Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 894

Capítulo 894:

También habían sido registrados como «Hayes» en lugar de «Jadeson», pero eso no era una razón para tratarlos con tan poca importancia.

Después de todo, este era un chat de grupo de padres. ¿Acaso no tenían siquiera ese sentido básico de respeto?

Sasha estaba incrédula.

La campana finalmente sonó, y Sasha entró con su tarjeta en la mano.

Como era de esperar, el aula de la clase 4 de primer grado ya estaba rodeada de padres que esperaban ansiosos.

Cada uno de ellos iba vestido de punta en blanco, y las mujeres llevaban caros bolsos para rematar.

En cuanto a los hombres, si no estaban llamando por teléfono con sus caros maletines entre los brazos, mostraban a propósito sus muñecas adornadas con costosos relojes mientras se desplazaban por sus teléfonos móviles de primera clase.

«Señora Lane, Jean lo ha hecho excepcionalmente bien hoy. Quizá pueda darle una buena recompensa cuando llegue a casa».

«Señor Lynch, Jayden es un chico muy brillante. Se equivocó en algunas preguntas, pero estoy seguro de que lo hará aún mejor en el próximo examen».

«¡Señora Thompson!»

La profesora empezó a llamar a cada niño del aula.

A medida que cada niño salía, ella comenzó a explicar pacientemente sus resultados y a describir lo que podían hacer para mejorar a sus padres.

Después de eso, todos los padres se fueron a casa contentos.

Entonces llegó el momento de llamar a Ian y Matteo.

«¿Señora Hayes? ¿Está la Señora Hayes aquí?»

«Sí, estoy aquí», respondió rápidamente Sasha.

En cuanto contestó, los padres que se habían agolpado en el aula se separaron inmediatamente para que ella diera un paso al frente.

Sintió los ojos de todos sobre ella.

Así que ella es la madre de esos gemelos, seguramente todos pensaban.

Tenían curiosidad, pero por encima de eso, dudaban seriamente de la inteligencia de los gemelos debido a sus resultados.

Sus miradas hacia Sasha estaban llenas principalmente de lástima y desprecio.

Sasha no les dio importancia y se acercó a la profesora.

“Hola, soy su madre».

«Ah, así que finalmente estás aquí. Señora Hayes, ¿Sabe lo que han hecho sus hijos hoy en la escuela? Ya fue bastante malo que dejaran su hoja de examen en blanco, ¡Sino que incluso empezaron una pelea con Stanley!»

«¿Eh?»

Eso no sólo sorprendió a todos los que los rodeaban, sino también a Sasha.

«¿Una pelea?»

«¡Sí! Stanley trajo un juguete, pero su hijo quiso arrebatárselo.

Cuando Stanley trató de recuperarlo, ¡Matteo le dio un puñetazo! ¡Mira!»

La profesora sacó del aula a un niño pequeño con el rostro magullado y señaló su herida con rabia.

Sasha se quedó en silencio.

¿Por qué empiezan a pelearse si acaban de ser trasladados aquí?

Sasha sintió que su ira brotaba y acercó a sus hijos a ella.

“¿Qué ha pasado? ¿Por qué arrebatan las pertenencias de otros niños?»

«¡Pero si no hemos arrebatado nada, mami! Ese juguete era la figurita de Transformers de Ian, pero Stanley lo cogió y dijo que era suyo. ¡Incluso lo empujó! Por eso tuve que empujarle», dijo Matteo con sinceridad.

La expresión de Ian era oscura, pero no estaba en desacuerdo.

Sin embargo, el niño llamado Stanley Cade gritó de repente: «¡Mentiroso! ¡Eso es mío! Mi padre me lo compró en el extranjero. ¿Cómo puede un pueblerino como tú tener un juguete así?».

Apenas tenía siete años y, sin embargo, ya hablaba así.

El temperamento de Matteo volvió a alcanzar su punto álgido. Se arremangó, preparándose para dar otro puñetazo.

En ese momento, un hombre con un maletín en la mano y el cabello engominado hacia atrás salió de entre la multitud.

«¿Qué pasa? ¿Es mi hijo?», ladró con fuerza.

Su voz era potente y dominante, y su fuerza casi hizo temblar los cristales de las ventanas.

Sasha frunció el ceño e inmediatamente acercó a sus dos hijos a ella.

«¡Papá, ellos fueron los que me arrebataron el juguete y hasta me pegaron!». Stanley comenzó a lamentarse exageradamente.

Empezó a sollozar y a llorar y siguió inculpando a Ian y a Matteo.

El hombre de mediana edad se acercó inmediatamente a Sasha y a los niños con rabia.

«¡Impresionante! Tú acabas de llegar y ya estás golpeando a la gente. ¿De quién son los niños?»

Sasha se puso delante de Ian y Matteo, protegiéndolos.

«Por favor, cálmense. Todavía tenemos que dar más vueltas a este asunto porque no hay pruebas».

«¿Pruebas? ¿Estás diciendo que mi hijo está inculpando a tus hijos?», volvió a ladrar el hombre.

“Stanley siempre ha sido un estudiante sobresaliente. Es estudioso y además es el monitor de la clase, así que ¿Cómo podría un chico así mentir por algo como un juguete?”

“Sí. Todos los presentes pueden dar fe de ello».

«¡Estoy de acuerdo!»

Todos empezaron a defender al hombre de mediana edad y a su hijo, como si hubieran acordado de antemano confabularse contra Sasha y sus hijos.

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