebral, la misma afección que el abuelo de Sonia.

Era una afección común entre los ancianos.

Nico se había apresurado a ir directamente al hospital cuando se enteró de que su abuela, que siempre la había adorado, se había desmayado de repente y la habían enviado al hospital.

Fuera del quirófano, preguntó ansiosa: «Madre, ¿Cómo está la abuela?».

Cuando Melissa vio la expresión de preocupación en el rostro de Nico, la esposa del general acarició suavemente el brazo de su hija y respondió: ‘‘Tu padre ha conseguido que la Doctora Moore la trate. La operación está en curso’’.

¿La Doctora Moore?

¿Podría ser ella?

Una figura surgió de inmediato en la mente de la mujer. Si ella está aquí, probablemente esa persona también esté aquí…

Con ese pensamiento, Nico se dio la vuelta para echar un vistazo. En efecto, enseguida vio a Vinson apoyado perezosamente contra la pared.

Bastó una mirada para que volviera a sentirse abrumada por sus sentimientos hacia aquel hombre.

La mujer estuvo a punto de acercarse a saludarle, pero al pensar en su abuela, que seguía luchando por su vida en el quirófano, desechó la idea, pues no era un momento apropiado para preocuparse por asuntos del corazón.

Con ese pensamiento, Nico cogió la mano de su madre mientras esperaban pacientemente a que terminara la operación.

Dos horas y media después, Arielle salió por fin del quirófano.

‘‘Doctora Moore, ¿Cómo está mi suegra?’’ preguntó Melissa en cuanto vio a Arielle.

‘‘Ya está bien’’, respondió Arielle con frialdad.

Al oír eso, Melissa cogió la mano de Arielle con emoción y dijo agradecida: «Muchas gracias, Doctora Moore. Si no hubiera sido por usted, mi suegra no habría sobrevivido’’.

Matthew también dejo escapar un suspiro de alivio.

Antes de eso, le preocupaba mucho que su madre no pudiera sobrevivir. Por eso, cuando oyó las palabras de Arielle, se quitó un gran peso de encima.

“Doctora Moore, ¿Cuánto tiempo necesita estar ingresada mi abuela? ¿Podría quedarse aquí y cuidar de ella mientras esté en el hospital?».

Arielle echó un vistazo mientras Nico hablaba y se sintió algo frustrada al ver que era ella. ¡Qué pequeño es el mundo!

“Soy doctora, no cuidadora’’, respondió Arielle con indiferencia mientras miraba a Nico.

¿De verdad piensa darme órdenes como si fuera una criada?

“Puedo pagarte diez veces más que el mercado normal», se ofreció Nico.

Mientras esté dispuesta a quedarse, su partida se retrasará. Si es así, tendré la oportunidad de hacer mía a su guardaespaldas…

Para la mujer, aquella era una idea perfecta. Lisa no sólo tendría una doctora competente que cuidara de ella, sino que Nico también tendría la oportunidad de conquistar el corazón del hombre de sus sueños.

«¿Parezco alguien que necesita dinero?” Arielle no sabía cuáles eran las intenciones de Nico.

“Doctora Moore, mi hija sólo está preocupada por su abuela. No quería decir otra cosa», explicó Matthew con voz profunda.

No temía que Arielle hiciera daño a Nico, sino que no quería arriesgarse a ofender a los médicos. Al fin y al cabo, todo el mundo caería enfermo en algún momento y requeriría la asistencia de un doctor.

Mientras fijaba la mirada en Matthew, un destello pasó por los ojos de Arielle mientras se preguntaba cómo podría conseguir que aquel hombre ayudara a su padre.

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