Se vuelve glamurosa tras la anulación del compromiso
Capítulo 66 - ¿Una Enfermedad Incurable?

Capítulo 66: ¿Una Enfermedad Incurable?

Jon, que no se atrevía a despreciarlo, respondió: «¡Está bien!».

Antes de irse, miró a Nora y le dijo: «Todavía eres joven, así que deberías pensar un poco más en algunas cosas. Señor Smith, no perdamos más tiempo y démonos prisa».

Después de que Jon y Tina se fueran, la gente a su alrededor empezó a reunirse en torno a Nora.

«¿Así que eres la hija de Yvette Anderson? Convertirte en alumna de Jon es una gran oportunidad. No la dejes pasar».

«Todavía es joven, pero Simon, ¡Será mejor que seas sensato! Mira a Tina; después de convertirse en alumna del Señor Myers, se convirtió en médico de guardia en el Hospital Finest. También se hizo mucho más conocida…»

En medio de la persuasión de todos, Nora, sin embargo, se limitó a mirar en la dirección en la que se fueron Joel y los demás.

Ian Smith se estaba muriendo…

¿Debería ir a echar un vistazo?

Sin embargo, cuando pensó en lo que Joel acababa de decir, abandonó la idea.

No importaba. Cada uno tenía su propio destino.

La conferencia terminó con una conclusión perfecta para los Anderson. Toda la mercancía amontonada en su almacén se vendió. Además, con las Píldoras de Descanso, la posición de la Farmacia Harmonia en la industria de la medicina tradicional también se estabilizó un poco.

Al menos, cuando se marcharon, los demás ya no les miraban despectivamente como al principio.

Sólo cuando vio que los Anderson se habían marchado, Justin miró a Sean, que ya había sacado su móvil de repuesto, se había conectado a la cuenta de correo electrónico y había abierto el correo de hacía un momento.

La foto, sin embargo, era de un bebé que acababa de cumplir un mes.

Sinceramente, todos los bebés recién nacidos tienen más o menos el mismo aspecto. Sin embargo, el bebé de la foto parecía suave y regordete, era evidente que tenía unos rasgos faciales muy atractivos.

Justin pensó de repente en Pete cuando era un bebé. Debido a su mala salud, no había sido más que piel y huesos…

En los Anderson.

Después de que Nora y los demás atravesaran la puerta, toda la familia se sentó en el sofá del salón.

Simon acababa de responder a una llamada de su hija. Dijo emocionado: «¡Sheril dice que ya han producido 50 píldoras basadas en la fórmula! ¡La fórmula funciona! Realmente podemos producir en masa las Píldoras de Descanso».

Melissa miró a Sheena, que no había dicho nada desde que entró. Dijo: «Parece que Yvette sí mejoró la fórmula e incluso hizo que Nora la trajera. Esto demuestra que, a pesar de haberse ido de casa, no se había olvidado de los Anderson…»

La tez de Sheena estaba apagada y cenicienta. Tenía los labios apretados y se sentía abatida.

Simón, que no se dio cuenta de nada, preguntó: «Nora, ¿De verdad no vas a estudiar con Jon?».

Nora respondió: «No».

Después de pensar un rato, Simón dijo: «Sé que es porque Jon nos estaba poniendo las cosas difíciles que tú…»

«No hay necesidad de discutir más sobre esto. No me interesa aprender medicina tradicional de él», dijo Nora, que interrumpió a su tío enseguida.

Sheena frunció el ceño. «¿Qué te interesa, entonces?».

Nora levantó una ceja y se quedó callada un rato.

En seguida, Sheena no pudo evitar reprenderla. «¿He oído que eres cirujana? ¿Tienes licencia médica? ¿En qué universidad te has graduado? ¿En qué hospital trabajas? ¿Eres una doctora especializada en el servicio ambulatorio o un médico de cabecera?»

Nora respondió: «… trabajo por mi cuenta».

«¿Trabajas por tu cuenta? En ese caso, ¿Cuántas operaciones puedes hacer en un mes? ¿Por qué no te entrenas en el hospital durante unos años, ya que eres tan joven?»

Melissa tiró de la manga de Sheena. «Sheena, no digas nada más por ahora».

Sin embargo, Sheena tiró de la manga y dijo: «Entonces, ¿Quieres que me disculpe con tu madre? De acuerdo. Lo haré. ¡No debería haber dicho eso de hermana! Pero Nora, como tu tía, ¡Hay algo que tengo que decir!

Tu madre tenía fama de ser una joven de gran talento en Nueva York por aquel entonces, pero tú en cambio creciste en otro lugar. ¡La forma en que eres incapaz de nada daña la reputación de tu madre! Eso es algo que no permitiré en absoluto».

«…»

Nora sintió que esta Segunda Tía suya se tomaba la reputación y esas cosas demasiado en serio.

Se levantó y subió las escaleras. «Iré a echar un vistazo a lo que está haciendo Cherry».

