Sin escape
Capítulo 36

Capítulo 36:

Ruby soltó el aliento con los ojos muy abiertos y sintió mucha vergüenza.

Se enfadó más y dijo: «Tú has dicho que no estoy enamorada de verdad. Entonces, lo sedujiste; ¿Es amor verdadero?».

Grace frunció el ceño. ¿Quién dijo que Ruby no estaba enamorada de verdad? Se limitó a preguntar cuánto amaba Ruby a ese hombre.

Grace bajó la cabeza. Podía ocultar su resplandor en los últimos tres años, pero no deshacerse de su sabiduría.

Era obvio que Ruby se sintió mal emocionalmente sólo porque estas palabras la hirieron con razón.

Grace sacudió la cabeza.

Ruby continuó diciendo: «¿Qué quieres decir? Tú eres tan tacaña como para hacerte la víctima y seducir a los hombres para ganar dinero. ¿Por qué mueves la cabeza? ¿Lo niegas? Te lo digo yo, Grace, todo el mundo puede mirarte por encima del hombro, pero tú no tienes derecho a hacerle eso a nadie»

Grace estaba sorprendida por lo que Ruby acababa de decir. Le causó demasiada frustración. Era correcto que todos en el mundo pueden mirarme por encima del hombro, pero yo no tengo derecho de hacer eso a nadie más.

Caden Shaw, ¿Te alegras de verlo?

Oh… Grace cambió para ser la que le gustaría ver.

Cerró los ojos con una sola palabra en su mente: ¡Dinero!

Ella no era nada sin dinero; si tuviera dinero, tendría…

Ruby se burló al dar un vistazo a Grace y sintió su aspecto tan desagradable y dijo: «De todos modos, recuerda que eres una lisiada; no esperes que Franklin te quiera» Luego se dio la vuelta para ir a su dormitorio y dejó a Grace allí.

Grace alzo la mitad de la ceja y no pudo esperar a darse una ducha caliente para ir a la cama.

Hacía demasiado calor sin aire acondicionado, pero Grace sentía demasiado frío.

Se acurrucó más bajo el edredón, por lo que debería entrar en calor pronto.

Unos pájaros cantaban fuera de la ventana, lo que la ayudó a dormir bien.

«¡Eh, eh! ¡Levántate!»

Grace fue despertada por alguien que la empujó repentinamente. Abrió los ojos para ver a Ruby.

Tenía mucha fiebre, así que no pensó demasiado en lo que había pasado, sólo murmuró: «¡Para! Estoy mareada».

Ruby tornó a empujar las manos de Grace y se detuvo un rato. Luego miró con desprecio a Grace y dijo, «No estoy dispuesta a quedarme en tu habitación. Sólo te digo que ya es hora de ir a trabajar. ¡Levántate ya! ¡No duermas más! La última vez no fuiste a trabajar y Gloria me culpo. No quiero que vuelva a pasar. Levántate y vístete»

¿Trabajar?

¡Trabajar!

La mente de Grace casi se quedó en blanco, ya que Ruby hablaba mucho mientras le subía la fiebre.

Sin embargo, la palabra ‘trabajo’ estalló como una bomba en su mareo por lo que tuvo que despertar… ¡Trabajo!

Finalmente, Grace dejó su colcha y se levantó. Sintió que le dolía todo el cuerpo y se levantó apresuradamente, por lo que casi se cae al suelo.

Ruby frunció el ceño y dijo impaciente: «¡Deprisa! No te quedes ahí. Aquí no hay hombres. Deja de hacerte la víctima otra vez».

Grace era continuamente humillada por Ruby sin decir nada; se cambió el abrigo y se puso los zapatos.

Pero Ruby no quiso detenerla: «¿Mojarse bajo la lluvia te hizo sentir tan débil? Yo también me he mojado en la lluvia, pero nunca me he enfermado ¿Eres una chica tan débil?».

Grace se frotó la cabeza para aliviar el dolor de cabeza y se dio la vuelta para decir: «Ruby, ¿No sabes que a nadie en el mundo le gustaría una chica celosa y cruel? Si quieres que Franklin te guste, por favor, cambia de actitud».

