Capítulo 893:

Todos, excepto Sasha y Sabrina, volvieron a entrar.

Era casi la hora de que Sasha recogiera a sus hijos, así que se preparó para salir.

«¿Dónde te quedas? Envíame la dirección para que pueda pasar a visitarte».

«¿Visitar? ¿No puedes venir aquí y ayudarme?»

«¿Qué?» Sasha pensó que estaba alucinando.

“¿Ayudarte?»

Sabrina asintió.

“Sí. De todos modos, no estás haciendo nada en Oceanic Estate, y no estás trabajando en ese hospital de mala muerte. ¿Por qué no te pasas y me ayudas cuando estés libre?»

«Pero nunca he hecho estas cosas antes».

«Tú sólo tienes que ayudarme a vigilar el dinero. Es un poco arriesgado no tener a alguien de confianza trabajando en un bar tan grande conmigo. Tú tampoco querrías que me agotara, ¿Verdad?»

Vaya. Está jugando la carta del pariente.

Sasha no podía decir exactamente que no después de eso, así que accedió a pasar por allí durante el día si no estaba ocupada durante el tiempo que Sebastián estuviera fuera.

Media hora después, Sasha llegó a la escuela primaria.

Aunque no era tan bonita como la Academia Jardín de Ópalo, era una escuela bastante buena ya que estaba bajo el mando de los militares. Estaba bien facilitada y, en general, era mucho mejor que otras escuelas públicas que había.

Es por eso que los niños que no logran entrar en la Academia Jardín de Ópalo serían enviados aquí en su lugar, utilizando cualquier método necesario.

Después de conducir hasta la escuela, Sasha le preguntó al guardia de la puerta: «Hola, ¿Ya salieron los de primer grado?».

Ya no había necesidad de guardaespaldas personales después de trasladarse aquí. Era la base militar, después de todo, y estaba bajo el mando de los Jadeson, así que nadie en su sano juicio arriesgaría su vida para dañar a unos cuantos niños.

Aun así, había que decir que la actitud de la escuela era bastante mala.

«Salen a las cinco de la tarde. ¿No has mirado el chat del grupo de padres?», respondió el guardia con impaciencia.

¿El chat del grupo de padres?

Acababa de trasladar a sus hijos a la escuela, así que ¿Cómo iba a saberlo?

Lo único que podía hacer era esperar pacientemente a las puertas.

Por suerte, dado que se acercaba el final de la jornada escolar, también había bastantes padres esperando en las puertas. Alguien se acercó a hablar con Sasha después de escuchar su conversación.

«Tú no vienes a recoger a tus hijos a menudo, ¿Verdad? Ya que ni siquiera conoces el chat de grupo».

«Sí. Suelo estar bastante ocupada», mintió Sasha al azar.

El padre siguió inmediatamente con la conversación.

“Eso no está bien. ¿Qué puede ser más importante que tus hijos? Es bastante difícil incluso entrar en esta escuela”.

“¿Lo es?»

«¡Por supuesto! ¿En qué clase está tu hijo? Te añadiré al chat del grupo». Qué padre tan entusiasta.

Le dijo al padre las tres clases de sus hijos y se agregó al chat de grupo de WhatsApp.

«No hables mucho en este chat de grupo, ¿Vale? Sólo contesta a los profesores de vez en cuando y estate atenta a cualquier anuncio. Si no te cuidas, puedes acabar ofendiendo a los padres de algún niño».

¿Por qué suena eso tan solapado? Además, ¿A qué padre debería temer ofender de todos modos? ¿No son los profesores las personas más importantes en un chat de grupo como este?

Sasha realmente no podía entender lo que el padre estaba tratando de decir hasta que el maestro de repente envió un mensaje.

Profesor de la clase: Queridos padres, los niños tuvieron un examen hoy y muchos de ellos lo hicieron bastante bien.

A continuación había una imagen de la lista de nombres de la clase junto con los resultados de cada niño al lado de sus nombres.

Sasha hojeó la lista y de repente se puso muy alerta al ver un gran «0» detrás de los nombres de sus hijos.

¿Qué están haciendo esos dos mocosos?

Sasha empezó a sentirse un poco agitada.

Después de que los padres vieran la lista de nombres y los resultados, empezaron a discutir alocadamente.

La madre de Sally: Oh, mi hijo lo hizo bien. Está dentro de mis expectativas.

El padre de Stanley: ¡Buen trabajo para Sally! Tu chica es muy brillante. No puedo creer que sus resultados estén dentro de tus expectativas. Como se esperaba de una niña inteligente.

Mamá de Mikey: Estoy de acuerdo.

Papá de Janet: @Papá de Stanley, tu hijo también lo hizo muy bien. Noventa y más en las tres asignaturas es excepcional.

Mamá de Sally: Estoy de acuerdo. Tú no tienes que ser tan modesto.

En pocos minutos, los padres habían inundado el chat del grupo mientras cantaban alabanzas a los hijos de los demás e ignoraban por completo al profesor.

Todo lo que Sasha quería hacer era entrar corriendo a interrogar a sus hijos sobre sus horribles resultados.

De repente, el chat del grupo empezó a hablar de ellos.

La madre de Sally: Hablando de eso, ¿Quiénes son esos dos chicos que obtuvieron un cero? ¿Son nuevos?

Mamá de Mikey: Creo que sí.

Mamá de Sally: ¿Aún así, tienen un cero? ¿No se han trasladado desde la Academia Jardín de Ópalo? ¿Cómo han podido sacar cero puntos en un simple examen?

Papá de Stanley: Jajaja. Lo sé, ¿Verdad?

Esas simples palabras mostraban perfectamente lo mucho que despreciaban a Ian y a Matteo.

Sasha estaba absolutamente sorprendida.

Cuando sus tres hijos se habían trasladado, Sebastián se había asegurado de decirle a Jonathan que no dejara que nadie supiera quiénes eran. Por eso, todos pensaban que eran niños normales.

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