Sheena se enfadó inmediatamente. «Tú…»

Melissa le agarró la mano y le dijo: «Acaba de volver, Sheena. Dale algo de tiempo para que se adapte. No te preocupes, aunque no saques el tema, ¡Haré todo lo posible para preparar a Nora!»

Nora, «…»

Realmente no lo necesitaba.

Subió las escaleras, entró en su dormitorio y enseguida escucho a Cherry en medio de sus juegos.

«¡Chesty, vamos! He encontrado a alguien que está solo!»

Una voz sonó en el chat de voz: «¡Ya voy! Ya voy!»

Entonces, Cherry dejo escapar una exclamación de sorpresa y dijo: «¡No, no hay una sola persona, sino dos! Ah, hay una… ¡Dos más en los arbustos! Chesty, ¡Hay cuatro jugadores lejos de su equipo!»

«…»

«¡Vamos! ¿Por qué huyes, Chesty? ¡¿Por qué eres tan pésimo?!»

«… Cherry, ellos tienen cuatro personas en su lado mientras que nosotros sólo somos dos. ¿Estás segura de que los cuatro están lejos de su equipo?»

«¿Por qué te acobardas? ¡Puedo vencer a cinco de ellos yo sola! ¡¿Eres un hombre o no?!»

«¡Soy tu tío!»

«¡Oh, los que no lo sabían habrían pensado que eras mi tía en su lugar!»

«…»

Al ver que Cherry estaba absorta en su juego, Nora le recordó que debía prestar atención a la hora y se fue a bañar.

Cherry parpadeó con sus grandes y lindos ojos, se quedó mirando el celular. «¡Chesty, mamá ha vuelto, así que tendré que desconectarme pronto! ¿Sigues transmitiendo el juego?».

Chester respondió: «Sí, lo hago. Los espectadores de mi transmisión en vivo están pidiendo que tú también empieces a transmitir en vivo».

Cherry se interesó mucho cuando escuchó lo que dijo. Preguntó: «¿Alguien lo verá si transmito en directo?».

Chester respondió: «¡Por supuesto! Soy un streamer de primera con millones de fans. Cuando desafiemos la clasificación con nuestro equipo de dos personas, ¡Seguro que tendrás muchos espectadores!»

«¡Okie-Dokie!» Cherry dijo: «¡Comenzaré una transmisión en vivo mañana! ¿Qué tengo que preparar?»

Chester preguntó: «¿Tienes un ordenador en casa? Tendrás que comprar una buena cámara, ¡Preferiblemente una que venga con una función de embellecimiento!»

«¡No hay problema!»

Los dos tontos charlaron alegremente. Cherry incluso sonrió felizmente mientras soñaba con convertirse en una pequeña estrella.

Una vez que empezara a transmitir en vivo, ¿Significaría que podría dar trivias de historia e incluso hacer recitales de poemas en su transmisión en vivo y dejar que todos vieran lo genio y bella que era?

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La residencia de los Smith estaba situada cerca de la Tercera Avenida de Nueva York.

La decoración interior de la mansión era discreta y desprendía elegancia en cada detalle.

Varios sirvientes se afanaban en sus tareas, pero no hacían ningún ruido. Era evidente que estaban bien entrenados.

Todos los miembros de los Smith estaban reunidos ante la puerta del dormitorio principal. Se sentaron en el sofá de cuero y miraron con ansiedad la puerta del dormitorio.

En el dormitorio, un hombre grande y alto estaba tumbado en una gran cama gris.

Aunque tenía casi cincuenta años, Ian no aparentaba en absoluto su edad. Aparte de que estaba inusualmente pálido, parecía estar en la treintena.

Aunque tenía los ojos cerrados y estaba inconsciente en ese momento, sus rasgos destilaban la elegancia y la sobriedad de un hombre que había gozado de una alta posición social durante mucho tiempo.

Si uno se fijaba bien, se daba cuenta de que Nora e Ian tenían formas de labios muy parecidas.

Un solemne Jon comprobaba sus constantes vitales con seriedad mientras Tina se mantenía erguida y evaluaba cuidadosamente la lujosa decoración que la rodeaba.

Incluso a su nivel actual, Jon no era más que un pez gordo en el círculo de la medicina tradicional. Para las verdaderas familias adineradas de primera categoría, como los Smith, no era más que un médico con un poco más de habilidad que la mayoría. Su estatus y la cantidad de poder que cada uno ejercía no eran comparables en absoluto.

Joel tenía una mirada preocupada. Cuando vio que Jon había terminado el chequeo, preguntó con ansiedad: «¿Cómo está mi tío?».

Jon frunció el ceño y respondió: «El Señor Smith no tiene voluntad de vivir, así que no hay nada que pueda curarlo. Por favor, prepara su funeral».

La expresión de Joel cambió drásticamente. «¿Realmente no hay otra manera, Señor Myers?»

Jon respondió: «Puede que haya alguien que pueda hacer algo al respecto».

Joel preguntó con ansiedad: «¿Quién es?».

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