Se vuelve glamurosa tras la anulación del compromiso
Capítulo 272

Capítulo 272: Hagamos las Presentaciones. Ella es Mi Novia

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Durante un rato, fue como si alguien hubiera pulsado el botón de silencio para toda la sala de fiestas.

No había ningún otro sonido aparte de la suave música que tocaban los Hunts.

Las amigas de Yvonne que estaban a su lado, los jóvenes ricos que aprovechaban la oportunidad para tontear, la gente con verdadero estatus e influencia, así como los invitados que acababan de entrar en la sala… Todos ellos le miraban con incredulidad.

La voz de Justin no había sido ni demasiado fuerte ni demasiado suave, pero como todos le estaban prestando atención para determinar su postura, sus palabras habían llegado claramente a los oídos de todos.

Todos le miraron incrédulos, y luego a Nora.

Todos se preguntaban lo mismo: ¿Qué estaba pasando aquí?

¿Por qué el ambiente entre el Señor Hunt y Nora Smith se sentía un poco raro? Además, ¿Por qué el Señor Hunt seguía sosteniendo la mano de la Señora Smith a pesar de que había pasado tanto tiempo desde que la sujeto para detenerla?

Las amigas de Yvonne que estaban a su lado empezaron a susurrar y a especular de nuevo.

«¿Qué está pasando? ¿Por qué parece que el Señor Hunt conoce a esa pueblerina?»

«¿Por qué me parece que hay una relación inusual entre esos dos?»

Junto con esas palabras, sus amigas miraron a Yvonne y preguntaron: «Seguro que el Señor Hunt no tiene nada que ver con ella, ¿Verdad, Señorita Smith?».

Yvonne se mordió el labio.

Bajó la cabeza y dijo lentamente: «No sé qué tipo de relación comparten los dos, pero incluso si no están relacionados de ninguna manera, un anfitrión no se quedaría de brazos cruzados viendo cómo alguien intimida a su invitada, ¿verdad? Después de todo, esos hombres fueron demasiado lejos».

Rachel estaba tan celosa que casi se le va la cabeza. Dijo: «Sí, ¿Qué tipo de relación pueden compartir Nora Smith y el Señor Hunt? ¡No tienen nada que ver el uno con el otro! El Señor Hunt debe haber encontrado las acciones de esas personas demasiado molestas. Es una pena que no sepa cómo es esa mujer!»

Las chicas: «…»

Todos intercambiaron miradas entre sí, intuyendo todos algo raro.

¿Por qué Yvonne parecía un poco infeliz? Parecía que la presencia de esa mujer la estaba molestando de verdad…

Aquí todos eran inteligentes. No habían pensado en eso al principio, pero ahora…

¿Podría ser que la buena apariencia de Nora Smith también había atraído al Señor Hunt?

Justo cuando todos estaban especulando, Nora, el centro del drama, agitó y apartó la mano de Justin con desdén. Su voz era baja e impaciente cuando preguntó: «Si no puedo pegarle, ¿Qué debo hacer?».

Sus zapatos eran demasiado incómodos. Quería ocuparse de la gente que tenía delante lo antes posible para poder cambiarse los zapatos.

La gélida voz de Justin sonó. «¿Dónde está el mayordomo?»

El mayordomo encargado de los asuntos externos de los Hunts ya se había percatado de la presencia de Justin en el instante en que apareció. Al escuchar sus palabras, se acercó apresuradamente. «Señor».

Justin señaló despreocupadamente a los hombres. «Estos frívolos y displicentes de aquí… ¡Envíenlos! ¡Amablemente! ¡Fuera!»

El significado detrás de su deliberado énfasis en las palabras ‘envíalos y amablemente’ era muy obvio. Ya no había forma de que el mayordomo pudiera ver a esa gente salir por la puerta amablemente.

El mayordomo asintió inmediatamente. «Sí señor».

Con un gesto suyo, unos cuantos guardias de seguridad se acercaron corriendo. Sujetaron a los frívolos y ricos herederos de segunda generación, les pusieron las manos a la espalda y los sacaron a rastras.

Los hombres se quedaron boquiabiertos. Uno incluso gritó: «¡Señor Hunt, Señor Hunt…! ¿Qué está haciendo? Lo único que hicimos fue decirle unas palabras… ¿Sabe quién es Señor Hunt? ¡Es una mujer mundana! ¡Fue mutuamente consensuado cuando charlamos entre nosotros! ¡No la forzamos a nada!»

