Regresando de la muerte – Acceso Anticipado
Capítulo 1611

Capítulo 1611

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«Vivi, todo el mundo en la escuela sabe que te fuiste con el Príncipe Jason anoche”.

“¿Qué?»

La sonrisa en el rostro de Vivian desapareció al instante.

Temiendo que su mejor amiga lo malinterpretara, trató ansiosamente de explicarse.

“Por favor, no te hagas una idea equivocada, Sonia. No hay nada entre el Príncipe Jason y yo. Me invitó a su casa porque quería mostrarme algo, ¡Eso es todo!»

«No soy yo quien se ha hecho una idea equivocada, Vivi. Todo el mundo en la escuela tiende a sacar conclusiones precipitadas, sobre todo después de lo que pasó con Dwayne. Cuando pasé antes por el dormitorio femenino, todo el mundo hablaba de ti», respondió Sonia.

«¿Qué decían?»

«Um, ya sabes… algunas cosas realmente desagradables… como que pusiste tus ojos en el Príncipe Jason después de que Dwayne se fue. Créeme; es mejor que no lo escuches».

Por supuesto, lo que los estudiantes dijeron fue en realidad mucho peor que eso, pero Sonia no se atrevió a contárselo a Vivian.

Las chicas a las que les gustaba Dwayne se enfadaron y se pusieron furiosas cuando abandonó la escuela sin ninguna razón en aquel entonces, así que los rumores sobre Vivian y Jason sólo echaron más leña al fuego.

Todo el mundo en la escuela llamaba a Vivian snob, diciendo que se había deshecho de Dwayne porque no era lo suficientemente bueno para ella y que se había lanzado a por Jason después de ponerle los ojos encima en el banquete.

Al escuchar las palabras de Sonia, Vivian se quedó sin palabras. ¿Qué demonios le pasa a esta gente?

Sin hacer caso a los rumores, entró en el edificio con su mejor amiga.

Sin embargo, los alumnos se metían con ella allá donde fuera. No sólo perdió su asiento en el aula, sino que incluso le lanzaron bolas de papel mientras caminaba por la escuela.

Enfurecida, Vivian fue directamente a pedir ayuda a su profesora.

«Estos alumnos no dejan de acosarme, señorita. Por favor, ayúdeme a solucionar esto».

«Creo que tú eres la principal causante del problema aquí, Vivian. Hasta ahora, eres la única que ha conseguido causar tal escándalo público en la escuela. Quizá deberías reflexionar sobre tus acciones».

Para su sorpresa, la profesora se puso del lado de los matones.

Vivian se llenó de rabia y casi puso los ojos en blanco ante su profesora.

¿Qué clase de lógica es ésta? No he hecho nada malo, así que ¿Por qué debería reflexionar sobre mis acciones?

Era la primera vez que Vivian se sentía tan decepcionada por la forma en que la escuela manejaba las cosas. Con lágrimas en los ojos, salió corriendo de la sala de profesores, pero en lugar de volver al aula, se dirigió directamente a la puerta de la escuela.

«¡Oye! ¿A dónde vas, Vivi? Todavía estamos en medio de una clase ahora mismo!» gritó Sonia ansiosa mientras corría tras ella.

«¿Quieres que vaya a clase para que me sigan tirando cosas? ¡No he hecho nada malo, Sonia! ¿Cómo ha podido esa profesora decirme que reflexione sobre mí misma? ¿Cómo ha podido?».

Vivian estaba destrozada después de haber sido sometida a un trato tan injusto.

Sonia se mantuvo callada, pues sabía que la equidad era prácticamente inexistente en una escuela capitalista como la Real Academia, donde todos se preocupaban más por sus intereses personales.

Con casi todo el mundo en la escuela en contra de ella, era imposible que el profesor se pusiera de su parte.

Al final, Sonia decidió saltarse la clase con su mejor amiga, planeando llevarla a dar un paseo y comer algo reconfortante y sólo volver cuando Vivian se sintiera mucho mejor.

Después de una ronda de compras y meriendas en un centro comercial cercano, Vivian, que al principio era una persona despreocupada, se animó considerablemente, para alivio de Sonia.

«Volvamos a la escuela, Vivi. Tus padres se preocuparían si la escuela los llama por esto», instó.

«De acuerdo», aceptó Vivian por fin.

Justo cuando estaban a punto de volver a la escuela, un coche deportivo rojo se detuvo junto a ellas con un fuerte chirrido.

Se pudo ver a un chico rubio con unas gafas de sol que miraba en su dirección desde el asiento del conductor.

«¿Dwayne?»

Los ojos de Sonia saltaron de sorpresa.

Vivian también se quedó igual de sorprendida al verlo.

Tras echarles una mirada, Dwayne se giró hacia la chica de pelo largo que estaba sentada a su lado y dijo: «Ya hemos llegado. Tú sigue adelante. Yo estaré contigo en un minuto”.

“De acuerdo».

La hermosa y se%y chica se bajó del coche y se marchó mientras las dos jóvenes la miraban sin comprender.

Sólo cuando Dwayne salió del coche y se acercó a ellas, salieron de su aturdimiento.

«¿No deberían estar en clase ahora mismo? ¿Qué están haciendo aquí?»

«B-Bueno, verás… Vivi estaba de mal humor, así que… la saqué a pasear para que se sintiera mejor…». Sonia se apresuró a explicar, aunque tartamudeando por el nerviosismo.

¿De mal humor?

Aunque Dwayne seguía con las gafas de sol puestas, los dos pudieron ver la mirada burlona en sus ojos cuando dijo con sarcasmo: «¿De verdad? ¿La gran Señorita Vivian está de mal humor? ¿No fue anoche a la residencia real? ¿Qué, el Príncipe Jasón tampoco es de su agrado? ¿Hizo algo que te molestara?».

«¿Qué has dicho?» La expresión de Vivian cambió al instante.

“Dwayne, no hay nada entre el Príncipe Jasón y yo».

«¿Es así? Todo el mundo, incluidos los de la familia real, sabe que el Príncipe Jasón trajo anoche a casa a una chica astoriana. Dicen que su familia se está preparando para que estudie en su escuela pública».

Dwayne reveló otra noticia impactante.

¿Qué? ¿La escuela pública de la familia real? ¿Se refiere a la Academia Regalius? ¡Oh, cielos!

El color se le fue del rostro y negó inmediatamente.

«¿De dónde has oído eso? No voy a ir a la escuela allí».

Era imposible que Vivian volviera a mostrarse ante Jason y Daphne, sobre todo después de haber escapado a duras penas de una situación tan peligrosa la noche anterior.

¡Eran como monstruos! ¡No le creo!

Para su horror, Dwayne se limitó a reírse y a decir: «¿De dónde lo he oído? Soy un estudiante de allí, Señorita Vivian. ¿No se ha enterado? Fui allí después de abandonar la Real Academia. Apuesto a que tu padre nunca vio venir esto, ¿Eh? Al final, seguimos yendo a la misma escuela».

Vivian se sintió como si hubiera caído en un pozo sin fondo de desesperación después de escuchar eso.

Lo único que se le ocurrió en ese momento fue llamar a su padre para pedirle ayuda.

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