Se vuelve glamurosa tras la anulación del compromiso
Capítulo 257

Capítulo 257: ¿Cómo se Embarazó Entonces?

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Pete entró en un gran pánico. Era demasiado difícil encontrar una respuesta razonable.

Justo cuando las otras tres personas de la sala le miraban fijamente, y mientras Cherry le lanzaba miradas frenéticas, Pete pensó de repente en las novelas románticas de directores ejecutivos mandones que había conocido en el pasado. Así, sus siguientes palabras le resultaron fáciles:

«Fue porque ella ‘no pudo evitarlo’, y porque ‘no pudo controlar sus sentimientos’…»

Sus palabras fueron bastante vacilantes al principio, pero cuanto más hablaba, más brillaban sus ojos y más seguro sonaba. Dijo: «¡Es porque a mamá le gustas! Sí, ¡Es exactamente por eso!».

Nora: «??????»

Estaba a punto de contradecirle cuando Cherry se acercó corriendo y la sujeto de la mano. Miró a Justin y le dijo: «Papá, es porque a mamá le gustas tanto que ha tenido que hacer algo así. No nos impedirás ver a mamá en el futuro, ¿verdad?».

Nora: «…»

Aunque la habían convertido en el chivo expiatorio, lo cierto es que quería saber la opinión de Justin al respecto.

Si ese idiota daba un paso atrás como resultado, tampoco terminaría en una situación en la que ella no pudiera resistirse a él…

Mientras pensaba en ello, el aura fría que rodeaba a Justin fue disminuyendo. La miró amistosamente y le preguntó: «¿Es cierto lo que dicen?».

Nora: «…»

Sintió que, ya que habían abordado el asunto, podía decirlo todo.

Pero antes de que pudiera decir nada, Cherry asintió repetidamente y dijo: «¡Es verdad, es verdad! A mamá le gustas mucho, papá. Mamá no paraba de darte elogios antes de que te conociéramos. Incluso dijo que eras muy guapo, atractivo y tierno. Eres el galán número uno del mundo!»

Nora: «!!»

¿Cuándo había dicho ella algo así?

«Cough». Las palabras de Cherry parecían haberle dado a Justin también un buen susto. Dejó escapar una tos baja, miró a Nora y dijo: «Eso es demasiado explícito por tu parte».

Nora: «…»

No importaba.

Ella lo soportaría.

Apenas había reprimido en silencio su enfado cuando Justin preguntó: «Pero ya que te gusto tanto, ¿Por qué no crees en el matrimonio?».

Nora: «?»

¿Acaso las preguntas de aquel hombre no tenían fin?

Sus cejas se juntaron y una mirada afilada cruzó sus ojos. Se burló: «No hay ninguna correlación entre gustar de alguien y casarse, ¿Verdad, Señor Hunt? ¿Quién dice que los que no creen en el matrimonio no pueden tener citas?».

Al oír su sarcasmo y el sonido de su rechinar de dientes, Justin supo de inmediato que debían terminar aquí por hoy. De lo contrario, una vez que la hiciera enojar de verdad, las posibilidades de que estuvieran juntos serían aún menores.

Era la primera vez en todos estos años que se enamoraba de una mujer. No debía dejarla escapar.

Justin fingió darse cuenta de repente y dijo: «Ya veo».

De repente, Nora preguntó: «Ya que afirma que le he molestado en aquel entonces, ¿Dónde he hecho yo dicho fastidio, Señor Hunt?».

Justin levantó las cejas.

¿Cómo iba a saberlo?

Ni siquiera sabía cómo se había quedado embarazada.

Esa noche ni siquiera existía en su memoria, ¿De acuerdo?

En cualquier caso, aunque lo supiera, no sabía lo que la mujer estaba pensando en ese momento, así que había mentido deliberadamente.

Sin embargo, no debía darle la impresión de que sus palabras tenían alguna laguna. Así, sonrió y contestó de repente: «En California».

«¿Qué hotel de California era?»

Justin le dirigió una mirada aparentemente divertida. «¿Está pensando en revivir el momento, Señorita Smith?».

Nora: «!!»

Volvió a respirar profundamente y se esforzó por decirse a sí misma: ‘Mantén la calma, mantén la calma. No te enfades’.

Por fin, dijo: «Sólo preguntaba».

Justin, sin embargo, se adelantó. «El pasado está en el pasado, tenemos que mirar al futuro. No tiene que seguir recordando aquella noche de hace cinco años, Señorita Smith. Si lo considera necesario, podemos consumarlo de inmediato».

