Reina inesperada -
Capítulo 15
Capítulo 15:
POV Angelica
Mi espalda se inclina sobre la cama cuando el placer se apodera de mí.
Antonio no se detiene.
Lame y chupa, empujándome hacia otro org%smo.
Sacudo la cabeza, pero las palabras no salen de mis labios.
No tengo ni idea de por qué niego porque lo último que quiero es que pare, pero tampoco estoy segura de poder soportar el placer que sé que estoy a punto de experimentar.
“Dámelo. Me robaste el mío. Ahora quiero el tuyo a cambio”
Me chupa el cl!toris con su boca.
Su lengua está moviéndose de un lado a otro.
Vuelvo a estallar, gritando su nombre.
Todo mi cuerpo hormiguea, cada parte de mí se siente sensible.
No sé si me he quedado dormida durante un rato, pero cuando vuelvo a abrir los ojos, Antonio me está besando por el cuello y luego por la mandíbula hasta llegar a mi boca.
Separó los labios y le devuelvo el beso.
Estoy perdida en una nube de lujuria.
No tengo ni idea de por qué está pasando esto entre nosotros, pero lo estoy disfrutando.
“¿Qué fue eso?”, pregunto cuando entierra su rostro en mi cuello.
Siento que inhala profundamente, respirándome.
“Me he despertado con mi esposa encima”
“¿En serio?”, le dirijo una mirada que dice que no me creo lo que está vendiendo.
Es imposible que duerma con eso.
“De acuerdo. Puede que estuviera despierto cuando te subiste sobre mí. Mi p$ne apenas se deslizaba fuera de mis bóxers y tu v$gina codicioso intentaba meterla dentro de ti”
“¡Antonio!”
Jadeo, incorporándome.
Mi camiseta vuelve a caer, cubriendo parte de mí.
“¿Qué?”, dice él, poniendo las manos detrás de la cabeza, todo estirado en la cama.
Mis ojos recorren su amplio pecho, hasta la profunda V que lleva a su p$ne.
Todavía está parcialmente fuera de sus calzoncillos.
Miró fijamente la cabeza que brilla de humedad.
Una perla de s$men gotea de la punta.
Me relamo los labios, pensando en cómo sería tomarla en mi boca.
“¿Te gusta lo que ves, Angelica? Porque es todo tuyo”
Que idiota…
Me levanto de la cama. En cuanto mis pies tocan el suelo, algo resbala por mis muslos. Me subo la camiseta que llevo puesta. De repente, me doy cuenta de la sensación de calor que sentí antes de que me diera la vuelta.
Se ha corrido dentro de mí.
“Te has corrido”, dijo como una acusación.
“Y te has corrido dos veces”
Se arregla los calzoncillos, guardando su p$ne antes de sentarse y echar las piernas por encima de la cama.
Intento pensar en alguna cosa inteligente que decir, pero mi cabeza está confusa por todos los org%smos.
“¿A dónde vas?”
Pregunto cuando me doy cuenta de que se dirige a la puerta del dormitorio.
“Si me fuera, ¿Me echarías de menos?”
Sonríe, abriendo la puerta.
“Echaría de menos los org%smos. Eso es todo”
Levantó la barbilla.
“Entonces tendré que asegurarme de dártelos a menudo”
Él tomó unas bolsas que están fuera de la habitación antes de cerrar la puerta.
“Unas cuantas cosas para que te entretengas”
Coloca las bolsas frente a mí.
“Por mucho que me guste verte con mi ropa, si sales de nuestra habitación vestida como lo hiciste ayer y sin bragas, te daré unos azotes en el trasero”
“¡No harás tal cosa!”
“Quizá tengas razón. Teniendo en cuenta cuando te di ese pequeño golpe antes de que soltaras un g$mido, creo que podrías disfrutar de unos azotes”
Lo fulmino con la mirada, pero no puedo negarlo.
También me había sorprendido que cuando me dio ese pequeño golpe en el costado del trasero, se disparara directamente a mi cl!toris.
“Eso es lo que pensaba”
“¿Sabes que…?”
Me detiene, reclamando mi boca en un profundo beso.
No es duro, sin embargo. Esta vez, es lento y dulce.
Cuando termina, vuelvo a estar aturdida.
“Vístete y te daré de comer. Ya he desayunado”
Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en sus labios y veo aparecer un estúpido y se%y hoyuelo en una mejilla.
¿Qué me está haciendo este hombre?
Creo que me está seduciendo.
POV Antonio “¿A dónde fuiste anoche?”
Carina me señala con su tenedor en cuanto Angelica y yo entramos en el comedor.
“Tenía trabajo”
Me encojo de hombros y conduzco a Angelica al asiento de enfrente de Carina.
Le acercó la silla y le beso la coronilla mientras se sienta.
Carina pone los ojos en blanco.
“Sé amable”, le digo.
“Soy amable”
Arruga la nariz.
“No le hagas caso, Angelica. Todo lo que ha dicho sobre mí es mentira”
Angelica suelta una carcajada.
“Lo único que ha dicho es que eres una buena chica”
“¿Una chica?”
Carina vuelve a apuntarme con su tenedor.
“Tienes suerte de que esté de buen humor esta mañana o te apuñalaría con esto”
“Sin duda podrías intentarlo, hermanita”
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