Sus mil secretos
Capítulo 1263

Capítulo 1263:

Arielle se quedó atónita.

Sólo es una pequeña herida en mi cuello. Aunque es venenosa, no es mortal. Además, no me ha dejado cicatrices. Incluso he evitado la fritura seleccionando una sencilla receta de Ustranasión.

Se guardó sus pensamientos y sonrió.

«No pasa nada. Sólo quería prepararte el desayuno». Mientras hablaba, Arielle le presentó el bocadillo, los huevos y un vaso de leche caliente. «Gracias por hacerme compañía estos días».

Mirando a la mujer con una sonrisa brillante y dulce, Vinson no pudo contenerse más. Extendió los brazos y la abrazó suavemente.

Al principio se mostró muy cauteloso, preocupado por si podía herir a Arielle. Cuando por fin la tuvo abrazada, la estrechó cariñosamente.

Mientras tanto, Annabelle se encontraba en una situación desesperada.

Supuso que sólo la expulsarían de la película actual. Poco sabía ella, que las noticias sobre todas las cosas malas que hizo se hicieron virales.

Por si fuera poco, su presencia fue necesaria en la empresa para que le enviaran un aviso de despido.

Cuando salió de la empresa, se encontró con un destino peor que la muerte. Había un gran grupo de periodistas esperándola. Parecía que todo estaba planeado de antemano para ir contra ella. ¡Seguro que Vinson tiene mucho que ver con esto!

Aunque se enfurecía interiormente, no podía hacer nada.

Después de todo, ella había cometido todas esas cosas.

«Señorita Anter, ¿Es cierto que la han acusado de intentar desfigurar a la Señorita Moore? ¿Te han demandado?»

«Señorita Anter, ¿Tiene algo que decir al respecto?»

«Señorita Anter, ¿Realmente desfiguraste a la Señorita Moore en un rodaje reciente? ¿Es la primera vez que hace algo así?»

Los periodistas la bombardearon con una serie de preguntas difíciles. Cada palabra le partía el corazón en mil pedazos. Puesta furiosa, deseó poder asestar una fuerte bofetada en la cara de cada uno de los reporteros.

Al ver que guardaba silencio, los periodistas que estaban a su lado siguieron presionándola.

Cuanto más la molestaban con palabras, más se enfurecía. ¿Esta gente tiene ganas de morir? No sé qué pasará si no puedo reprimir mi ira.

Al percatarse del alboroto, los guardias de seguridad se apresuraron a bloquear a los periodistas. No tenían ni idea de que Annabelle había sido despedida por la empresa.

Por mucho que intentara apartar a los periodistas, seguían atacándola con interminables preguntas y comentarios. Su intención era atraerla para que dijera algo. No les importaba lo que Annabelle pudiera sentir en aquel momento.

«Discúlpenme, por favor. Pronto explicaré toda la situación a todo el mundo», gritó a pleno pulmón, con la esperanza de que los periodistas dejaran de importunarla.

No sabía qué más hacer.

Los periodistas la seguían a cada paso.

De repente, Annabelle se puso furiosa y bramó: «¡Acércate un paso a mí y te haré papilla!».

Su inesperada amenaza no asustó a los periodistas. Al contrario, se sintieron aún más intrigados, como si hubieran conseguido lo que venían a buscar.

Cuanto más loca actuara Annabelle, más jugosa sería la noticia.

«Señorita Anter, ¿Se siente culpable? Desfigurar a una compañera actriz, ser una sugar baby y humillar a los demás, ¿Son ciertas estas acusaciones? ¿Qué tenías en mente cuando decidiste hacer daño a la Señorita Moore?»

«¡Piérdete!»

Ante los paparazzi depredadores que atacaban sin cesar sus palabras y preguntas, un pensamiento peligroso pasó por la mente de Annabelle. Levantó su bolso y estuvo a punto de golpear a la persona que tenía delante. Por suerte, el guardia de seguridad la detuvo antes de que pudiera hacerlo.

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