‘Mundana’…

La palabra hizo que las pupilas de Justin se encogieran.

De repente dijo: «Para».

El guardia de seguridad se detuvo y soltó al hombre. El hombre no era de una familia influyente. Había acudido a la fiesta acompañando la invitación de otra persona para poder conocer a más gente.

Así, cuando Warren les incitó a acercarse, lo había hecho en consecuencia.

No estaba dispuesto a ser expulsado así como así. Además, también tuvo las agallas de hablar. Inmediatamente dijo: «¿Hace esto porque no conoce su identidad? No deje que su hermosa apariencia le engañe. He oído que…»

Pero antes de que pudiera terminar, Justin le interrumpió. «¿De quién has oído eso?»

El hombre miró inconscientemente a Warren de pie entre la multitud, haciendo que se encogiera y se escondiera detrás de Yvonne.

Yvonne: «…»

No vio a Warren, pero tampoco se atrevió a meter a los Smith en esto. Así, el hombre sólo pudo decir: «Yo… acabo de escucharlo de algunas personas…»

«¿Las cosas que se oyen a través de chismes pueden hacerse públicas?» Justin miró al mayordomo y le dijo: «Busca un abogado para la Señorita Smith y demándalo por calumnia».

«… Sí señor», dijo el mayordomo.

Todos los demás: «…»

«No hay necesidad de eso». Nora le interrumpió de repente. Luego, bajó la voz y dijo lentamente: «No me importa todo esto. Sólo quiero cambiarme los zapatos ahora».

Justin: «…»

Se quedó en silencio por un momento. Luego, miró al mayordomo y dijo: «No importa entonces. No le demandes más».

Su voz era profunda y estaba teñida de desagrado.

El mayordomo rezó en silencio una oración interior por el hombre.

Si le hubieran demandado, sólo habría tenido que pagar una indemnización por dañar la reputación de la otra parte.

Pero ahora que ya no lo habían demandado, el hombre probablemente tendría que pagar un precio aún mayor para apaciguar al Señor Hunt.

El mayordomo no era el único que entendía eso; el hombre lo entendía aún mejor.

Entró en pánico de inmediato. «Me equivoqué Señor Hunt. Por favor, déjeme ir».

Por desgracia, Justin ya no le prestaba atención.

¿Qué más tenía que decirle cuando los pies de su novia estaban incómodos?

Saludó despreocupadamente. Los guardias de seguridad los arrastraron inmediatamente hacia la puerta…

Una vez que salieran por la puerta, ¡Realmente tendría que pagar el precio de sus acciones!

El hombre estaba tan aterrorizado que gritó: «¿No es sólo una mujer que se ve un poco mejor que la mayoría Señor Hunt? ¿Quién es ella para usted? ¿Por qué la protege así?»

El lugar se quedó en silencio.

Todos miraron a Justin con curiosidad.

Yvonne apretó los dedos con nerviosismo.

Justin no lo admitiría, ¿verdad? Después de todo, el estatus de Nora era demasiado bajo; no era digna de él en absoluto. Si lo admitía en una ocasión como ésta, ¡todo el mundo se enteraría!

¡Tener una novia en privado y mostrarla a todo el mundo eran dos cosas completamente diferentes!

Nora levantó las cejas.

Dijo sin prisa: «No tenemos ninguna…».

Antes de que pudiera terminar, un brazo cálido la rodeó de repente por la cintura, y sus pies abandonaron el suelo al momento siguiente: ¡Justin la había levantado y la llevaba en brazos!

Su cabeza giró hacia él y vio cómo Justin la llevaba al sofá que estaba junto a ellos con la mirada baja.

La dejó en el lugar con suavidad cuando llegó al sofá.

Fue entonces cuando todos se dieron cuenta por fin de que había estado sosteniendo un exquisito bolso todo este tiempo. Abrió la bolsa, sacó los zapatos que había dentro y se puso lentamente en cuclillas. Quitó los zapatos que llevaba Nora y se los cambió.

Su serie de acciones fue tan repentina que hasta la propia Nora se quedó boquiabierta.

Jamás habría pensado que aquel hombre tan altivo se pondría en cuclillas y le cambiaría los zapatos.

Entonces, el hombre se puso de pie como si no fuera la persona que acababa de agacharse. Como si estuviera observando a todo el mundo desde lo alto, dijo lentamente: «Permítanme hacer las presentaciones. Esta es mi novia, la Señorita Nora Smith».

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