Se vuelve glamurosa tras la anulación del compromiso
Capítulo 322

Capítulo 322: Les Haré Ganar~

? ? ? ? ?

Después de gritar este nombre, los ojos del Viejo Maddy se volvieron gradualmente confusos.

Parecía haber olvidado lo que acababa de decir. Sólo repitió: «Ian tiene una hija. La hija de Ian lo está buscando…».

Luego, bajó la cabeza y siguió comiendo el pastel que tenía en la mano. Caminó familiarmente hacia la pequeña casa del patio delantero.

? ? ? ? ?

Al día siguiente, cuando Nora se despertó, aún no habían llegado los resultados de las pruebas de Lily. Después de todo, esta vez se trataba de un envío exprés internacional. Tardaría dos días en llegar.

Nora bostezó. Cuando se levantó y vio que Joel ya había llevado a Pete al jardín, bajó las escaleras.

Al bajar, vio que el ambiente en el salón no era el adecuado.

Bostezó y miró confundida. Vio que Maureen miraba a Yvonne enfadada y le decía: «¡Te he dicho que si no somos nosotros, no somos nosotros! ¿Por qué íbamos a hablar de ustedes a los de fuera? ¿De qué nos sirve que no entres en la Alianza Hacker?».

Yvonne bajó la cabeza, con los ojos rojos.

No habló. Florence, que siempre había estado a su lado, dijo: «Pero la Señorita Yvonne no entró en la Alianza Hacker porque alguien dijo que había un problema con su software y que atacó a su propia familia sin motivo. Este tipo de software definitivamente no califica, así que fue eliminada. Y y Q habían acordado dejarla entrar al principio».

Maureen se burló. «¿Qué tiene eso que ver con nosotros? Ni siquiera conocemos a ningún hacker. Si conociéramos a algún hacker, ¿Aún habríamos tenido la necesidad de rogarle todos estos años?».

Warren también frunció el ceño. «Yvonne, ¿Incluso sospechas de mí? ¿Cuándo te he engañado todos estos años?»

Yvonne suspiró: «Warren, no es que no te crea, pero este asunto sí se ha filtrado. ¿De verdad no conoces a ningún hacker?»

«Por supuesto…» Warren quiso responder con firmeza, pero sus palabras se detuvieron de repente.

Por supuesto, conocían a un hacker.

Tragó saliva. «Yo… conozco a Solo, pero nunca le hablé de esto. Aunque se enterara de que alguien nos había invadido, ¡No sabía quién eras tú!».

Maureen dijo con desdén: «Sí, hay gente que solo alucina. ¿Acaso debemos ser nosotros las que filtramos la noticia sólo porque conocemos a Solo? ¡Nora nos lo presentó! ¿Vas a difamar también a Nora?».

Hizo una pausa.

Maureen y Warren se miraron.

Yvonne dijo sorprendida: «¿Dices que Nora también conoce a Solo?».

Se mordió el labio y suspiró con fuerza.

Al principio Florence no entendía esa lógica, pero cuando vio la expresión de Yvonne y pensó en lo que acababan de decir, se puso furiosa al instante. «¡Muy bien, ya lo entiendo! ¡Nora debía estar celosa porque no dejaba de mirarla con la excusa de que la Señorita Yvonne quería unirse a la Alianza Hacker! Así que dijo deliberadamente a Solo que enviara un mensaje a Y y Q».

«Esta mujer es demasiado despreciable. ¿Cómo puede ser tan mezquina?»

Florencia gritó enfadada. «Aunque esté celosa de los demás, ¿No puede preocupar por si misma? ¿Por qué está causando problemas a los demás?»

Maureen se apresuró a decir: «Madame Florence, aún no hemos confirmado quién lo hizo. No eches la culpa a los demás. Además, puede que Nora no lo haya hecho a propósito».

Warren asintió también. «Sí, ella no sabe para qué sirve ese software. Aunque lo haya dicho de verdad, ¡Se le habrá escapado por error!»

Warren estaba seguro de que él y su mujer no habían hablado a Solo de Yvonne. Por lo tanto, sólo podía ser Nora. Inconscientemente encontró una excusa para ella.

Florence hizo una mueca y estaba a punto de hablar cuando se escucho una voz fría. «Tsk».

Las personas allí se congelaron inconscientemente. Giraron la cabeza y vieron a Nora caminando lentamente hacia la cocina. Sacó un trozo de pan y salió mientras comía.

Después de tragar el pan en su boca, miró a Yvonne. «Deja de adivinar. He sido yo».

No importaba la razón, Yvonne había atacado a su familia con el software que había escrito. Si fue intencional, entonces no debió ser para nada bueno.

Si no lo hizo a propósito, entonces significaba que sus habilidades no estaban a la altura.

¿No era normal que no aprobara?

Florence se enfureció al instante. «¡Ves, ya lo has admitido! En efecto, ¡Has destrozado los planes de la Señorita Yvonne!»

Yvonne la miró con los ojos enrojecidos. «Nora, ¿Por qué me tratas así? Yo tampoco soy mala contigo!»

Nora tragó otro bocado de pan y tomó un sorbo de leche. Luego, dijo lentamente: «¿Qué te he hecho? ¿No es porque tus habilidades no son lo suficientemente buenas?»

Todos: «!!!»

Maureen y Warren se sorprendieron al principio porque Nora lo había admitido. Sin embargo, cuando escucharon esto, realmente tuvieron un pensamiento.

¡Nora tenía razón!

Estaba claro que era Yvonne la que no era lo suficientemente hábil. ¿A quién le importaba lo que los demás dijeran de ella?

Mientras se sorprendían, Nora ya había salido por la puerta.

Hoy tenía una competición por equipos y tenía que participar.

Cuando se despertó, recibió un aviso para estar en el lugar de la competición a las 4 de la tarde.

? ? ? ? ?

Se dirigió a la competición de artes marciales y acababa de entrar con una máscara cuando fue reconocida por Quentin. «028, ¿Por qué llegas tan tarde?»

Nora bostezó. Antes de que pudiera decir nada, Quentin dijo: «Pero no pasa nada. Estamos a punto de salir al escenario».

Hizo un gesto con la mano. «Seguro que ya sabes quién soy, ¿verdad? Tu esposo debería habértelo dicho. Así que, tú y tu esposo podrán estar agradecidos. Los llevaré a la Clase F».

Nora: «…»

Quiso decir algo, pero Quentin le dijo: «No tienes que decir nada agradecida. No hace falta que te sientas avergonzada. Simplemente me pareces más agradable a la vista. Además, los movimientos que usaste ayer fueron bastante buenos. Hacerte el favor de subir de nivel fue mi propia idea. No tiene nada que ver contigo. No tienes que sentir que me debes un favor».

Después de decir eso, Quentin levantó ligeramente la barbilla. «Por cierto, ¿Está tu esposo aquí? Solo protéjanse.. Les ayudaré cuando termine de luchar contra uno».

.

.

.