Presa entre tus brazos -
Capítulo 56
Capítulo 56:
[Está bien señor]
Sabía que Bruno se molestaría, pero ahora sólo le importaba sacar ese proyecto adelante, si lo hacían bien y en el menor tiempo posible, podrían agradar al cliente y este hablaría sobre su trabajo con otros empresarios.
Esperaba que su trabajo estuviera a la altura, que sus diseños gustarán a ese hombre, no quería perder la oportunidad de ser mundialmente reconocida por la calidad de su trabajo.
Tenía ropa guardada en el vestidor de la habitación que Bruno había adecuado para Santi atrás de su oficina.
Así que se apuró para terminar el trabajo pendiente y entró para arreglarse adecuadamente, se puso un vestido azul marino, tenía las mangas cortas, era ajustado al cuerpo, el largo era más abajo de sus rodillas, un vestido elegante y sencillo, pero que resaltaba totalmente sus curvas.
Se recogió el cabello en un moño, tratando de parecer más profesional, tomó su bolso y salió de su oficina.
En el pasillo se encontró a Bruno, él la escaneo con la mirada.
“¿Vas a una cita?2
Iba demasiado arreglada como para que no fuera a eso.
“De trabajo”, contestó apresurada.
“Ahhh”.
“El Señor Richter quiere empezar cuanto antes con los diseños para la remodelación y construcción de sus hoteles”.
“Por lo que veo lleva prisa”
Tenía que ser ese hombre de nuevo.
¿Por qué no podía ser otro?
No, ¿Qué tal si no pudiera ser nadie?
“Así es”.
“Qué bien, que te sea agradable”, dijo antes de darse la vuelta.
Logró controlarse, pero por un momento pensó en tomar a Nicole y en cerrarla bajo mil llaves para mantenerla alejada de ese hombre.
Nicole se apresuró, al salir del edificio.
Observó un lujoso Aston Martin en Color negro de Amadeus.
Ella se sorprendió cuando se acercó y la saludo con un beso en la mejilla.
Luego él abrió la puerta del copiloto y la tomó de la mano para ayudarla a subir.
Desde el ventanal de su oficina, Bruno observaba atento aquella escena.
Si Amadeus creía que la tendría fácil, estaba muy equivocado.
Demasiado.
…
Mientras tanto Leandro intentaba olvidar a Nicole con la compañía de Shelsy.
En verdad que la chica estaba cambiada, sin duda un evento que nos arrastra hasta el fondo nos hace reflexionar sobre nuestra vida.
Ella no podía olvidar a Bruno y él a Nicole.
Después de hablarlo, decidieron ayudarse mutuamente.
Habían cortado toda comunicación con Sondra.
Esa mujer tenía la palabra problema tatuada con letras muy grandes en medio de su frente, a donde iba se metía en líos.
Máximilian por su parte, se encontraba enfrascado en un gran dilema.
Hacía dos noches que había acudido a un bar, necesitaba relajarse y sacar de su mente de una vez por todas a Nicole.
Estaba enamorado de ella desde hacía muchos años, era algo así como su amor platónico, sabía que no tenía oportunidad alguna con ella.
Jamás se había atrevido a revelarle sus verdaderos sentimientos, por miedo a que lo rechazara y su amistad terminara.
Ese día bebió demasiado.
Estaba solo en una mesa, observando el espectáculo.
En la pista, dos chicas acariciaban sus cuerpos al compás de la suave música.
Ambas se habían quitado prácticamente toda su ropa.
Era todo un espectáculo ver esos dos cuerpos que por momentos parecían querer fundirse en uno solo.
No se dio cuenta de que unos ojos claros lo observaban atentamente.
En otra mesa había algunos hombres que también disfrutaban del espectáculo, acompañados de algunas bellas chicas.
Max se levantó de la mesa para dirigirse hacia el baño.
El dueño de esos ojos claros lo siguió con la mirada.
Cuando lo vio adentrarse en el pasillo, decidió seguirlo.
Estaba muy tomado.
Sin duda le gustaban las mujeres, pero había algo en aquel chico que le llamó la atención.
Entró al baño y lo encontró ahí.
El chico estaba frente al lavamanos, mojando su rostro, necesitaba despejarse y quizá con el agua helada lo lograría.
Se acercó lentamente a él, se sentía curioso, tal vez era el efecto de tanta bebida.
Max volteó al sentir la presencia de alguien cerca de él.
Al hacerlo quedó frente a aquel hombre.
Era rubio y realmente alto.
Intentó hacerse a un lado, pero él no se lo permitió.
Lo observaba con curiosidad.
Después de unos minutos, el hombre aquel paso sus dedos por sus labios.
Cuando se dio cuenta aquel hombre lo estaba besando, sin saber porque respondió a aquel beso.
Cuando logró reaccionar, empujó a aquel hombre y salió de prisa de aquel lugar.
¿Qué demonios había pasado?
Se agarraba la cabeza intentando comprender todo.
Subió a su auto y se alejó de ese lugar.
Él nunca había tenido novia pues siempre se había enfocado en sus estudios.
Al morir sus padres fue cuando los Williams prácticamente lo adoptaron, era muy cercano a Nicole desde niños.
Para él era una mujer única.
Consideraba que era perfecta en todos los aspectos, por eso creía que ninguna otra mujer le llamaba la atención, pues les faltaba mucho para ser como ella.
Al llegar a su casa, se acostó de inmediato e intentó dormir.
De pronto, tocó sus labios.
¿Por qué le había agradado el beso de aquel hombre?
Eso simplemente no le podía estar pasando.
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