Capítulo 73:

Era Aimee la que llamaba. Katelyn apoyó el teléfono contra su hombro con una mano mientras con la otra seguía deslizándose por la pantalla, haciendo bocetos.

«¿Qué pasa, Aimee?», preguntó, apenas rompiendo su concentración.

La voz de Aimee estalló de energía. «Kat, ¡tienes que ver las noticias! Las familias Guerrero y Bailey están enfrentadas como nunca. Se está volviendo brutal, ¡y no pararán hasta acabar con uno de los bandos!». Aimee había estado pegada a las noticias toda la mañana, incapaz de apartarse. El drama alcanzó su punto álgido cuando Tricia filtró un explosivo clip de audio, provocando un frenesí en la historia.

Aferrada a una bolsa de patatas fritas, Aimee había pasado la tarde absorta en el espectáculo que se estaba desarrollando. Al darse cuenta de que no podía guardárselo para sí misma, decidió llamar a Katelyn y compartir su emoción. «En serio, ¿qué es lo último?», preguntó.

Katelyn ahogó una risita, apenas consiguiendo mantener la compostura. Después de preparar el escenario para que las dos familias se enfrentaran, se había olvidado de todo. Para su sorpresa, el drama seguía desarrollándose.

La voz de Aimee crepitaba de emoción. «No puedo explicártelo todo por teléfono. Tiene que verlo usted mismo. Ese clip de audio os ha vuelto a poner al señor Adams y a ti en el punto de mira».

Katelyn miró a Vincent, con una expresión de confusión y curiosidad. Su mente se aceleró, tratando de dar sentido a las crípticas palabras de Aimee.

En ese momento, Vincent levantó la vista. Sus ojos se encontraron y Vincent vio el desconcierto en la mirada de Katelyn. Cerró el portátil con un suave golpe. «¿Qué pasa?»

Katelyn se sacudió la confusión y respondió: «Nada importante».

Se volvió hacia el teléfono y dijo: «Ahora voy a ver las noticias de moda. Hablamos pronto».

«Date prisa. Asegúrate de comprar palomitas», bromeó Aimee. «Esto es aún más loco que una telenovela».

Katelyn gruñó en respuesta y terminó la llamada con un rápido manotazo. Las historias sobre Tricia y Lise dominaban las noticias más destacadas, pero Katelyn se dio cuenta de que sus nombres y los de Vincent aparecían repetidamente en la parte inferior.

Sus noticias habían sido dejadas de lado antes, y Katelyn se preguntaba por qué resurgían ahora. Movida por la curiosidad, hizo clic en uno de los enlaces. La razón no tardó en aclararse.

El clip de audio publicado por Tricia correspondía a un enfrentamiento con Lise. En la grabación, Lise no solo admitía haber organizado el supuesto suicidio de Tricia, sino que también afirmaba que Katelyn y Vincent estaban detrás de un gran plan. Por eso sus nombres volvían a aparecer en los titulares.

La expresión de Katelyn se tensó con irritación y sus ojos destellaron de ira. Lise había tejido una red de mentiras para hundirla. Mientras Katelyn reproducía el audio, mantenía el volumen alto para que Vincent pudiera oírlo con facilidad. Su atención, sin embargo, se centró en Katelyn, observando la irritación que se reflejaba en su rostro mientras fruncía el ceño.

«Lise se comporta ahora como un animal salvaje, mordiendo a cualquiera que se le acerque», comentó.

Tras escuchar la grabación, Katelyn llegó a una sombría conclusión. Una sombra de preocupación cruzó el rostro de Vincent. Golpeó con los dedos el portátil y dijo: «La familia Guerrero no va a echarse atrás. Esto no acabará bien para ninguno de los dos».

Katelyn suspiró profundamente y miró a Vincent. «Lo siento mucho, señor Adams. Es por mi culpa que está atrapado en esto», dijo.

Vincent frunció el ceño y se volvió hacia ella. «¿Por qué te disculpas conmigo?» preguntó Vincent, claramente perplejo.

Katelyn levantó la vista, con los ojos firmes. «Si Lise no se hubiera esforzado tanto por meterme en esto, no se habría inventado esas historias sobre nuestra relación», explicó. Su tono era serio y sus palabras, mesuradas-. Me temo que por ahora no podemos hacer nada con respecto a la noticia. Cuanto más se hable de ello, más afectará a las familias Bailey y Guerrero. Sin embargo, daña mucho su reputación», añadió.

Katelyn, que se había vuelto resistente por enfrentarse a sus propias luchas, estaba preocupada por la inocencia de Vincent en todo esto.

«No hay de qué preocuparse. Realmente no me importa», dijo Vincent con una sonrisa relajada, su voz indiferente. «Lo que más me interesa es lo que piensas hacer a continuación», añadió, con la mirada fija en ella.

La intensidad de su mirada sorprendió a Katelyn.

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