Sus mil secretos
Capítulo 1418

Capítulo 1418:

Tras alejarse unos pasos, Sonia se giró y miró fijamente a Arielle. «Señorita Moore, quiero tener una competición justa con usted».

Arielle se quedó totalmente perpleja. Levantó las cejas y preguntó: «¿De qué estás hablando?».

Sonia frunció los labios y dudó un rato antes de pronunciar: «Sé que le gustas a Aaron. Por eso me gustaría competir limpiamente contigo por él».

¿Le había molestado eso toda la mañana? Arielle volvió a alzar las cejas y dijo rotundamente: «Ve a por él si te gusta. Yo no tengo nada que ver con él».

«Pero tú le gustas», replicó Sonia con voz grave.

«¿Y eso qué tiene que ver conmigo?». replicó Arielle.

Sonia se quedó estupefacta al oír aquello. Pues es verdad. Aunque a Aaron le gusta la Señorita Moore, ella no puede hacer nada al respecto.

Antes de que Sonia pudiera decir nada, Arielle añadió con indiferencia: «Sonia, soy una mujer casada».

«¿Qué?» Sonia miró atónita a Arielle y se quedó con la boca abierta.

«Por lo tanto, nunca va a pasar nada entre Aaron y yo», añadió Arielle.

Sonia se quedó totalmente perpleja. ¿Casados? ¿Cómo podía ser?

Arielle vio la cara de perplejidad de Sonia, así que preguntó: «Como ya tengo veinticinco años, ¿Es tan raro que esté casada?».

Como Arielle ya lo había revelado, Sonia acabó por convencerse.

«En realidad, Aaron no es mi única opción, Señorita Moore. Es que mi madre…». Sonia no se atrevía a completar la frase.

«Lo comprendo». Arielle levantó las cejas y añadió: «Sin embargo, deberías tener voz y voto en tus relaciones personales».

Al salir del despacho, Sonia no pudo evitar seguir pensando en lo que Arielle le había dicho. Entendía lo que Arielle quería decir, pero al mismo tiempo se sentía confusa.

Cuando Arielle terminó sus clases, regresó a la Mansión Paelsford y subió a lavarse. Se sonrojó un poco al ver los chupetones que le habían quedado esparcidos por el cuerpo.

Después de lavarse, se puso una camisa de cuello y se preparó para que Aaron la recogiera.

Mientras tanto, en palacio, Dylan acababa de recibir una noticia alucinante. Abrió los ojos con incredulidad y dijo: «¿Qué acabas de decir? ¡Repítelo!»

«Majestad, la Princesa es una m-mujer casada», repitió Sybil.

Incluso Sybil se quedó atónito cuando se lo contaron. ¿Quién habría pensado que Princesa es una mujer casada?

Dylan se dejó caer en la silla y permaneció confuso durante un buen rato.

¿Mi hija es una mujer casada? ¡Aún no me he reunido con ella! Además, ¿Qué estaba haciendo Aaron todo este tiempo? ¿Cómo no se enteró antes?

Con esos pensamientos en la cabeza, Dylan se enfureció.

Tras calmarse, se interesó por saber más sobre su yerno.

«¿Has averiguado quién es su marido? ¿Es un hombre capaz?» Dylan estaba ansioso por saber exactamente qué clase de hombre se había casado con su hija.

«Sí, lo hemos hecho». Sybil puso rápidamente unos documentos sobre el escritorio de Dylan.

Sybil ya había hecho una copia al recibir el informe de sus subordinados para poder enseñárselo a Dylan.

Dylan leyó detenidamente los documentos y asintió.

¡No está mal! Mi hija ha encontrado un buen hombre.

Tras leer los documentos, Dylan ordenó: «Informa a la gente del muelle de que no sean tan estrictos como de costumbre. Mientras tanto, diles que dejen pasar a esos inmigrantes ilegales».

Los documentos mostraban que Vinson había viajado al extranjero dos días antes.

Dylan pensó que existía la posibilidad de que hubiera intentado encontrar a Arielle. Para complacer a su hija, estaba dispuesto a facilitarle las cosas a Vinson.

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