Sus mil secretos
Capítulo 1468

Capítulo 1468:

Durante los últimos días, Arielle se dio cuenta de que Aaron parecía haber hecho caso de sus palabras. Cuando estaban en clase, no le hacía preguntas. Incluso cuando terminaban la clase, ya no intentaba entablar conversación con ella.

Aunque eso era lo que ella quería, seguía sintiéndose algo incómoda por lo distante que se mostraba Aaron. Al fin y al cabo, era su hermano pequeño. Sutilmente, lo miró antes de apartar la vista.

Aunque se sentía culpable hacia él, Arielle no se atrevía a aceptarlo. Tal vez sería capaz de aceptarle con el paso del tiempo. Quizá, pronto, sería capaz de ponerse delante de él y decirle que soy su hermana.

Aaron no tenía ni idea de en qué estaba pensando Arielle. De momento, se impedía intencionadamente mirarla y pensar en ella. Era como si sólo fuera capaz de mantenerla en los recovecos de su mente si hacía eso.

Sonia se dio cuenta de la extraña tensión que había entre ellas dos, así que cuando terminaron las clases, detuvo a Arielle antes de que ésta pudiera marcharse.

«¿Hay algo que te confunde?». Arielle pensó que Sonia había acudido a ella porque necesitaba ayuda con los estudios.

Sonia sacudió la cabeza y espetó: «Señorita Moore, ¿Qué pasó entre usted y Aaron?». Justo cuando aquellas palabras salían de su boca, se dio cuenta de que le parecía inapropiado preguntar aquello. Era como si intentara sondear la relación entre Arielle y Aaron.

De ahí que añadiera rápidamente: «Sólo tengo curiosidad. Si no es algo de lo que quieras hablar, puedes ignorar la pregunta. No pasa nada».

Arielle entrecerró los ojos y enunció: «No hay nada entre nosotros. No hay necesidad de que le des demasiadas vueltas a las cosas».

Tras una pausa, se volvió para mirar a Sonia y preguntó: «¿Todavía te gusta?».

Sonia se quedó boquiabierta. No sabía si Aaron le gustaba o no.

«Señorita Moore, ¿Qué se siente al enamorarse de alguien?», preguntó mientras miraba a Arielle confundida. Sonia nunca se había enamorado.

Sólo quería casarse con Aaron por la forma en que la habían educado. Desde joven, su madre le había dicho constantemente que se casara con Aaron. Como resultado, Sonia sólo tenía ojos para aquel hombre.

«Yo…» Arielle frunció el ceño. No sabía cómo explicárselo a Sonia. Sin embargo, supuso que podría decirle a Sonia lo que sentía por Vinson. «No sé lo que es para los demás enamorarse de otra persona, pero puedo decirte lo que es para mí».

«¡Vale!» Sonia asintió con fervor.

«Bueno, si te gusta alguien, seguirás queriendo ver a esa persona. Cuando pienses en él, aparecerá una sonrisa genuina en tu rostro. Cuando escuches noticias sobre él, te sentirás emocionada y deseosa de saber más. Si pasa tiempo con otras chicas, te sentirás molesta…». murmuró Arielle. Eran cosas que ella misma había experimentado. No sabía si las demás sentían lo mismo que ella.

Cuanto más oía Sonia, más fruncía el ceño.

Las cosas que Arielle le contaba eran cosas que ella nunca había sentido por Aaron.

¿Podría ser que no le gustara de esa manera?

Con ese pensamiento en mente, Sonia se volvió un poco sombría. Aunque no le gustara, tenía que hacer caso a las palabras de su madre e intentar estar con Aaron, pues no tenía otra opción.

Después de que Arielle explicara su experiencia a Sonia, se dio cuenta de que ésta cambiaba rápidamente de expresión.

Así, le dijo: «Sonia, tenemos que alcanzar nuestra felicidad por nosotras mismas. Si quieres casarte, debes hacerlo con alguien a quien ames y que también te ame. Aunque no puedan tener una relación de amor mutuo, debes buscar a alguien que sea totalmente tuyo. De lo contrario, serás tú quien sufra en el futuro».

Todo lo que Arielle acababa de decir iba en contra de todo lo que Sonia había aprendido desde joven.

Su madre sólo le decía que tenía que casarse con alguien que beneficiara a su familia, y que sólo tendría un buen futuro si a la familia le iba bien.

En el pasado, pensaba que su madre tenía razón. Sin embargo, ahora tenía dudas. ¿Realmente tenía razón?

.

.

.