¿Consumarlo?

Los ojos de Pete y Cherry se iluminaron al mismo tiempo. Pero en cuanto quisieron hablar, Nora dijo fríamente: «No, está bien».

Apretó los dientes y escupió palabra tras palabra: «No lo encuentro necesario, ¡Mi Sobrino Jurado».

El rostro de Justin se puso verde al instante.

En el piso de arriba.

Iris y la Señora Landis asomaron la cabeza e hicieron lo posible por escuchar las voces de abajo.

Desgraciadamente, sus voces eran demasiado bajas, por lo que no podían oír en absoluto lo que decían. Iris miró a la Señora Landis. «¿Por qué la situación de abajo se siente un poco rara?»

«… A mi también me parece un poco rara. Seguramente no había una relación dramática de amor-odio entre el Señor Justin y la Señorita Smith por aquel entonces, ¿verdad? ¿Se han reconciliado ahora? Señora, ¿No le parece que lo que le pasó a la Señorita Smith parece el cuento de una bonita esposa que huye con un bebé en el vientre?»

«¡No diga tonterías! Su historia es mucho más emocionante que una novela».

Señora Landis: «…»

Los dos volvieron a escuchar las voces de abajo. Al ver que ya no parecía ocurrir nada, la Señora Landis preguntó: «¿Bajamos a prepararnos para la cena, señora?».

Iris asintió. «Sí. Bajemos a echar un vistazo».

Sin embargo, en cuanto bajaron, vieron a Nora sentada en el sofá triunfalmente con los brazos cruzados. Había una pequeña sonrisa en su semblante habitualmente frío y distante.

Justin, en cambio, parecía furioso.

Estaba claro que Nora parecía haber ganado la confrontación en ese momento.

La Señora Landis tosió y llamó: «Señorita Smith, Señor Hunt y los dos pequeños señores. ¿Vamos a cenar?»

Nora se levantó. «Claro, resulta que me ha entrado hambre».

Después de hablar miró a Iris y le preguntó: «¿Cenamos hermanita?».

Iris: «?»

¿Por qué de repente parecía que la temperatura de la habitación bajaba unos cuantos grados cuando ella decía la palabra ‘Hermanita’?

Miró a Justin, que estaba poniendo una cara larga, y las comisuras de sus labios se estrecharon. Tosió y dijo: «Um, no sabía de tu relación con Justin anteriormente. Teniendo en cuenta la situación actual, nosotras…»

«Son dos asuntos distintos», contestó Nora de forma casual pero segura. «En el futuro mantendremos los términos de la relación por separado. Al Señor Hunt no le importará, ¿verdad?».

Justin respondió: «… No, no me importa».

Iris: «…»

El grupo se acomodó en la mesa del comedor.

Pete y Cherry se sentaron uno al lado del otro. Cuando miraron al tirano y a mamá sentados en la misma mesa del comedor, ¡Se sintieron de repente mucho más dichosos que de costumbre!

Desgraciadamente, los adultos no sintieron esa sensación de felicidad en absoluto.

Cuando por fin terminaron de cenar y el grupo se marchó, Justin preguntó fríamente: «Entonces, ¿Pete va contigo? ¿Y mi hija viene conmigo?».

Nora respiró aliviada ante sus palabras.

Por lo menos ese tipo no pedía a los dos niños.

De lo contrario, habría explotado de verdad.

¿Qué clase de velada horrible era ésta? ¡Se sentía tan frustrada!

¡Nunca se había sentido tan frustrada en toda su vida!

Asintió con la cabeza. «Eso servirá».

Tomó la mano de Pete después de hablar. Cuando estaba a punto de irse, se detuvo y volvió a mirar a Iris. «No le digas a nadie más sobre esto por ahora, hermana».

Justin hizo una pausa. Él también estaba a punto de decírselo a Iris, pero inesperadamente, Nora se había adelantado a él.

Por lo tanto, decidió no decir nada.

No era conveniente que tanta gente protegiera a Pete mientras estaba con Nora. Por lo tanto, había que mantener en secreto la identidad de los niños.

Iris asintió.

De camino a casa con Pete, Nora recibió de repente un mensaje de texto en su teléfono.

Lo miró al llegar a un semáforo en rojo, pero en el momento en que lo hizo, se quedó paralizada.

El mensaje de texto decía: «¿Quieres saber cómo te quedaste embarazada entonces?

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