Presa entre tus brazos -
Capítulo 16
Capítulo 16:
Nicole se sintió aterrada, esperaba todo menos eso, era la peor noticia que podían darle en ese momento.
No por el bebé, sino porque deseaba alejarse cuanto antes de Bruno, no podría ocultarlo por mucho tiempo, si antes le negaba el divorcio, ahora sería imposible que se lo diera.
“Doctor, le pido que no le dé la noticia a Bruno, quiero sorprenderlo cuando esté toda la familia reunida”.
“No se preocupe, tan solo le diré que tiene anemia, porque me preguntara a qué se debió su desmayo”.
“Se lo agradezco doctor”.
Al entrar Bruno, el médico le explicó que Nicole debía descansar y alimentarse bien.
Le recetó unas vitaminas para evitar que la anemia avanzara, Nicole agradeció que accediera a no mencionar su embarazo.
“Muchas gracias, Jorge, me encargaré de que siga tus indicaciones al pie de la letra”.
Regresaron a la mansión, ya no quiso que Nicole fuera a la oficina, necesitaba descansar, su nana se preocupó cuando se enteró lo que había pasado.
“Señor Bruno, mi niña necesita de mis cuidados, imagino que no se presentará en la oficina hasta que mejore”.
“Así es nana, ella se quedará bajo sus cuidados, hasta que el doctor indique que puede regresar al trabajo”.
Nicole se deprimió al pensar que de nuevo estaría encerrada por completo, vaya suerte la suya, le sería más difícil escapar de ahí, tenía que darse prisa antes de que se notará el embarazo o de que el médico se le ocurriera contarle a Bruno o a sus padres.
Bruno regresó a la oficina, ella se quedó con Nanny.
Pensó que el ambiente de la casa era diferente cuando ese par no andaba por ahí.
…
A la mañana siguiente bajo a desayunar, su nana le preparo fruta y una deliciosa sopa, estaba terminando de comer cuando escucho risas que provenían de la sala, al asomarse a ver que pasaba, vio a Dante, Max y a Sophie.
Los tres al verla se acercaron a saludar.
“Peque, que bien que ya estás mejor, tus padres me llamaron anoche para pedirme que viniera a verte, ellos regresan en dos semanas de Singapur”.
“Sophie que bien que estás aquí, anoche hable con mi madre, pero no me dijo que vendrían a verme”, dijo mientras la abrazaba.
“¿Y para mí no hay abrazo mi libélula? Sé que nos vimos hace unos días, pero en verdad me preocupé cuando Sophie me dijo lo que te paso”.
“Gracias por venir Max, saben que ustedes son como hermanos para mí”.
“Cuñadita, buen susto le diste a Bruno, aunque él no lo quiera aceptar, estaba Muy preocupado por ti, cuando me llamó porque no despertabas, no podía ni hablar”.
“Hola cuñado, que gusto verte, gracias por traer a mis amigos”.
A Nicole le llamo la atención que Dante dijera que Bruno se había preocupado, quizá por algún lugar tenía escondidos algo de sentimientos.
Salieron al jardín, la nana les llevó algunas bebidas para que se refrescaran, se les fue el tiempo conversando, pero como lo bueno no dura para siempre, llegaron Sondra y Bruno.
“Dante, hermano que bien que nos visitas”
“Si tú no me invitas no me queda más que invitarme solo”.
Bruno se dirigió hacia donde estaba Max.
Dante noto sus intenciones, lo tomó del hombro y se lo llevó de ahí.
Dante no permitió que Bruno amargara la reunión de Nicole, así que lo llevó al despacho, él accedió
más a fuerza que de ganas, tomaron algunas copas, tenía tiempo que no se reunían a conversar como hermanos, las veces que se veían en la oficina era tan solo para hablar de negocios.
Más tarde Dante se despidió cuando noto que los amigos de Nicole ya se iban, Bruno subió de inmediato a su habitación.
Estaba molesto y no quería ver a Nicole, Sondra había subido en cuanto vio que era ignorada por Nicole y sus amigos.
Ni siquiera Dante la saludo.
Bruno agradeció que ya estaba dormida cuando él entró.
Por la madrugada, su mente no podía parar, eso le impedía dormir, pensaba en que parecía mentira que Nicole fuera así, pero las pruebas en su contra eran muy claras.
Se levantó y se dirigió hacía su habitación.
Estaba dispuesto a hacerla sufrir, ella tenía que pagar, eso no le impediría disfrutar de su cuerpo, estuvo tocando a su puerta, pero no recibió respuesta, pensó que quizá estaría muy cansada y regresó a su habitación.
Al entrar le sorprendió ver a Sondra que lo esperaba vestida con un babydoll rojo de encaje, era una prenda muy transparente y sugestiva, que no dejaba nada a la imaginación.
La observó, no podía negar que era muy hermosa, pero frívola y vacía, tomó una sábana y se la aventó encima.
“Qué sea la última vez que haces esto, tenemos un trato, si no lo respetas te vas de mi casa”
Estaba muy molesto, cansado de tener que lidiar con esa mujer todos los días.
Vio furia en los ojos de la mujer, ella enseguida se colocó una bata, Bruno paso hacía su pequeña oficina sin voltear a verla.
¿Qué se había creído esa mujer?
Él decidía con quién quería estar y con quién se le daba la gana estar era con Nicole.
En otro lugar Rina Jones, pensaba en cómo podría recuperar a su hija, sabía que esconderse de Sergio De Santis no sería fácil.
No dejaría que la internara de nuevo en el psiquiátrico, buscaría a Gío, él tenía que saber que era el padre de Nicole.
Estaba segura que al saberlo la ayudaría a recuperar lo que le pertenecía a su hija, la herencia que Sergio le robó, se la habían dejado sus padres.
Ellos nunca estuvieron de acuerdo con su matrimonio con Noah, ella no había tenido otra opción, Gío la había abandonado obligado por sus padres, no se enteró de su embarazo, hizo creer a Noah que él era el padre.
Después cuando nació le hizo creer que la bebé era prematura, el doctor que contrató la ayudó en eso.
Por su parte Gío había regresado a E$tados Un!dos, hacerlo le traía tantos recuerdos, había tenido que abandonar al amor de su vida, para darle gusto a sus padres y casarse con su ahijada, su padre estaba muy mal de salud y esa fue su última voluntad, Alessandra no había sido mal esposa, pero nunca logró amarla.
Ella falleció dando luz a su hijo, su hijo murió días después, él se quedó completamente solo, pues su madre murió tan solo meses después, regresó a buscar a Rina, pero se enteró de que ella ya estaba casada, decidió quedarse sólo, pues la seguía amando.
La soledad fue dura.
No era una agradable compañera, está vez había regresado para sacar adelante su compañía, tantos años en Australia sin poner atención a la filial de ahí, que estaba a punto de irse a la quiebra.
Pensaba inyectarle capital para impulsarla, después regresaría a Australia, estar ahí lo llenaba de nostalgia, cada lugar que habían visitado juntos llenaba su mente de recuerdos.
Se encontraba en la ciudad, pensaba buscarlo, no tenía idea si creería en sus palabras, pero tomaría el riesgo, no tenía a quien más recurrir.
Esperaba no provocarle problemas con su esposa.
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