Entonces supuso que Ruby la humillaría más para vengarse.

De todos modos, no le gustaría ocultar su infelicidad sin motivo.

Cuando era niña, su hermano mayor le dijo que podía hacer lo que quisiera cuando se enfermara.

En ese momento, a Grace le gustaba especialmente jugar con Caden y seguirlo. Pero ella sabía que Caden se molestaba mucho por ella.

Aun así, una vez que estaba enferma le pidió a Caden que se durmiera una siesta con ella a la hora del mediodía. Caden no tuvo paciencia con ella de nuevo, pero ella siguió molestándolo y le pidió que hiciera lo que le había pedido; poque era que no se sentía bien por lo que podía ser caprichosa, y si él no estaba de acuerdo no estaría mejor.

Fuera de su expectativa, Caden accedió a dormir la siesta con ella.

Desde entonces, ella sabía que funcionaba. Algunas veces intento enfermase con una ducha fría, pero nunca lo había conseguido.

Grace se mantuvo en el recuerdo involuntariamente para no atrapar las desagradables palabras de Ruby.

«Grace, has dicho que soy celosa y cruel. ¿Ahora pretendes que tu no lo eres?»

Pero Grace gritó asustada con la aguda voz de Ruby.

*»¡Bang!»*

Con la cabeza golpeando el pomo de la puerta, Grace se sintió tan herida que no pudo evitar apretar los dientes, y se giró para dar un vistazo a la asombrada Ruby.

Realmente sintió que algo caliente salía de su frente; entonces sólo pudo ver todo rojo…

Sin embargo, se podía ver en el rostro de Ruby que ésta estaba cada vez más aterrorizada.

¿Qué paso exactamente? ¿Qué ha pasado?

«¡Oh… no fui yo! ¡No fue culpa mía! ¡Tú no te mantuviste firme! ¡No fue culpa mía! ¡No lo fue!»

Grace tenía la visión más borrosa. Lo que vio por fin fue a Ruby salir corriendo de la habitación.

Su visión seguía siendo borrosa, pero estaba confundida. ¿Qué le pasa a Ruby?

Oh… tenía un poco de sueño.

«Gloria, hoy me gustaría pedirte permiso». Grace llamó a Gloria en voz baja. Finalmente, estaba tan débil que no sabía lo que decía…

En ese momento, oyó la voz de alguien que se acercaba a ella a toda prisa. Una sombra se detuvo frente a Grace y se agachó para respirar profundamente.

«No tiene nada que ver conmigo», se levantó insegura

¿Quién iba a saber que se caería por ser tocada suavemente?

Ruby salió y luego volvió; estaba sin aliento mientras miraba a Grace tendida en el suelo. Había sangre en la frente de Grace, así que utilizó su teléfono para marcar el 911.

La llamada estaba esperando a ser contestada. Sin embargo, Ruby recordó algo de repente, se asustó y colgó la llamada sin dudarlo.

Miró a Grace, que estaba temporalmente inconsciente, pero no sabía qué hacer. Poco después, tomó la decisión de ponerse en agacharse y levantar a Grace.

Ruby lo intentó con todas sus fuerzas. Al principio, temía no tener fuerza para lograrlo.

Una vez que empezó, se sorprendió totalmente al dar un vistazo a Grace… ¿Era tan ligera?

De todos modos, debía llevarla al hospital ahora.

Antes de pensar demasiado, Ruby hizo que Grace se apoyara en su hombro y la sostuvo en brazos para salir apresuradamente, caminando hacia las escaleras.

Llamó a un taxi para ir al hospital.

Ruby pensó durante un rato en algún problema. Luego decidió llamar a su líder para decirle, «Lindsay, tengo que pedir permiso para faltar hoy. Mi compañera de piso no se encuentra bien y se ha caído al suelo por accidente. Por suerte, me dejé el cargador en casa y regresé para recogerlo, entonces descubrí lo que le había pasado. La estoy llevando al hospital y me voy a quedar con ella… sí, más tarde después de asegúrame que este bien me iré al club a pedir un permiso para ella… Ok, ya veo. Es mi compañera de cuarto, la cuidaré bien».

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