Sus mil secretos
Capítulo 1211

Capítulo 1211:

¿Es ésta la manifestación del verdadero talento?

Aunque Jason estaba sorprendido y envidioso, se abstuvo de elogiar a Arielle debido a su ego. De ahí que se limitara a comentar: «Me alegro de que no me frenes. Sigue así».

Con eso, continuó revisando sus líneas para la siguiente escena.

La segunda escena trataba de dos vecinos expuestos al virus. Arielle y Jason iban a entrar en la última parte de la escena.

Mientras tanto, Arielle recibió un correo electrónico de Vinson en el que le informaba de que había regresado al país.

Además, compartía con ella su plan para atraer a su enemigo.

Tras reflexionar brevemente, Arielle respondió: [Entendido.]

Su vacilación se debía a que el plan de Vinson requería que ella actuara, y no estaba segura de estar a la altura.

Podría aprovechar para practicar, puesto que ya estoy actuando en esta película.

Pronto empezó el rodaje de la segunda escena.

En ella, Arielle tenía que ir corriendo a ver a su vecino que se había desmayado. Después, debía correr hacia el monstruo que había contraído el virus.

Dado lo difícil que era representar un sentido de abnegación resuelto, Sam estaba dispuesto a hacer unas cuantas tomas para la escena. De hecho, incluso hizo que Arielle ensayara primero sus líneas para que pudiera conservar su energía. De lo contrario, las múltiples repeticiones probablemente agotarían su resistencia debido a todo lo que había que correr.

Inesperadamente, en cuanto la cámara empezó a rodar, Arielle mostró las emociones que Sam esperaba de ella de forma impecable. En cambio, fue Jason quien actuó con rigidez al no poder controlar su expresión facial.

«¡Corten!»

Sam frunció el ceño mientras llamaba a Jason para que se acercara al monitor.

«Échale un vistazo tú mismo. No eres más que un manojo de nervios en esa escena.

En ese momento, Arielle y tú ignoran la existencia del virus. En cambio, suponen que ha habido un robo. En consecuencia, deben expresar ansiedad y no horror. ¿Lo entiendes?»

Tras echar un vistazo a Arielle en el monitor y luego a sí mismo, Jason se llenó de incredulidad.

«¿Cómo puede…?

¿Cómo puede actuar mejor que yo? Me está eclipsando a pesar de ser licenciado en arte dramático y tener varias películas a mis espaldas. Es más, incluso le dije que no me retuviera. Evidentemente, ahora soy yo quien nos frena.

En ese momento, le asaltó una avalancha de emociones.

Al notar la vergüenza de Jason, Sam le dio una palmada en el hombro. «Muy bien, volver a hacer una toma es bastante habitual. No hace falta que te lo tomes como algo personal. Mientras trabajes en los puntos que te he planteado, estarás bien. Además, puedes aprender un par de cosas de Arielle. Teniendo en cuenta que ella tiene el talento y tú la experiencia, ¡Los dos formaran sin duda un gran equipo!».

Jason apenas podía sonreír a pesar de su intento.

Después de fumarse medio cigarrillo para aliviar el estrés que sentía, se lanzó de nuevo al rodaje.

A partir de entonces, se esforzó más de lo habitual. En muchas de las escenas difíciles, también consiguió demostrar las emociones necesarias para estar a la altura de las escenas.

En ese momento, Sam estaba contento con la actuación de Jason y sintió que éste iba en serio en su empeño por sobresalir en su carrera de actor.

En cuanto a Jason, era una cuestión de orgullo como hombre, pues no quería verse eclipsado por la persona que le gustaba.

Una vez terminado el rodaje antes de lo previsto, Sam quiso invitar a todos a cenar, a lo que Jason accedió naturalmente.

Sin embargo, Arielle respondió disculpándose: «Señor Sleight, me temo que no podré acompañarle, ya que tengo otra cita por la noche. ¿Por qué no me dejas pagar la cena de esta noche? Dame la cuenta más tarde».

La expresión de Jason se ensombreció al oír las palabras de Arielle.

.

.

.