Presa entre tus brazos -
Capítulo 98
Capítulo 98:
“Rina…”
“¿Mi madre qué? Cielos, habla”.
“Gio me acaba de hablar, ella, bueno ella ha sido atropellada, su estado es delicado, debemos volver ahora mismo”.
“¿Qué? No eso no puede ser no, no”.
“Nicole sé que es difícil, pero debes tranquilizarte”.
Las lágrimas brotaban sin control, se levantó y empezó a guardar todo de nuevo en las maletas, Bruno la ayudaba.
“Ya está todo listo, vámonos por favor”.
Subieron a la camioneta.
La preocupación de Bruno crecía.
Estaba seguro que había sido Sergio.
Al llegar a Nueva York, dejaron a Santi con Nanny, después se dirigieron hacia el hospital, Nicole estaba sumamente nerviosa, no sabía con lo que iba a encontrarse.
Gío los recibió, después de que Nicole lo abrazara, se dirigieron a ver a Rina.
Nicole sintió que el alma se le iba.
Vio a su madre a través de un cristal.
Ella estaba conectada a todo tipo de cables.
“Mamá…”, dijo despacio, mientras colocaba su mano sobre el cristal.
“Su estado es delicado hija, se golpeó fuertemente la cabeza, está en coma, el médico no sabe si despertará algún día”.
Nicole sintió que todo giraba.
Despertó rato después, Bruno y su padre estaban a su lado, poco después, llegaron Noah y Emma, Sophie, Dante y Max lo hicieron más tarde.
Estaban preocupados porque Nicole permanecía callada, solo veía hacía el techo, una enfermera llegó un poco después, tomó algunas muestras de sangre y se retiró.
Max se acercó a Nicole.
Luego tomó su mano y deposito un beso, ante la mirada incómoda de Bruno.
“Hola pequeña libélula ¿Como te sientes?”
“Nicole, su nombre es Nicole, no pequeña libélula”.
“Bruno, no es el momento hermano, ven salgamos un momento”
Dante lo tomó por el brazo y lo llevó afuera.
“Me jode que la llame de ese modo”.
“Te entiendo, pero escogiste el peor momento para decirlo, Nicole está pasando por un mal momento, no le des más problemas”.
“Tienes razón, lo siento, volvamos adentro, deseo estar con ella”.
“Vamos”.
Cuando Max lo vio entrar, se hizo a un lado para dejarle el lugar junto a Nicole.
“Él médico más tarde traerá los resultados de los exámenes que se le están haciendo, le pondré este suero intravenoso para hidratarla”
Les dijo la enfermera que había vuelto a entrar.
“Gracias”, contestó Bruno.
“¿Todos son familiares?”
“Si lo somos”.
Más tarde, un preocupado Leandro llegó al hospital, después de saludar a Nicole, salió con Bruno del cuarto, fue seguido por Noah y Gío.
“Estamos seguros de que ha sido tu padre”.
“No lo defiendo, pero a esa hora estaba conmigo”.
“Quizá no directamente, creo que pagó a alguien, los testigos dicen que fue un ataque directo, la camioneta fue directo hacia Rina”, contestó Gío.
“¿Cómo esta Rina?”
“Yo creo que ya es tiempo de que te dirijas a ella como tu madre, sabes perfectamente que ella no tiene la culpa de que tu padre la alejara de tu lado”.
Le pidió Gío.
Sabía que Rina sufría porque pensaba que su hijo la odiaba.
“Lo entiendo y no tengo nada contra ella, solo que me es difícil acostumbrarme a llamarla madre”.
Leandro era sincero, había crecido sin pronunciar esa palabra.
“Volviendo al tema, ya no permitiremos que tu padre dañe a nadie más, debemos ponerle un alto”, explicó.
Noah se sentía harto de la situación.
“¿Estás con nosotros o en contra?”, ´preguntó Bruno.
“Saben que estoy totalmente en contra de lo que hace mi padre, no permitiré que dañe a Nicole ni a Santi, si el hizo daño a mi madre, debe pagarlo”.
Más tarde todos se despidieron.
No podían estar tantas personas en la habitación por mucho tiempo.
Gío regresó al lado de Rina y Bruno se quedó con Nicole.
“Hubieras ido a casa, necesitas descansar, manejaste desde el lago”.
“Ni en sueños te dejaría sola”.
Deposito un beso en su frente.
Él médico entró en ese momento, traía los resultados de los exámenes en la mano.
“Señora Williams”.
“Es Leone por favor”
Aclaró enseguida Bruno.
Nicole volteó los ojos en señal de desacuerdo.
“Tengo aquí el resultado de las pruebas que se le han hecho, todo está perfecto”.
“¿Cuál fue la causa del desmayo?”, preguntó inquieto.
Debía de haber una razón para ello.
“Permítanme felicitarlos, serán padres”.
Bruno no pudo contener la alegría que sintió al escuchar esa noticia.
Una gran sonrisa apareció en su rostro.
Nicole se quedó en shock por un momento.
“Podrá irse a casa después de que le recete algunos multivitamínicos para fortalecer el embarazo, está en las primeras semanas de gestación, por lo que debe de tener mucho cuidado”.
“Lo tendrá doctor, selo aseguro”.
Está vez viviría con ella todo el proceso.
“Bueno, me retiro, en un momento les enviaré la receta, con permiso”.
“Otro hijo Nicole, otro hijo tuyo y mío, está vez será una niña, de eso estoy seguro”, dijo mientras tomaba sus manos y las besaba.
Ella permanecía inmóvil.
Solo lo observaba.
“¿Estas bien? ¿Pasa algo?”
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